Cuando realizamos un buen campamento es de suma importancia saber que la carpa es la protagonista principal, ya que este refugio portable será, antes o después del desafío elegido, el lugar en dónde nos sentiremos protegidos y seguros, en esta nota los invito a conocer algunos de sus secretos.
De 3 estaciones (primavera, verano y otoño)
Estas carpas son de menor robustez que las de 4 estaciones y más livianas, con una mejor ventilación y se adaptan a la mayoría de los climas; las hay simples tipo iglú, o más bajas y aerodinámicas para alta montaña.
De 4 estaciones (extremas)
Este tipo de carpas conocidas como de invierno o expedición son las más robustas y pesadas, poseen muchos anclajes, y están preparadas para soportar condiciones realmente difíciles, tanto con el viento, como con las bajas temperaturas.
Carpas con doble pared (clásicas)
Las carpas de doble pared son las más comúnmente usadas, poseen dos capas de tela entre nosotros y los elementos, la capa interior ofrece una capacidad de transpiración que limita la condensación, mientras que el sobre techo impermeable exterior proporciona protección contra las inclemencias del tiempo, son fuertes, duraderas y térmicas (se mantiene el calor dentro).
Carpas con una pared (ultralivianas)
Las monocapa están confeccionadas de una capa de tela resistente al viento y al agua, pueden ser simplemente impermeables o con telas transpirables, son ideales para ascensiones invernales de corta duración, donde moverse con rapidez es prioridad, son mucho más livianas, más fáciles de armar, tiene una base más pequeña lo cual permite ponerla en espacios reducidos, lo negativo es que tienen una vida útil corta, son poco térmicas (pierden con más facilidad el calor de dentro), no poseen ábside (vestíbulo) y si llega a rasgarse el techo puede ser un gran problema arreglarlo.
Peso de la carpa: Una carpa de 2 personas va desde de los 1.500 a los 4.000 gramos, cuanto más livianas más frágiles y cuanto sea más robusta, amplia y confortable será más pesada, desde ese parámetro será nuestra elección según lo que vayamos a realizar.
Varillas de la carpa: Las carpas de buena calidad de montaña tienen las varillas de aleación de aluminio que son las más resistentes, livianas y cuando se doblan es difícil que se partan, las varillas de fibra son de carpas más económicas, son pesadas y frágiles.
Piso de la carpa: Es la parte más importante de la carpa interior y la que más sufre en el contacto con la zona de acampe, es importante que sea de materiales resistentes, sin costuras y de la mayor impermeabilidad posible.
Ventilación de la carpa: Es importante para evitar la condensación de humedad que haya espacio entre el sobretecho y la tela interior, que haya respiraderos y zonas de tela de rejilla para que de ese modo circule el aire y se transfiera la humedad al exterior.
Detalles de confección de diseño: Que internamente tenga bolsillos amplios, colgadores en la parte superior interna para ropa, linterna, anteojos, etc. cierres robustos tanto para las telas de las puertas externa, interna y el mosquitero, que las costuras tengan termosellado, que los coordines de los vientos (tirantes) sean largos para poder usar como anclaje los esquíes, la piqueta o para asegurar a anclajes naturales que estén más alejados, que tenga un ábside (vestíbulo) espacioso es muy útil para guardar el equipo y cocinar. Conviene elegir colores brillantes porque ayudan a localizar la ubicación de la carpa durante una tormenta o en la noche.
Columna de agua: Es la medida de la impermeabilidad de los tejidos expresada en miles de mm. Cuanto mayor sea la cifra, más impermeable será la tela. Lo estándar suele ser 10.000 mm en suelo y de 3.000 a 5.000 en sobretecho.
Elegir una superficie lo más plana posible.
Si el lugar está ligeramente inclinado, debemos poner cuando dormimos nuestra cabeza en la zona más elevada.
Sacar de la superficie piedras y alisar las irregularidades lo mejor que podamos.
Si sabemos que hay piedras filosas, se puede llevar un plástico suplementario para poner entre el suelo y el piso de la carpa.
Que la entrada quede en dirección a la salida del sol, pero priorizar que esté al reparo del viento.
Armar la carpa protegida del viento encontrando una zona natural o realizar artificialmente una pared de protección de roca o nieve compactada.
Si hay nieve anclarla con elementos (esquíes, piquetas, estacas, bastones, etc.) el problema es que si necesitamos ir a escalar mientras la carpa siga armada sugerimos en ese caso buscar piedras, enlazarlas y enterrarlas con los vientos (tirantes) bien estirados.
