Durante el 2020, la Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco lanzó de manera virtual la carrera de Guardaparques. En dicha formación tuvo lugar un taller de herramientas de comunicación y el trabajo final era realizar un podcast sobre un tema de interés.
Un grupo de estudiantes, integrado por: Ruth Anderson, Margarita Campos, Marcelo Catalán, Aynara Dávila, Aymar Espinoza, Marina Gantzer, Lautaro Lino y Aldana Vegas, eligieron indagar sobre el paraje Piedra Parada situado en nuestra enorme Estepa Patagónica.
El trabajo del grupo fue llamado Patagonia, tierra adentro y en él, entrevistaron a un grupo de profesionales de distintos rubros, ligados todos a las actividades en Parques Nacionales y áreas protegidas.
El trabajo grupal fue presentado en episodios y cada episodio, fue enfocado en distintos aspectos de este icónico punto de la Patagónica.
En esta nota presentaremos el primer capítulo de la serie, en el cual la Guardafauna Provincial Gabriela Tavella, reflexiona entre otras cosas, sobre los cuidados a tener en un ambiente natural y protegido.
Piedra Parada es un área natural protegida de 132 hectáreas, ubicada al Nor/ Noroeste de la provincia de Chubut, dentro del departamento de Languiñeo. Se extiende junto al Río Chubut, sobre la Ruta provincial 12, entre las localidades de Gualjaina al Oeste (a 45 km) y Paso del Sapo al Este (a 55 km).
El área alcanzó su calidad de “protegida” en el año 2006, cuando aún era propiedad privada por la importancia del patrimonio cultural que contiene. Unos años más tarde pasó a manos del Estado.
Este paisaje se formó como consecuencia de una gran actividad volcánica que existía en la zona hace cincuenta millones de años, esto condujo a la formación de una “caldera volcánica” es decir, un hueco básicamente de 25 kilómetros de diámetro, que es lo que vemos hoy. De hecho, toda el área es una depresión, sucede que, con semejante tamaño, uno difícilmente alcanza a percibir que está situado dentro de un hueco, pero así es.
Como resultado de los millones de años transcurridos y los procesos geológicos, (la erosión entre ellos), se produjeron dos formaciones particularmente atractivas, que son: la Piedra Parada propiamente dicha, emblema que da nombre a toda el área y que mide unos cien metros de base por 260 metros de altura, y el Cañadón de la Buitrera que tiene unos 4 kilómetros de largo con paredones que en algunos puntos alcanzan 200 metros de altura, con variadas formas, distintas rocas y muchas cuevas. Un capítulo aparte merece la formación geológica del área y la importancia científica de sus características.
Siguiendo con el valor patrimonial del área, tiene también importancia arqueológica, porque se ha encontrado evidencia de actividad humana de hace 5000 años, principalmente pinturas rupestres y materiales líticos de talla, esto es, restos de rocas con talla de herramientas y otros elementos.
Otra característica es la gran diversidad de aves en la región, muchas de ellas migratorias.
Gabriela trabaja como Guardafauna desde hace cuatro temporadas, es decir, desde hace cuatro veranos, ya que la temporada alta se da entre febrero y marzo.
En primer lugar, le preguntamos a Gabriela :
La función que tiene un Guardafauna en la reserva es control y vigilancia. Ver que las personas no realicen actividades que no están permitidas, llevar a cabo educación ambiental, realizar trabajos de conservación, ir viendo el impacto que está teniendo el turismo dentro del área que protegemos y entonces ver qué tipo de actividades deben realizarse para ir contrarrestando este impacto. Estar atento a los requerimientos del turista, sus necesidades en general al entrar al Área Protegida. También nos ocupamos de la necesidad de cartelería como refuerzo de lo que el Guardafauna pueda llegar a informar a los turistas y estar atentos a responder a quienes estén interesados acerca de, por ejemplo: cómo se formó el lugar, desde el punto de vista geológico o qué tipo de fauna hay o cuáles son las actividades que se pueden llevar a cabo.
