La historia humana siempre fue objeto de estudio y pieza fundamental para el futuro de los pueblos. La recreación histórica, herramienta que parece ser algo nuevo, estaba desde hace mucho tiempo como una manera de revivir y tratar de crear un portal del tiempo hacia determinados acontecimientos y eventos históricos. ¿Qué tan útil es una actividad que nos permita revivir en carne propia las experiencias del pasado? ¿Cómo podemos aplicarla al montañismo y su historia? ¿Qué peligros están latentes en intentar recrear el pasado?
La recreación histórica es una actividad educativa o de entretenimiento en la que las personas se visten con ropa de época y recrean eventos históricos o la vida cotidiana de una época en particular. El objetivo de la recreación es hacer que la historia sea relevante dándole vida.
Los recreadores intentan replicar personajes de la forma más completa y precisa posible. Recopilan prendas, artefactos, armas, herramientas y otros elementos históricos para crear una "impresión" de un determinado individuo o grupo de la historia. La definición de recreación histórica suele ser subjetiva, ya que, dependiendo del propósito de la actividad, se determina su calidad y profesionalismo, si se inclina a ser una actividad más performática (parecer o aparentar una puesta en escena) o más funcional (experimentar un momento o procedimiento).
Las actividades relacionadas con la recreación tienen una larga historia detrás. Los romanos representaban recreaciones de famosas batallas dentro del coliseo, donde gente, mayormente involuntaria, combatía en virtud de revivir una epopeya para un público. En la Edad Media, los torneos a menudo recreaban temas históricos de la Antigua Roma o de Grecia. Las exhibiciones militares, los simulacros de batallas y las recreaciones se hicieron más populares en la Inglaterra del siglo XVII. En 1638, Lord James 'Jimmy' Dunn de Coniston dio vida a la primera recreación conocida: se representó en Londres una batalla escenificada con docenas de actores disfrazados. En 1674, el rey Carlos II de Inglaterra organizó una recreación del asedio de Maastricht ocurrida un año atrás, donde cerca del Castillo de Windsor se construyó una fortaleza de ochenta metros de ancho con muros de 365 centímetros de espesor con fosa incluida, todo esto una guarnición de 500 hombres. A continuación, 700 soldados en servicio recrearon el asedio de la ciudad durante cinco días, incluyendo disparos de cañones, explosiones de minas rompe trincheras, partidas de asalto para capturar prisioneros y parlamentos entre atacantes y defensores.
En el siglo XIX, la recreación se generalizó en toda Europa. Mucha gente quería recrear los ideales románticos de la Edad Media para que sirvieran como escape de la era industrial en Europa. La gente buscaba una manera de volver al romanticismo de los caballeros, las grandes fiestas y los castillos, y una de las formas de hacerlo era a través de eventos teatrales públicos y juegos de rol. Uno de los primeros eventos de recreación que atrajo a una gran multitud fue el Torneo de Eglinton de 1839, organizado por Archibald Montgomerie, decimotercer conde de Eglinton. El torneo atrajo a 100.000 espectadores y se desarrolló recreando la época medieval. El evento contó con 13 caballeros a caballo. Se evocó una sensación de romanticismo desde que el conde de Eglinton pidió a los espectadores que usaran trajes de época para revitalizar los aspectos medievales del evento. Estas podrían ser unas de las razones por las que el evento de historia viva y las demostraciones tácticas de temática militar han ganado popularidad a lo largo de los años. Mucha gente quiere vivir a su idea, de cómo era el mundo en “tiempos más simples”, y los juegos de rol son una forma de escape. La idea de la recreación cambió de batallas literales y personas muriendo para entretener a otros a visiones románticas del pasado donde algunos visitantes también se disfrazaban y fingían que estaban caminando en el pasado.
Siendo un nicho reducido, lejos de los combates a gran escala y los salones cómodos medievales, las recreaciones históricas de montañismo no son numerosas, pero suelen ser las mejores en calidad histórica y de experiencia como individuo.
La mayoría de recreadores históricos de este rubro no se contentan con ser un maniquí viviente con un equipo de montaña antiguo, sino que en su mayoría crean eventos donde los participantes experimentan una expedición con los impedimentos y dificultades de la época seleccionada a recrear.
Dentro de estas recreaciones, encontramos ascensos con equipo histórico de una época determinada, torneos de ski clásicos, recreación de tropas de montaña y colectividades, marchas de homenaje, y más.
Vamos a ver las más interesantes propuestas al momento, y algunos protagonistas de la representación histórica de montaña.
