En el libro se dan a conocer los procesos y resultados de un original modelo de gestión e intervención en sitios del Patrimonio Mundial, donde se ha logrado integrar a las comunidades de la Quebrada del Toro y del Valle Calchaquí Norte a través de la conformación de Unidades de Gestión Local (UGL). Lo significativo es que, junto al Programa Qhapaq Ñan, dependiente de la Subsecretaría de Patrimonio Cultural de Salta, se puso en práctica un modelo de cogestión patrimonial, con una real y efectiva participación comunitaria. Con él se integraron miradas y prácticas desde una perspectiva multicultural.
LIBRO: QHAPAQ ÑAN, SISTEMA VIAL ANDINO - Christian Vitry, Amelia Pérez Trujillo
Las gestiones realizadas oportunamente permitieron el acceso a fondos del BID, con los cuales se realizó una serie de actividades que concluyeron con obras de conservación en el sitio arqueológico urbano prehispánico más grande de Argentina, Tastil.
Asimismo, se realizaron por primera vez en nuestro país trabajos de conservación y restauración en 25 kilómetros de caminos incaicos, tramos ubicado entre Tastil y Potrero de Payogasta.
También, se llevaron a cabo obras en un sitio agrícola prehispánico llamado Las Peras de Sauzalito; así como en el centro administrativo incaico de Potrero de Payogasta, donde se encuentra la estructura edilicia más alta del país. Finalmente, se trabajó en Los Graneros de La Poma, un alero con construcciones hechas en barro que sirvieron como silos para el almacenamiento de granos.
Todos estos sitios arqueológicos forman parte del Qhapaq Ñan - Sistema Vial Andino, incluido en la Lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO el 21 de junio de 2014, en el marco de la 38° Reunión Internacional del Centro del Patrimonio Mundial en Doha, Qatar. Por primera vez en la historia de la UNESCO, se incluyó en la Lista un patrimonio compartido por seis países.
Este Itinerario Cultural transnacional está conformado por 137 segmentos de camino que abarcan 616 km e integran 308 sitios arqueológicos y 231 comunidades asociadas al mismo. En Argentina son 13 segmentos de caminos incaicos que tienen 32 sitios arqueológicos y 18 comunidades asociadas.
A ocho años de la declaratoria, somos testigos de una trayectoria de gestión social que, a prueba de ensayo y error, se ha enriquecido en el contexto de intensos debates en torno al patrimonio y sus prioridades concomitantes. A partir de ello, se fueron delineando acuerdos frente a propuestas de conservación sobre los sitios patrimoniales. Se hizo de manera conjunta con las comunidades. En definitiva, constituye una trayectoria que ha logrado crear valor sumando el criterio de todos sus miembros activos.
Disponiendo de fondos para realizar tareas de conservación en los sitios del Qhapaq Ñan, los administradores de los fondos internacionales fijaron las pautas necesarias, que, en resumidas cuentas, consistía en la contratación de una empresa que se hiciera cargo de toda la obra.
Este esquema, que es tan normal en las ciudades, era totalmente inaplicable en los remotos sitios del Qhapaq Ñan, ya que, no sólo que se encuentran alejados de las rutas convencionales, sino que también se trata de un trabajo específico, que al menos en el caso de Argentina, no existe una empresa que se dedique a realizar obras de conservación arqueológica.
Era menester generar un modelo alternativo inexistente a nivel local, o contratar una empresa extranjera para que hiciera el trabajo. Dialogando con las autoridades representantes del BID en el propio sitio arqueológico de Tastil, junto a algunos representantes de las comunidades en busca de un esquema alternativo, surgió la idea de poder hacer una contratación directa a alguna ONG regional para la administración de los fondos y que se encargue de brindar los servicios de logística para las obras de conservación.