Uno de los cambios en el lugar, desde el comienzo hasta estos días, es el incremento de visitantes. Desde el año 2012 en que fue conocido el sitio por un evento de escalada a nivel internacional, va creciendo el número de visitantes y no solamente vienen escaladores sino también, turistas que van conociendo el lugar, van sabiendo de la belleza que tiene y entonces a nivel nacional ya hay mucha gente que está viniendo a vacacionar por esta zona y viniendo a Piedra Parada también a pasar fines de semana o a realizar eventos y por esto, por supuesto a mayor cantidad de turistas debe existir mayor cantidad de requerimientos, de cartelería, había hasta hace poco solamente dos baños secos dentro del Cañadón, pero ahora se construyó la casa del Guardafauna, una oficina y nuevos baños al inicio del Cañadón para los turistas.
Principalmente, más que socio/ ambiental, es turístico, lo que puede llegar a ser una alternativa de desarrollo para los pueblos de Gualjaina y Paso del Sapo, que son los más próximos al Área Protegida.
El desarrollo turístico es generador de trabajo, de crecimiento en los pueblos y respecto a lo ambiental tendría que ver con valorar el lugar, ya que la gente de la meseta comenzó a comprender el valor del lugar como de interés turístico. Cada vez hay mayor conciencia, se cuida más, comprenden el valor que tiene cuidar este sitio, la flora y la fauna, que es también muy particular, ya que se encuentran en un lugar árido y rocoso. Más que nada es eso, el reconocimiento del valor del sitio y su riqueza también arqueológica, ya que se percibe aquí el paso de los pueblos originarios con hasta 5000 años de antigüedad. Hay aquí restos fósiles, una riqueza muy grande, paleontológica y arqueológica que la gente está valorando y cuidando cada vez más.
Calculo que cualquier Guardafauna o persona que trabaje en una reserva o en un parque, tiene que tener conocimiento de las llamadas “técnicas de bajo impacto” que también debiera conocer cualquier persona que se encuentre en un ambiente natural. Estas tienen que ver con:
Son muchas las técnicas de bajo impacto que lamentablemente no muchos conocen, salvo la gente que está más acostumbrada a salir a la montaña, el montañista conoce y suele respetar estas técnicas, pero no el turista en sí y si bien los guardafaunas hacemos educación sobre esto, debiera ser una información mucho más disponible.
Por todo esto que nos comentaba Gabriela, le preguntamos: ¿Qué medidas se adoptaron para lidiar con el impacto generado por los visitantes?
La medida que se fue tomando por todo el impacto que generan los visitantes es principalmente el ir educando a la gente cuando uno ve que se está realizando una acción que tiene que ver con no llevar a cabo las prácticas de bajo impacto o no estar cumpliendo con las normativas del área protegida.
Realizamos también educación ambiental y si fuera necesario se lleva a cabo un acta de infracción y estamos intentando incorporar servicios como cartelería y demás para ir trabajando con el impacto que tienen, en el caso de Piedra Parada, por ejemplo, las actividades de escalada, de hecho, estamos escribiendo el reglamento para aprobarlo y poder empezar a restringir por ejemplo las zonas de dónde se abren las vías de escalada, porque cada año se abren nuevas vías y hay lugares donde ya estamos trabajando, en los que se da la nidificación de aves y donde vamos a tener que prohibir escalar.
Desde mi punto de vista, la relación de los visitantes con el lugar es muy variada, los podemos dividir entre: los escaladores y el turista que va a caminar, a sacar fotos, a pasear y demás. Con respecto a los escaladores, si son escaladores/ montañistas, ya tienen este conocimiento de cómo manejarse en la naturaleza, conocen las prácticas de bajo impacto, saben del impacto negativo que tiene la escalada en los lugares a donde van y tratan de generar el menor impacto posible y trabajan con los guardafaunas. Muchos de estos escaladores/ montañistas están siempre dispuestos a hacer campañas de limpieza, de hecho, junto a una ONG de escaladores es que se instalaron los baños secos del interior del Cañadón y demás.
