Integrantes: Alfredo Marinaro Buzo Profesional, Fernando Aquila Dr. Fisiología en del Deporte, Alfredo Bustos Licenciado Educación Física
Una Odisea que dura hasta hoy y quizás continúe la nueva generación de montañistas buzos y sobre todo aventureros que tomen el testimonio y versión mejorada y logren todo lo que me quedó por hacer
En contacto con el Gran Montañez Jaime Suarez entonces presidente de la Unión Panamericana de Montañismo (UPAM) en el mes de marzo de 1994 decidimos intentar alcanzar las 5 cumbres del Volcán Pissis entre Catamarca y La Rioja al que llamamos “Volcan Pissis el final del Altiplano” uno de “Los Colosos de Tinogasta” con sus 6792 metros quedó levemente por debajo del “Ojo del Salado” 6893 metros, ¡el volcán más alto del planeta!
Las maravillas de nuestro planeta a menudo se esconden en los lugares más inesperados, y la Laguna Corona del Inca, ubicada en el cráter del Volcán Pissis a 5500 metros sobre el nivel del mar en el límite entre las provincias de La Rioja y Catamarca, es un tesoro natural que ha permanecido misterioso durante mucho tiempo. Recientemente, un equipo de intrépidos científicos se aventuró en una expedición de buceo a esta altitud extrema, enfrentando desafíos únicos para revelar los secretos ocultos bajo las aguas cristalinas de esta laguna remota.
Por aquellos tiempos se rumoreaba que podía ser más alto que el Aconcagua y dada la gran dificultad de aproximación, tenía un par de expediciones que habían alcanzado solo una de sus cumbres. El pico fue bautizado en honor del francés Pierre Aimé Pissis Geólogo, geógrafo y cartógrafo por los servicios prestados al gobierno de Chile y fue alcanzado por primera vez el 7 de febrero de 1937 por los polacos Stefan Osiecki y Jan Alfred Szczepanski. Nosotros queríamos bautizar las 4 cumbres restantes con nombres de relevancia nacional, cosa que se lograría a fines del mismo año 1994.
En marzo se acerca la llegada del invierno en el hemisferio Sur por lo que Jaime Suárez, Mabel Dehais y yo haríamos el primer intento.
Realicé todo el trabajo de porteos aproximación en moto los más de 150 Km que separan desde la base del volcán (campamento de aproximación) a la localidad de Fiambalá, camino a chile por el paso San Francisco.
Llegamos a la zona denominada de los “Pastos Largos” y de allí en dirección a Laguna de los Aparejos (campo 1), luego portezuelo Balcón del Pissis y un largo camino a Laguna Verde y luego el inmenso salar de la Laguna Negra.
Agradecimiento al Lic. Alfredo Leonidas Bustos.
Dirección Provincial de Vialidad de la provincia de La Rioja
En realidad todos estos espejos de agua son enormes salares de aguas sobresaturadas de sal y dan albergue a grandes bandadas de flamencos rosados que se alimentan de copépodos y crustáceos, además vimos gran cantidad de vicuñas y suris que van desapareciendo a medida que dejamos la gran altiplanicie de 4000 msnm como promedio (campo 2).
Comenzamos a subir y al llegar al pie del gran coloso de Tinogasta, recién a los 5600 msnm encontramos hielo glaciar que pudimos fundir para consumo (campo 3). La sed es implacable en esta región, más para un hombre rana que sintió la puna con toda su despiadada furia.
A esto se sumó la primera tormenta temprana de los inviernos de antes, nos golpeó con toda su rabia y tardamos tres días hasta poder volver a reunirnos en la gigantesca meseta y poder replegarnos antes de que la nieve nos atrapara hasta el próximo verano.
Luego en un Real (refugio de arrieros) a orillas del río Guanchín que nos proporcionó más de una vez la necesaria y escasa comida: exquisitas truchas arco iris y salmonadas, nuevamente nos preguntaron si habíamos visto la gran laguna cerca de las cumbres a lo que pensé que debían haber estado sufriendo alucinaciones por la deuda de oxígeno a esas alturas.