Es así como, entre el equipo Técnico del Qhapaq Ñan y la UGL Tastil y luego las UGL de La Poma y Potrero de Payogasta, se fue discutiendo y armando el hipotético esquema, siempre con el objetivo de que el beneficio quede en la región. Desde nuestra perspectiva, resultaba mucho más práctico y mejor capacitar en temas arqueológicos y de conservación a personas que ancestralmente saben trabajar en construcciones de piedra y barro, que capacitar a conservadores y arqueólogos en el sentido inverso, propiciando de esta manera un intercambio de saberes entre los conocimientos tradicionales y un equipo multidiscilinario.
En definitiva, lo que se logró entre el equipo técnico Qhapaq Ñan y las comunidades locales fue una capacitación en técnicas constructivas prehispánicas y de restauración arqueológica destinada a los pobladores de la región. La capacitación tuvo una instancia teórica y otra práctica de dos semanas para luego proseguir con las obras en el sitio.
Tras un proceso participativo y coordinado por las comunidades, se eligió una organización de base comunitaria en cada región: 1) Asociación de Emprendedores de los cerros “Turu Yaco” para la Quebrada del Toro y, 2) la Asociación “La Unión de Diaguitas y Calchaquíes de El Rodeo” para los valles Calchaquíes; quienes se encargarían de todo lo relacionado con la logística necesaria, administrando el dinero que el BID les daría para tal fin.
La UGL Tastil seleccionó 15 becarios que fueron propuestos y consensuados en asamblea por la UGL y acudieron de diferentes parajes ubicados en la quebrada del Toro y de las quebradas subsidiarias. Por su parte, en el valle Calchaquí las UGL seleccionaron a 12 becarios de diferentes parajes de La Poma, El Rodeo y Potrero de Payogasta.
Esta maravillosa experiencia es la esencia del libro, aunque de manera resumida, se pretende poner en conocimiento a la sociedad sobre los métodos y acciones realizadas de forma participativa para que pueda ser replicado y/o discutido.
El patrimonio es un medio para la acción social y cultural, no reviste tonalidades extremas maniqueas positivas o negativas, más bien, es un campo donde es posible poner en juego discursos enfrentados y luchar por el surgimiento de formas de sociabilidad alternativas cimentadas en relaciones solidarias y no en intereses individuales.
Para abordar el patrimonio primero debemos deshacer la hegemonía disciplinaria, pues la única manera de hacerlo es transdisciplinariamente y, por supuesto, con las comunidades asociadas. Los proyectos y acciones de cogestión patrimonial tienen que partir de soluciones generadas en las mismas poblaciones, como dice la antropóloga Claudia Cóceres: “los profesionales tenemos que dejar de pensar por ellos para pensar con ellos”.
Para concluir, quisiéramos replicar el pensamiento de don Primitivo Yapura, presidente de la Asociación de emprendedores de los cerros “Turu Yaco”, cuando en Tastil estábamos a punto de empezar con las intervenciones y se dirigió a todos los becarios de las diferentes comunidades y les dijo: “Esas piedras que ustedes van a acomodar son las mismas que nuestros ancestros eligieron para armar esas paredes que ustedes volverán a levantar”.
LIBRO: QHAPAQ ÑAN, SISTEMA VIAL ANDINO - Christian Vitry, Amelia Pérez Trujillo
Otros libros del autor:
Apus y Qhapaq Ñan. Estudio de las vialidades Incas en las montañas sagradas de los Andes. 2023. Digital.
Uturuncos. Un itinerario desde el cerro de los Felinos. 2023
Dhaulagiri (2 ediciones) 2010-2017
Entre Nieves y Huacas. 2016 (co autor con Antonio Beorchia Nigris)
Voces en el Camino, Paisaje y cosmología en las rutas del Inca. 2011 (co autor con Cecilia Sanhueza y Donato Amado)
El Nevado de Cachi (3 ediciones) 2000-2005-2010
El Nevado de Chañi. 2006 (co autor con Emilio González Turu)
Catálogo del Museo de Arqueología de Alta Montaña. 2005 (co autor con Gabriel Miremont y Silvia Soria)
Aportes para el estudio de caminos incaicos. Tramo Morohuasi – Incahuasi. Salta, Argentina. 2000
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