Integrantes de la expedición 2003 al Bonete: Guillermo Almaraz, Toni Moreno, Fabián González y Eduardo Namur
El coloso riojano se yergue en una zona inhóspita de la puna donde aún pocas expediciones han recorrido la inmensidad de esa porción de la cordillera.
Inmerso en un halo de misterio desde sus primeras exploraciones fue el anteúltimo seismilquinientos en ser escalado, unos meses antes que el ignoto Walter Penck en la provincia de Catamarca.
El Bonete Chico, de acuerdo a la denominación oficial del Instituto Geográfico Militar, se alza íntegramente en territorio argentino, en la provincia de La Rioja.
Según relevamientos recientes (SRTM), ocupa el cuarto lugar dentro de las más altas cumbres americanas luego del Aconcagua, Pissis y Ojos del Salado. Su cumbre principal alcanza los 6759 mts.
El coloso es parte del círculo de volcanes que rodean la Caldera del Inca Pillo, conformando su borde este. De amplio basamento alberga en su zona alta cinco cumbres: la norte (6725), la sur (6675), la este (6325), la oeste (6501) y la principal (6759). Además posee varios picos subsidiarios: el SE de 5406 mt, el SO de 5710 mt y el Lautaro de 5432 mt. De sus laderas norte se desprende el Cordón de los Pioneros con sus seis cumbres, cinco de ellas de más de 6000 mt.
La primera exploración del macizo corresponde a Walter Penck, quien en 1913 accedió por la quebrada de la Troya, al norte de Tinogasta y luego por los valles de los ríos Punillas y del Oro ascendiendo quizá el cerro Peñas Azules de 5935 mt. Walter Penck afirmó que su altímetro marcó algo mas de 6120 mt y por los datos que indicó en su relato seguramente se trató del cerro antes mencionado o de alguna cumbre del Cordón de los Pioneros, ya que estaba totalmente rodeado por la niebla y no podía observar nada a su alrededor.
Vicente Cicchitti organizó en marzo de 1955 una expedición tras los pasos de Walter Penck, logrando quizá el segundo ascenso del Peñas Azules, ya que siguieron estrictamente el relato, aunque en la cumbre no hallaron signos del alemán. Este cerro también fue escalado por Antonio Mir a fines de la década del 80 desde Mulas Muertas.
Desde los tiempos posteriores a la expedición de Walter Penck y con la cartografía imprecisa de esas épocas, la zona se mantenía dentro de un halo de misterio y desinformación. Para profundizar mas la incertidumbre la cartografía oficial argentina indicaba dos Bonetes uno al norte: el Grande y otro al sur: el Chico. Según la Dirección Nacional de Minería y Geología (1962) la altura del Chico era 6850 mt y la del Grande de 6872. De hecho, las pocas expediciones que habían recorrido la zona no habían observado las dos increíbles moles sino que en realidad habían visto solo una, pero dentro de un sector donde lo que sobraban son grandes seismiles atestados de hielo y barridos por los fuertes vientos.
Por otro lado, la afirmación del explorador alemán de haber escalado el mayor pico de la zona, omitiendo indicar la presencia de un coloso aún mayor, dificultada más la identificación final de los grandes montes. El misterio de los Bonetes estaba instalado y solo varias décadas después quedaría dilucidado.
Con la idea de dar claridad a éste punto oscuro del mapa riojano, partió en 1955 la expedición del Club Universitario de Mendoza dirigida por Vicente Cicchitti que culminara con el ascenso del Peñas Azules siguiendo el derrotero de Penck, pero sin hallar vestigios de su paso.
Desde su cumbre pudo observar el Bonete Chico hacia el oeste y mas allá en el cuadrante NO la mole del Pissis. No pudo observar otro cerro que sería el indicado como Bonete Grande. En 1968 Alfredo Brignone, secretario de la Federación Argentina de Montañismo, organizó una expedición para dilucidar el misterio, llegando a la conclusión que existen dos Bonetes: el Grande al norte y el Chico al sur. Para 1970, con varios viajes a la zona y con muchas horas de conversación con sus amigos de Alto Jagüe, Vicente Cicchitti tenía mas claro el croquis de esa porción de los Andes.