Volvimos a Mendoza para reponernos de la paliza y ahora si, en noviembre mismo año con la ayuda del Ejército Argentino que nos proveyó de un grupo de verdaderos Cóndores, como se les llama a los Cazadores de Alta Montaña, y dos camiones unimog, un carro de agua y tráiler, pudimos transportar todo lo necesario hasta el Vivac de campo Base al mando del entonces Tte. Claudio González, quien sufriría un terrible accidente y congelamiento que lo llevaría a perder todos los dedos de ambos pies y sobreviviría de milagro si crees que exista.
¡Más ahora, con representantes de la UIA (Unión Internacional de Alpinismo), Tania Pagés y Johan Rovira (España) darían tenor oficial a la expedición!
Y mis queridos amigos Juan Herrera y Laura Suarez la primera Mujer en la cumbre del tercer pico más alto del hemisferio Sur y de Occidente, el Majestuoso Volcán Pissis. Veníamos muy bien, todo cumplido hasta el accidente
El Tte. González cayó por la pendiente de un glaciar y se estrelló contra una roca quedando inconsciente por fractura del occipital, deshidratado, congelado y con una tremenda herida en su brazo izquierdo pasa la noche en el glaciar. Todos fuimos al rescate nos dividimos algunos a buscarlo, asistirlo y comenzar a bajarlo; otros para pedir auxilio a Gendarmería Nacional y a un campamento Minero en la zona quien destina todo su personal al rescate del grupo, ya que pasa otro día y podíamos necesitar evacuación hacia la pequeña aldea de Fiambalá, luego hacia Tinogasta y recién de allí a Catamarca. El Tte. González fue trasladado a Buenos Aires y largamente tratado de las lesiones y amputaciones, siguió en servicio activo hasta el Grado de Tte. Coronel y luego pasó a retiro.
¡Otra vez el comentario de la mítica laguna de altura! Ya el llamado es muy intenso y decidimos subir a buscarla con el aporte de los datos de quienes la conocieron en el año 2012. En esta ocasión fuimos con el Dr. Fernando Aquila Dumit Instructor de Buceo, su Sra. Betty Plaza excelente buzo recreativo, quien nos acompaña siempre, más la ayuda de un amigo de la Dirección De Deportes de La Rioja. Ingresamos por Vinchina provincia de La Rioja camino a “Laguna Brava”.
Ya la conocíamos de campañas anteriores ¸ es un gran salar de agua sobresaturada de sal y una superficie de 5000 Hectáreas a los 4200 msnm, 17 Km de largo y 3 Km de ancho la cruzamos caminando en busca de algún sitio donde bucearla sin lograr más de 50 centímetros donde aún descansan restos del Avión siniestrado en 1964. Llegamos por lo que ahora es la ruta Nacional 76 a Chile, al campamento de vialidad donde nos reciben y alojan como de la casa.
Nos hablan del “volcancito”, una formación cónica que rompe con el paisaje y la desolación del lugar con su pequeño espejo de agua en lo que parece un cráter y de allí se vuelca un manantial de agua sobresaturada de sales y minerales que se acumulan elevando de a poco el cono del llamado Volcancito.
Muchos mitos de un ojo de agua sin fondo que se conecta con el océano o más allá. Decidimos que se puede realizar una incursión de Buceo Técnico con Gas Nitrox y comprobar si efectivamente nos lleva a algún otro sitio sumergido. Pero eso no lo vamos a desmitificar por respeto y porque la visibilidad era muy mala y se levantó mucho barro al entrar al ojo de agua y lo poco que alcanzamos a recorrer estaba por debajo del terreno de aquella estepa a tan gran altura.
La expedición a la Laguna Corona del Inca no solo fue un desafío físico, sino también un ejercicio de ingenio técnico y logístico. La comunicación a esta altitud extrema presentó desafíos, y el equipo tuvo que depender de tecnologías de comunicación avanzadas para mantenerse conectado con el mundo exterior y con otros miembros del equipo. Además, el monitoreo constante de las condiciones atmosféricas y la altitud requerían instrumentación especializada.