Uno de los eventos que congrega más recreadores, es el Proyecto Edelweiss. Este invita a recreadores de gebirgs jaggers de todo el mundo a un entrenamiento en los Alpes Suizos, sumando a la experiencia su camaradería y aptitudes.
A través de esta recreación de manos del organizador Bruno, experimentado montañista, uno puede experimentar y sentir el equipo, el armamento, las formas y maniobras, como ser una unidad con variedad de equipo específico para una multitud de tareas y climas.
Las salidas al terreno siempre son nuevas experiencias con anécdotas garantizadas, comenzando desde la organización del equipo y viendo que prestaciones tiene cada accesorio para la misión por cumplir.
La recreación de esta unidad es al aire libre, y si uno tiene ganas, puede aprender muchísimas cosas de las que hoy se conocen como bushcraft, outdoors, cabuyería, trekking, orientación, etc.
Este evento se hace cada año por medio hace 15 años, con un contingente de 40-50 personas, donde los requisitos y nivel de recreación son altos, y se requiere un buen nivel físico para aguantar la expedición de 4 días de entrenamiento condicionado a los parámetros de una Gebirgs Schule (escuela de montaña) de época.
El equipamiento de cada hombre es personal y debe cumplir con el estándar de calidad solicitado por la organización.
Este evento se mantiene estrictamente apolítico y busca exclusivamente la experiencia en el equipo de las unidades Gebirgsjager de 1940.
Este tipo de torneos, similares a las corridas/race hechas en argentina, en pos de ayudar a una fundación o una causa, se hacen tanto en América como Europa.
Las carreras de esquí pueden ser de 1K, 2,5 k y 5k.
Llevaron al niño príncipe Haakon a un lugar seguro durante la guerra civil noruega. Posteriormente, el príncipe Haakon se convirtió en rey de Noruega y los soldados Birkebeiner se convirtieron en un símbolo noruego de coraje, perseverancia y carácter frente a la adversidad.
El Museo de las Tropas de Montaña fue creado el 1 de febrero de 1988 por decisión del Jefe de Estado Mayor del Ejército Francés. El Museo de la Tradición de las Tropas Alpinas, un proyecto cultural iniciado y llevado a cabo por las antiguas tropas alpinas, nació en el marco del entusiasmo conmemorativo del Centenario de las Tropas de Montaña.
El Museo Tradicional fue confiado a la Asociación de Amigos del Museo de las Tropas de Montaña para garantizar su gestión y desarrollo, bajo la supervisión del mando. El núcleo de las colecciones lo forman los objetos recogidos en las salas de honor de las unidades montañesas. Se ha enriquecido durante los últimos 30 años con numerosas adquisiciones y donaciones realizadas por antiguos alpinos o sus familias. La conmemoración del 80 aniversario de la Primera Guerra Mundial y especialmente del 50 aniversario de la Liberación contribuye a fortalecer este proyecto cultural.
El Museo de las Tropas de Montaña pretende conservar, restaurar y enriquecer sus colecciones para hacerlas accesibles a todos. Su difusión al público implica acciones culturales y educativas. El museo también pretende contribuir a la investigación y al conocimiento a través de sus exposiciones, pero también a través de sus archivos históricos y documentales.
Promocionar las tropas de montaña poniendo en valor su patrimonio y sus acciones sobre el terreno es también una de las misiones del museo. La promoción de sus tradiciones contribuye al impulso de estas unidades especializadas en el entorno montañoso.
En la villa Vail, se produce la 10TH MOUNTAIN LEGACY PARADE, donde el público está invitado a ver a los esquiadores uniformados con el equipo tradicional de soldado de ski de la 10° División de Montaña Americana, realizar un descenso hasta la base de Gondola One, seguido de un desfile de veteranos militares, también con uniformes tradicionales de la división, marchando desde Gondola One por Bridge Street, a través de Puente Cubierto y terminando en la estatua de la Décima Montaña.
Marchas similares se hacen para conmemorar a divisiones similares como la FSSF (first special service forces), donde familiares e interesados recorren donde estas tropas pelearon, escalaron, y fallecieron en combate.
Gastón Binnerbini, argentino radicado en USA, colecciona y recrea un sinfín de tropas históricas, especialmente argentinas, algo difícil de hacer por la poca documentación histórica remanente.
Actualmente está ayudando exponencialmente a poder copiar en masa un equipo completo de tropa de montaña argentina de los años 1930-1940, una época de expediciones y conquista en los Andes, donde varios extranjeros encontraron un lugar para sembrar su cultura de montaña y plasmar en quienes los acompañaron a sus aventuras, las doctrinas montañistas del exterior.