Parantes: Hay carpas de 2, 3, 4 y 5 parantes,(en este ejemplo tomaremos las de 2,4 y 5 parantes )
Introducir los parantes desde las esquinas cruzándolas en X sobre la carpa enhebrándolos en los tabiques.
Si es de 4 o 5 parantes, luego los parantes en C a los lados de carpa enhebrándolos en los tabiques.
Anclar las equinas con las estacas para tierra o nieve, procurando mantener el piso lo más extendido posible para que quede sin arrugas o pliegues.
Si hay ráfagas de viento fuerte, antes de tensar los parantes introducir las mochilas (sin el equipo duro externo) para que actúen como ancla y no se vuele.
Estirar primero los parantes que están en X y después los en C.
Luego colocar rápidamente el sobretecho de la carpa y ajustar todos los vientos con las estacas para tierra o nieve, procurando lograr lo más extendido el sobre techo.
En algunos modelos de carpas el 5 parantes es para tensar el ábside (vestíbulo) de la entrada principal y se lo enhebra en el tabique del sobre techo.
Y listo, ya está armada!!
Llevar kit de reparaciones para la carpa: Llevar un trozo de varilla de mayor diámetro por si se parte, 1 metro de alambre, cinta multipropósito, aguja mediana e hilo de nailon, pegamento de contacto, un trozo de tela impermeable y una pinza multiuso.
Revisar, limpiar y reparar la carpa antes de guardarla: Hasta la carpa de mejor calidad se desgasta y se estropea con el uso, es importante que adquieras el hábito de cuidar tu carpa y de esa manera tendrá una vida más larga y nunca te encontraras con imprevistos cuando estés en la montaña. La rutina de cuidado consiste en lubricar los cierres, coser rasgaduras, reforzar zonas desgastadas, poner impermeabilizante en el suelo de la carpa o en las costuras, sugerimos no lavarla pero si limpiarla con un trapo húmedo y dejarla secar bien.
Guardar la carpa: luego de revisarla y limpiarla es importante tenerla hasta nuestra próxima salida en un lugar seco y oscuro, lejos de sustancias químicas y corrosivas (combustible, lavandina, etc.).
Organización interna en la carpa: En el caso de una carpa para dos personas, primero hay que desplegar los aislantes en el piso y sobre ellos las bolsas de dormir, la ropa chica puede ir en la bolsa de empaque de la bolsa de dormir haciendo con ella una almohada, el equipo duro de escalada (piqueta, bastones, crampones, pala de nieve, tornillos de hielo, etc.) pueden ponerse en el ábside (vestíbulo), a los costados poner las mochilas con lo que elijamos dejar dentro de ellas (actuaran como aislante térmico cuando durmamos), en los bolsillos laterales guardar lo que queramos que este a mano (recordar que es un lugar de la carpa muy frio) en los colgadores en la parte superior podremos poner ropa, linterna, anteojos, etc. Lo importante es organizarlo siempre de una misma manera para que en una situación de emergencia o que no haya luz, podamos encontrar lo que buscamos con rapidez.
Practicar el armado de la carpa: Es muy valioso el tener la experiencia y la seguridad de armar desarmar el campamento rápidamente y en situaciones inesperadas o extremas, tanto sea por el clima por lesiones o cansancio. Para ello hay que practicarlo antes de salir buscando hacerlo en el menor tiempo, con los ojos cerrados o usando un solo brazo, si se lo toma como un juego será divertido y además a la hora del imprevisto estaremos tranquilos porque nos sentiremos preparados para realizarlo.
Montañista desde 1985, ha desempeñado tareas en las áreas de cultura, educación, entrenamiento, dirección, organización, administración. Fundó en 1996 la Escuela de Entrenamientos de Montaña, en el año 2000 el Centro Cultural Argentino de Montaña, en el 2008 la revista digital Noticias de Montaña y en el 2010 la Red Cultural del CCAM, todos emprendimientos que hoy siguen creciendo y madurando. Además es documentalista, fotógrafo, periodista y editor; e impulsor de proyectos vinculados a la cultura de montaña en la Argentina.
Terapeuta desde el año 1992, Impulsor y desarrollador de la medicina natural y el trabajo del autoconocimiento personal, Auxiliar de Kinesiología, Consejero emocional, Terapeuta en Medicina Tradicional China, Técnico en Tui Na (masaje Chino), Técnico en Acupuntura, Técnico en hipnoterapia, Masoterapeuta, Técnico en Digitopuntura, Técnico en Reflexología, Técnico en Moxibustion, Técnico en Auricupuntura, Instructor en Chi Kung, Instructor de Kung Fu, Practicante de Iaido, Meditación Zen.
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