Acompañados por una camioneta de Vialidad subimos por una ladera sin camino marcado, emprendimos la marcha a primera hora, antes de que amanezca porque más tarde el deshielo tornaria imposible traccionar las empinadas cuestas con los vehículos 4x4. Luego de un largo rato acomodando rocas y "tallando" un camino que nos conduciría a la Corona del Inca, decidimos dejar allí los vehículos y descender.
Chequeamos el gas que usaríamos para respirar bajo el agua, a esa altitud donde la presión atmosférica llega a la mitad y por ende la presión parcial de cada gas componente de la mezcla llega también a la mitad. Para ser más preciso es como respirar un gas con la mitad del O2 al que estamos adaptados. Acarreamos los equipos con gran dificultad dado que cada paso cuesta con semejante deuda de Oxígeno.
Me toca bucear primero y tomo rumbo Norte en una playa de arena y ceniza volcánica con un pequeño gradiente y de a poco, muy de a poco, van apareciendo algunas colonias de algas verdes que se agrupan a medida que tomo profundidad en colonias más abundantes, noto que no están fijas al fondo por lo que estimo deben ser presas del oleaje producto de los fuertes vientos.
La temperatura del agua alcanza 4 grados, imagino el invierno con un fuerte casquete de hielo, también recuerdo que en superficie no habíamos visto nada vivo y había carencia del verde vegetal, por lo que me alegra ver algo vivo además de mí. A poco aparece una forma viva muy parecida a una larva de mosquito, que se convulsiona en todas direcciones para desplazarse de pocos milímetros, noto que no es un copépodo abundante en otras lagunas de altura y alimento de peces y flamencos trato que mi cámara lo grabe y lo señalo con mi dedo índice y pongo mi mano guante para forzar el automático de las cámaras 3D logrando se vea aunque sea fugazmente.
Lo dejo en paz, ya que si está allí, es su casa y el intruso soy yo. Logro una profundidad de 10 metros y toco un cambio de pendiente que me lleva a doce o algo así, porque uno de mis computadores me indica error por estar muy por sobre los 3000 msnm límite operativo y el otro me entrega solo profundidad y tiempo confiable por lo que decido retornar cumpliendo la regla del tercio de gas, regreso muy despacio a la superficie para liberar el peligroso (N2) Nitrógeno de mis tejidos y salgo muy cerca de la costa por donde ingresé, no quería nadar con el equipo a esa altura luego de haber presurizado y ahora volvía al 0,5 de presión atmosférica. Noto la Hipóxia (sofocante) pero me recupero muy rápido moviéndome en cámara lenta.
Luego viendo las imágenes subacuáticas recuerdo haber estado respirando como un pequeño en su cuna.
Llega el momento de que explore el Dr. Aquila y con la experiencia puede tomar otro rumbo Noroeste mismo plan de profundidad y tiempo. Registra nuevas imágenes que confirman todo lo relevado.
Al emerger señal de “OK Todo Bien”, desarmamos los equipos y nos secamos y cambiamos al viento helado implacable de cumbres que recuerdo muy poco sobre Cero que nos caló hasta los huesos.
Ahora, con la necesidad de volver a los vehículos, emprendemos el ascenso único cabo suelto, ya que debíamos permanecer quietos y tranquilos para no forzar la producción de las temibles burbujas de N2 Nitrógeno captado en todo nuestro cuerpo, lo que se represente como NO VUELO después de todo buceo. Era muy importante volver a las camionetas y comenzar a descender antes de que anocheciera, teníamos un largo y peligroso camino al campamento.-
A pesar de los desafíos, la expedición tuvo éxito, y los científicos lograron realizar estudios únicos en la Laguna Corona del Inca. Descubrieron especies acuáticas adaptadas a condiciones extremas y recopilaron datos que arrojan luz sobre la ecología de ambientes de altitud extrema. Estos hallazgos no solo contribuyen al entendimiento científico de la biodiversidad en condiciones extremas, sino que también tienen implicancias para la conservación de ecosistemas en entornos similares en todo el mundo.
¡El mito sobre su conexión con el océano no ha sido revelado ni lo será, siempre habrá algo por descubrir en un mundo tan maravilloso y cambiante, mientras nuestro espíritu inquieto nos lleve a investigar, explorar, a convivir y seamos capaces de maravillarnos ante tanta magnificencia!!!