El profesor mendocino organizó para enero de ese año una importante expedición donde se alinearon además de él, Brignone, su hermana Yolanda ”Cocò” y el médico Pagniez. De Alto Jagüe participaron los baquianos Gracimiano Barrera y Cirilo Urriche. La aproximación la realizaron por el río Bonete y luego por el río del Oro hasta el paraje Peñas Negras. Finalmente, desde allí avanzaron por la ladera sureste, llegando a la cumbre el 15 de enero de 1970 Vicente Cicchitti junto con Cirilo Urriche, previo paso por el pico este (6575 mt).
De esa manera ambos se convirtieron en los únicos dos argentinos en lograr el primer ascenso de una montaña de mas de 6500 mt en los Andes. El misterio estaba resuelto y el coloso que tenían bajo sus pies era el denominado Bonete Chico y posee una altura de 6759 mt y el Grande mientras tanto estaba ubicado al norte y solo llegaba a los 5943 mt.
La cartografía una vez mas había contribuido a generar incertidumbre, pero el espíritu aventurero de los exploradores andinos había capitalizado ese hecho para vivir intensos momentos rodeados de sus queridas montañas y embarcados en expediciones con fines no solo andinísticos sino también extra deportivos.
El hecho de haber tomado dos nombres descriptivos para ambas montañas, haciendo alusión a la forma cónica de la cumbre, había contribuido a confundir al cartógrafo en las alturas, sin caer en cuenta que solo se refería al tamaño del “cono” de su cumbre, siendo mas “chico” el del 6759 y mas “grande” el de 5943 mt.
El segundo ascenso fue logrado por Johan Reinhard y Louis Glausser el 1º de febrero de 1986 por una nueva ruta por el norte, logrando en su camino a la cima el primer ascenso de la cumbre norte (6725 mt). El tercero lo realizaron Gustavo Planes y Enrique Steenhus del Club Andino y Campamento La Rioja por una variante de la ruta de Cicchitti, actualmente denominada ruta sureste (marzo 1987). El cuarto también fue por la ruta Original de Cicchitti y lo protagonizó el francés Philippe Reuter junto con Luis Reales (2/4/1992) y el quinto fue por la ruta norte y lo realizó Greg Horne de Canadá el 28 de marzo de 1995.
En 1996 la expedición dirigida por Jaime Suárez trazó una nueva vía en la cara suroeste denominándola “GPS” que con el tiempo se transformaría en la normal. En febrero de 1999 una expedición alemana se aproximó desde el Campo de los Burritos Muertos y escalaron el filo oeste alcanzando la cumbre Alex Von Gotz, D. Mane, M. Blumenstock y A. Kamber.
La ruta GPS fue repetida por el grupo mendocino dirigido por Fernando Santamaría y en octubre de 2000 en el marco de la primer expedición marplatense se intentó la ruta GPS trazando una variante por el canalón Sur en vez de tomar el filo SO. Un violento temporal impidió el ascenso a los 6500 mt, destrozando las carpas y provocando algunas perdidas de equipo.
En noviembre del mismo año Jhon Biggar asciende por la ruta GPS (normal) junto con su padre Gordon y otros compañeros.
Durante 2001 solo holla la cumbre el francés Alexis Malaffosse. En marzo de 2002 se producen dos nuevos ascensos: el 4 Darío Bracali y el 10 Damián Benegas, Fernando Grajales y Douglas Montes ambos por la ruta normal aunque el segundo ascenso con una variante de acceso. El 1 de febrero de 2003 ascienden José Castellanos y Juan Pablo Saravia y el 17 Lutz Geißler, Tristan Bestle de Alemania por la ruta original, ascendiendo en la misma expedición Alex Von Gotz el pico este logrando así el segundo ascenso.