Página Web de Gastón Binnerbini a donde pueden acceder a más de 100 años de fotos, recreaciones, y documentos de historia militar argentina: http://www.militariarg.com/
Una Asociación abocada a la investigación y experimentación histórica de la 2° División Gebirgsjager, y sus combates en el área de Alsacia y Laponia. Son un grupo numeroso, que hace hincapié en la calidad y salidas para reforzar la camaradería grupal. Varios de sus miembros participan en el Proyecto Edelweiss comentado más arriba.
Este proyecto personal busca documentar, estudiar, experimentar, y presentar tropas de montaña de una variedad de naciones, en su mayoría del siglo XX, donde se produjo una profesionalización de estas tropas.
La idea es que, a través del equipo, los uniformes, los libros, infografías, réplicas, y documentación histórica, se pueda atravesar un portal del tiempo y sentir las aventuras y penurias de miles de personajes que se encontraron por A o B, confinados en las alturas.
Oberjager Arko (sargento Arko), es el rango seleccionado como nombre para el proyecto, siendo la jerarquía alemana de los años 40 en adelante. los que eran guías de montañas dentro del ejército, eran fácilmente reconocidos por llevar un emblema de edelweiss en el pecho.
Gracias a la ayuda de la AARSGM (Asociación Argentina de Recreadores de Segunda Guerra Mundial), el CCAM (Centro Cultural Argentino de Montaña), y muchas otras personas, museos, centros culturales, y entidades que confían conocimiento y material en el proyecto, la divulgación de historia y cultura de las tropas de montaña aumenta cada año, invitando a los interesados a adentrarse en las grandes historias de montaña.
La recreación histórica puede ser una manera distinta de ver la historia, de hacerla más palpable e incluso de concientizar de una manera dinámica a la juventud a la que hoy se le dificulta acercarse a la historia, que las cosas que nos rodean hoy en cualquier ámbito, tienen un origen y una trayectoria, que tiene un porque del como son, y que estudiando su pasado podemos entender el porqué de las cosas.
También es una herramienta que invita a los experimentados a reflexionar sobre sus aventuras y poder capitalizar sobre sus experiencias, compartiéndolas, reconociendo errores, o innovando para futuras expediciones.
Es clave esencial que la representación de la historia sea con el mayor de los respetos, y con un compromiso por enseñar la historia lo más detallada y correctamente histórica posible, siendo una actividad que la exigencia máxima viene de cada uno, es importante tener en cuenta el propósito de esta, para no caer en la mediocridad o un relato de historia errónea.
En su Teoría de la Gran Guerra, el Conde York von Wartenburg resume un punto a tener en cuenta de manera muy precisa:
“Es cierto, la guerra solo se puede aprender mediante la experiencia; pero, ¿qué entendemos por experiencia? ¿Quién adquirirá experiencia, el hombre que ha estado presente durante este o aquel evento, pero nunca ha reflexionado sobre él, ni antes ni después de que ocurriera, ni mientras estaba teniendo lugar el hecho, o el hombre que posiblemente no haya tenido ninguna experiencia personal de tales asuntos, pero que ha estudiado un gran número de guerras, y que siempre ha examinado las causas y los resultados y ha aprendido de ellos que ciertos resultados se repiten, si han sido precedidos por las mismas causas, y que finalmente ha llegado a formular sus opiniones y a deducir grandes principios? ¿No tiene la última experiencia y la primera? ¿No aprenderé solo a conocer la guerra a través de esa experiencia, mientras que mediante la otra permanecerá completamente ignorante de ella?”
Teniendo en cuenta lo comentado por el conde Von Wartenburg sobre la guerra, que puede transportarse a las experiencias de montaña, podemos deducir que hacer algo se aprende en el hacer, pero reflexionar sobre aquello amerita que lo veamos desde una perspectiva neutral, con una mirada más estratégica y general, para comprender y poder mejorar. En mi opinión, la recreación histórica ideal busca un 50-50 de esto, un estudio y conocimiento profundo del objeto de estudio, para poder después llevarlo a cabo en la experimentación y ejercicio, para poder agregar a las experiencias leídas de otros, la personal.
Al aprender de la historia, podemos aplicar estas lecciones a nuestras propias vidas y a las decisiones que enfrentamos en el presente. Nos permite evitar cometer los mismos errores que se cometieron en el pasado y nos ayuda a tomar decisiones más reflexivas.
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