Ignacio (Nacho) Lucero, oriundo de la ciudad de Mendoza, Argentina, fue un experimentado montañista que comenzó a recorrer los cerros desde los 13 años, al inicio de su adolescencia. Apasionado lector y profesor de Literatura, a los 22 años se recibió como Guía de Montaña, convirtiéndose en Instructor Nacional de Andinismo y Guía de Trekking en Cordillera.
Realizó 62 ascensiones al cerro Aconcagua y tuvo decenas de experiencias en más de 20 picos superiores a 4.500 msnm en Argentina. También llevó a cabo al menos seis expediciones en Chile y tuvo experiencias en otros 13 países, visitando puntos tan distantes como España, India y Tanzania, entre otros.
José Dejean le hizo una entrevista a la esposa del desaparecido Ignacio Lucero, en este video María Fernanda Martínez Thierry nos comenta cómo era él y qué le gustaba.
Su vida cambió en Nepal, en el año 2011, cuando a los 38 años sufrió un infarto masivo a 7.400 metros de altura en el Monte Manaslu, en la Cordillera del Himalaya. Durante la operación a la que fue sometido para paliar este incidente, sufrió un accidente cerebrovascular que, entre otras secuelas, le impidió seguir caminando y hablando.
Después de 20 días de internación en Asia, regresó a nuestro país, y le siguieron muchos años de rehabilitación para reaprender a caminar y hablar. Durante este tiempo, padeció depresión y enfrentó una ardua lucha para superar las dificultades físicas, luego de haber tenido un físico privilegiado.
Logró salir adelante y se convirtió en un ejemplo de lucha por la vida, volviendo a subir a las montañas que tanto amaba, no solo en Argentina, sino también en países como Rusia, Francia y Suiza, guiando a turistas extranjeros.
Una historia interesante de su etapa de superación fue la relación que mantuvo con un perro al que bautizó "Oro". Lo entrenó para que lo acompañara en sus carreras, ambos unidos por una correa y un arnés: "Él tira, me empuja y me hace ahorrar energía.
Me empuja con bicicleta, patines o esquí, me marca la huella, anticipa las tormentas, marca los tiempos de descanso y aclimatación. Es un perro de montaña", explicó Ignacio, refiriéndose a Oro, quien se convirtió en su fiel "compañero de cordada" durante años, acompañándolo a donde fuera.
El 30 de noviembre de 2023, Ignacio, quien tenía 49 años y comandaba una expedición al Cerro Marmolejo (6.108 msnm), en la Cordillera de los Andes, entre Chile y Argentina, falleció junto a dos amigos y clientes a una altura de 5.800 msnm, aparentemente mientras descendían de la cumbre en medio de un temporal de viento y nieve. Su último mensaje, enviado desde su celular a su esposa, decía: "Estoy emprendiendo el vuelo". La causa exacta de su muerte aún no ha sido clarificada. Su cuerpo descansa en el cementerio del Aconcagua, en la inmensidad de los Andes, rodeado de las montañas que marcaron su vida.
En esta hermosa entrevista, su compañera, María Fernanda Martínez Thierry, madre del único hijo de Ignacio, un pequeño llamado Salvador, profundiza sobre su vida y sus experiencias, tanto abajo como arriba de las montañas.
“El 22 de noviembre de 2023 nos despedimos con un beso y un abrazo... Yo pensaba que iba y volvía, ahora tengo que soltarlo, porque si no, no podrá volar como él quería.” (María Fernanda).
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