Con el sabor amargo de no haber alcanzado la cumbre en 2000 (llegamos a 6550 por un canalón paralelo a la normal) preparamos para marzo de 2003 una nueva expedición al Bonete. El grupo estaba conformado por Fabián González, Toni Moreno, Eduardo Namur y Guillermo Almaraz. Nos conocíamos todos profundamente, con Fabián desde chicos y habíamos compartido ya muchas expediciones, con Eduardo de hacía poco, pero ya sumábamos varias cumbres y con Toni compartíamos la visión de muchos temas de la vida y como siempre era un lujo vivir junto a él unos días de montaña, de charlas junto al fuego y de pensamientos varios.
Partimos de Mar del Plata el 31 de marzo de 2003, llegando al refugio del Peñón al otro día, luego de haber saludado en la calle a Cirilo Urriche, uno de los primeros vencedores del Bonete en 1970. Luego de pernoctar en el Peñón y en Pastillos nos trasladamos al refugio Mulas Muertas (4240 mts) estableciendo allí el campamento base.
Con la idea de buscar una nueva ruta al Bonete partimos por un duro y exigente trayecto al enorme cráter del Inca Pillo.
Avanzamos en dirección al borde oeste de la laguna y fotografiando desde ese punto el Pissis, el Reclus, el Gemelos, el Baboso y el cordón de los Pioneros deteniéndonos a estudiar pormenorizadamente la cara norte del Bonete buscando una posible ruta, sin encontrar un trayecto económico o atrayente.
Finalmente el 9 de abril, tras permanecer el 8 en el refugio por la presencia de niebla durante toda la mañana, partimos hacia el Bonete.
Avanzamos por el camino hasta casi el refugio Veladero, donde ingresamos a la Pampa del Veladero. Avanzamos hasta el hito del IGM ubicado a 4677 mt de acuerdo al plan, y seguimos el cauce del arroyo indicado en el mapa. Nuestra intención era encontrar un lugar con agua o con hielo para derretir y este derrotero parecía mas adecuado que el itinerario normal.
Pudimos llegar con la camioneta hasta los 5000 m luego de recorrer 37 kilómetros desde Mulas Muertas. El lugar estaba protegido por altos penitentes y durante la tarde un hilo de agua corría entre las piedras. El sitio era ideal e incluso pensamos que podría convertirse en el campamento base del Bonete que podría llamarse “Penitentes” en “honor” a los vigías del campamento.
El 10 de abril lo utilizamos para explorar la quebrada que nos llevaría a las partes altas del Bonete y definir la nueva ruta hacia la cumbre. Durante la observación vimos claramente la ruta de Jaime, hoy convertida en normal, y la nueva que podríamos abrir en la ladera OSO. La nueva ruta era quizá mas directa y además trazaba una línea sobre tres o cuatro grandes neveros lo que la hacía mas interesante que la normal.
Al otro día salimos hacia el campamento 1. Toni había decidido no participar del intento y nos esperaría en el base, pero igualmente ese día colaboraba llevando algo de carga. Avanzamos por la quebrada del arroyo congelado y llegamos luego de dos horas al primer gran nevero (5500 mt). Allí Toni se despidió de nosotros deseándonos mutua suerte para los sendos ascensos que emprenderíamos: el Bonete y el pico de 5432 que finalmente Toni bautizaría como Lautaro.
Con los grampones puestos avanzamos por el hielo y en otra hora llegamos a una parte fina y empinada del nevero llena de penitentes. Salimos hacia nuestra derecha para esquivar los penitentes y luego llegamos a la base del segundo nevero (S 28º 01 57 W 68º 47 26) a 5700 mt siendo ésta la altura planeada para el primer campamento. La noche pasó en calma y nos levantamos ya cuando los rayos del sol nos calentaban.