En conclusión, la expedición a la Laguna Corona del Inca fue más que una aventura; fue un ejemplo de la dedicación de los científicos a explorar los rincones más remotos de nuestro planeta. Esta odisea científica no solo amplió nuestro conocimiento sobre los ecosistemas de alta montaña, sino que también demostró la capacidad de la ciencia para superar obstáculos en pos de la comprensión y preservación de nuestro precioso entorno natural.
Estas sugerencias, junto con la experiencia adquirida en la expedición a la Laguna Corona del Inca, podrían abrir nuevas perspectivas en la investigación científica en altitudes extremas y contribuir al conocimiento global de la biodiversidad y la ecología en condiciones únicas.
La experiencia de la expedición a la Laguna Corona del Inca proporciona una valiosa base para futuras investigaciones en entornos de altitud extrema. Aquí presentamos algunas sugerencias que podrían enriquecer y expandir el ámbito científico en expediciones similares:
Dada la singularidad de los ecosistemas de alta montaña, sería fascinante explorar la microbiota acuática de la Laguna Corona del Inca en mayor profundidad. Investigaciones sobre microorganismos adaptados a condiciones extremas podrían proporcionar información clave sobre la biodiversidad y la adaptación a factores como la radiación ultravioleta, la baja presión atmosférica y la disponibilidad limitada de nutrientes.
Las expediciones futuras podrían centrarse en estudiar cómo los ecosistemas de alta montaña, como la Laguna Corona del Inca, están respondiendo al cambio climático. La monitorización a largo plazo de las condiciones ambientales y las poblaciones acuáticas podrían arrojar luz sobre los impactos potenciales del calentamiento global en estos ecosistemas únicos.
Dado que no se identificaron especies de peces adaptadas a la altitud en la laguna, sería interesante llevar a cabo estudios más detallados sobre sus adaptaciones fisiológicas. Comprender cómo algunas formas de vida enfrentan los desafíos de la baja presión atmosférica y la disponibilidad de oxígeno podría proporcionar información valiosa sobre la evolución en ambientes extremos.
La calidad y cantidad del agua en ambientes de alta montaña es esencial no solo para la fauna local, sino también para las comunidades humanas que dependen de estos recursos. Establecer estaciones de monitoreo de la calidad del agua y su evolución a lo largo del tiempo podría ser crucial para comprender los cambios en estos ecosistemas y tomar medidas de conservación.
Con el creciente interés en destinos remotos, es crucial evaluar el impacto del turismo en ecosistemas como la Laguna Corona del Inca. Estudios sobre la huella ecológica del turismo y las prácticas sostenibles podrían ayudar a preservar estos entornos únicos mientras se permite un acceso controlado para la investigación y el ecoturismo.
Dada la complejidad logística de las expediciones a altitudes extremas, el desarrollo y la implementación de tecnologías avanzadas de monitoreo remoto serían beneficiosos. Sistemas autónomos de monitoreo ambiental y muestreo podrían proporcionar datos continuos sin la necesidad de intervención constante del equipo de expedición.
La Laguna Corona del Inca presenta un escenario único para el estudio de interacciones ecológicas. Investigaciones sobre relaciones tróficas, competencia entre especies y ciclos biogeoquímicos que podrían proporcionar información valiosa sobre la dinámica de estos ecosistemas de alta montaña.
Fomentar la colaboración entre científicos de diversas disciplinas, como biólogos, geólogos, climatólogos y expertos en conservación, enriquecería aún más las expediciones científicas a altitudes extremas. Esta colaboración podría abordar de manera más integral los desafíos únicos de estos ambientes y proporcionar soluciones más efectivas.
Agradecimiento muy especial a nuestros anfitriones del CCAM por este espacio y a toda la comunidad de montañistas y aventureros por recibirnos.
DEDICADO A LA MEMORIA DE LOS QUE ABRIERON LAS RUTAS Y EN ESPECIAL AL TTE. CNEL. CLAUDIO GONZÁLEZ QUE ESCALÓ MUY ALTO ¡Y LO PERDIMOS DE VISTA!
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