Después, también están los escaladores que practican la escalada deportiva, que muchos vienen de otras ciudades y realmente tienen una muy mala conducta, generan senderos secundarios, no respetan el sendero, se va perdiendo la vegetación porque pisotean los pie de vías, no practican la técnica de bajo impacto para ir al baño y se ven papeles higiénicos en distintos lugares, esta es la población más preocupante que viene a visitar piedra parada.
También están los turistas que prácticamente no generan mucho impacto, ya que su permanencia en el área es de pocas horas, que vienen a caminar, a sacar fotos, respetan bastante el sendero así que quienes vienen a pasear, lo que más requieren son los baños al principio del cañadón, que ya han sido construidos para que al regresar de la caminata puedan tener este servicio.
Con respecto a los eventos que se producen, como, por ejemplo, una fiesta electrónica o una carrera, con una bicicleteada en Piedra Parada, eso genera digamos un buen marketing, pero en realidad esas actividades no se hacen dentro del Área Natural Protegida, sino que se llevan a cabo en los campos vecinos. La fiesta electrónica se hizo en un campo que está a cinco kilómetros, por lo tanto, no hubo prácticamente impacto ni siquiera sonoro en el área, ya que, al haber cinco kilómetros con lomas en el medio, esas lomas hacen que el sonido no llegue hasta el área. Sí, hubo un poco más de visitantes y el dueño del campo vecino comentó que quedó mucha basura, no hubo buen uso de baños ni se usaron muy bien todas las instalaciones, pero esto ocurrió en un campo privado.
Por último, sabiendo que existe una comunidad conformada por gente que vive cerca de Piedra Parada, le preguntamos a Gabriela si estos habitantes cercanos: ¿Conocen la importancia del lugar como Reserva, o no? Y ¿Cómo es la relación con ellos en este sentido? ¿Son parte del problema? ¿Son posibles aliados en la conservación?
Bueno, los pobladores, vecinos del Área Natural Protegida de Piedra Parada, en un principio, en los primeros años de lo que fue el Área Protegida, ellos tenían su tierra, sus actividades ganaderas (tenían vacas y ovejas) y al principio creían que la “conservación” implicaba no poder usar el lugar, por ser la conservación una actividad no productiva, pero con el paso de los años en los que fueron teniendo una relación con los Guardafauna y que fueron comprendiendo de qué se trata pertenecer a un Área Natural Protegida, fueron entendiendo que podían en realidad diversificar también sus actividades, no depender únicamente de la ganadería, sino también poder producir a través del Turismo.
Entonces, muchos de los vecinos tienen Camping, prestan servicios de almacén y fueron viendo que el lugar donde habitaban también tenía esa posibilidad, de trabajar con el turismo y entendieron la importancia de cuidar el lugar para seguir disfrutando de los beneficios que deja la actividad turística.
Los lugareños, empezaron a ver la belleza del lugar que antes para ellos era “el patio de su casa”, empezaron a mirar el sitio con “ojos de turista”, así al menos me lo manifestó uno de los vecinos con los cuales tenemos una relación muy buena. En verdad la gente del lugar es muy amable, muy abierta, hay quienes al comienzo les costó porque fueron dos miradas totalmente diferentes del lugar las que teníamos, pero cuando empezamos a vincularnos, relacionarnos y a charlar, se fueron generando vínculos muy interesantes y siempre recibimos ayuda de parte de ellos y ellos recibieron siempre nuestra ayuda y apoyo logrando en esta Área Protegida poder unir diferentes visiones sobre lo que es la conservación o sobre lo que es el cuidado del Medio Ambiente.
El equipo editorial de esta revista ha encontrado muy valioso el contenido de esta serie de podcasts, trabajo realizado por los estudiantes de la Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco. Por este motivo, en próximos números continuaremos publicando notas basadas en la información y los datos de los mismos.
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