Nuevamente con los grampones avanzamos rápido e incluso cruzamos algunas grietas en los cambios de pendiente. Mientras seguíamos ascendiendo por otro nevé Toni se comunicó desde la cumbre de 5432 mt. Había llegado allí y había comprobado que no había ascenso anterior. El pico de color rojizo y visible claramente desde la pampa del Veladero recibió el nombre de Lautaro.
A los 6070 mt (S 28º 01 30 W 68º 46 55) instalamos el segundo campamento. Luego de comer y todavía con sol nos metimos en las bolsas.
El 13 de abril partimos por el canalón OSO. Aproximadamente a 6200 mt encontramos el testimonio de un intento de varios años atrás de nuestro amigo Horacio Sánchez. Continuamos ascendiendo lentamente y al ver que el acceso al col oeste era bastante abrupto optamos por montarnos al filo que daba a la cumbre oeste.
Una hora mas tarde llegamos a dicha cumbre de 6501 mt según el mapa y 6520 según el GPS (S 28º 01 23 W 68º 46 00). La emoción por haber coronado la última cumbre virgen del Bonete se vio algo opacada por la visión aún lejana de la cumbre y el desnivel que deberíamos perder para luego volver a escalar en busca de la principal.
Descendimos según el GPS hasta 6430 mt y desde allí lentamente comenzamos a cruzar el plateau hacia la antecumbre de la principal.
Los últimos tramos algo inclinados y hizo que avanzáramos con cuidado hasta el punto mas alto. El GPS indicó 6765. De acuerdo a lo planeado hicimos un pequeño homenaje en honor a Vicente Cicchitti el primer ascensionista del cerro que hoy nos tenía en la cumbre. La idea había surgido en el año 2000 en nuestro anterior intento y entre los integrantes de aquella expedición tejimos un rosario de soga para dejar en la cumbre en honor a Vicente, debido a que conocíamos que el profesor mendocino llevó uno con él durante todas sus ascensiones e incluso lo acompañó en su última morada.
Permanecimos una tranquila hora en la cumbre apreciando una vez mas la puna desde uno de sus puntos mas altos. Emprendimos el descenso directamente hacia el col oeste donde llegamos y decidimos bajar por el canalón OSO. Al alcanzar el escalón rocoso buscamos una posible bajada y desescalamos con cuidado. Llegamos a la carpa todavía con sol pero pronto comenzó a oscurecer. Tomamos café, desarmamos la carpa y emprendimos el descenso. Con la noche clara caminamos a través de los neveros iluminados con la luna, descendiendo cansados pero contentos de haber logrado el objetivo, llegando al base cerca de la medianoche.
Al otro día desarmamos el campamento y con la camioneta descendimos a Mulas Muertas y luego desandamos el camino hacia Alto Jagüe. Esa noche festejamos como es habitual con milanesas napolitanas y bastante cerveza. Terminamos la noche jugando al pool en un bar de Villa Unión.
Luego de nuestro ascenso se ha repetido la ruta normal en algunas otras ocasiones, pero el Bonete aguarda que se repitan sus otros derroteros y quizá se abra algún otro novedoso.
1. Original: (1970) Vicente Cicchitti y Cirilo Urriche. La orientación de la ruta es SE.
1A. Variante original: (1987) Existe una variante que asciende a la cumbre sur abierta por Gustavo Planes y Enrique Steenhus en 1987.
2. Normal o GPS: (1996) Expedición liderada por Jaime Suárez e integrada por Alejandro Giménez, Hans Siebenhaar, David Flores, María del Carmen Peña, Alberto Dallasta, Juan Herrera y Laura Suárez. La orientación de la ruta es SO.
2A. Variante Normal: (2000)
3. Suroeste o de los Neveros: (2003) F. González, E. Namur y G. Almaraz.
4. Filo Oeste: (1999) M. Blumenstock, A. Von Götz, A. Kamber y D. Mane
5. Norte: (1986) Johan Reinhard y Louis Glausser en el marco de la expedición Cráter.
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