Entre María Inés Bustos y yo surgió la amistad inmediatamente. Nos conocimos allá por comienzos del año 1978 en la Escuela de Artes (hoy Facultad) de la Universidad Nacional de Córdoba. Al finalizar ese mismo año invitadas por una amiga en común fuimos al macizo de Los Gigantes (en las Sierras Grandes de nuestra provincia) y nos quedamos prendadas de ese paisaje magnífico.
Con el devenir del tiempo he tenido la posibilidad de conocer otras palestras naturales pero siempre considero que la belleza de Los Gigantes, mi palestra, es inigualable.
Allí tuvimos contacto por primera vez con la escalada en roca. Y no pudimos detenernos.
El entusiasmo fue tan grande que todos los fines de semana de ese verano partíamos a Los Gigantes a escalar. Y durante ese año hicimos nuestro primer curso: la Escuela Técnica de Montaña, de la cual con el tiempo seríamos instructoras.
Continuamos escalando siempre juntas, los diferentes cursos los realizamos también unidas por la soga. Formamos, como nos gustaba y divertía llamar "la Cordada Femenina", vale destacar que por aquellos tiempos no había muchas cordadas formadas sólo por mujeres.
Las dos terminamos la carrera universitaria y nos recibimos de Licenciadas en Pintura. En el momento de comenzar a escalar conocimos a dos hermanos Alberto y Eduardo Tarditti; hoy son nuestros respectivos maridos y padres de nuestros hijos. Hasta formamos parte de la misma familia política. Muchas cosas nos unieron y nos unen aún hoy con María Inés.
Y continuamos escalando juntas hasta el arribo de nuestros hijos. Ambas consideramos que elegíamos dedicarnos a la maternidad y que nuestra participación en el alpinismo se terminaba.
Formamos parte de una expedición del Club Andino Córdoba a la zona del Chaltén (el mítico cordón del Fitz Roy) éramos siete expedicionarios en total. Mujeres sólo nosotras dos.
Viajamos en avión hasta Río Gallegos y Gendarmería Nacional nos trasladó a la zona del Fitz.
El campamento base se instalaría en Piedra del Fraile, en aquel año todavía no estaba el puente, tampoco existía el pueblo El Chaltén. Llegar hasta dicho campamento fue largo y pesado, uno de los obstáculos era cruzar el río, atravesarlo metiéndonos en él. El río Fitz Roy trae aguas de deshielo por lo tanto muy fría, helada. Debíamos realizar el cruce con un calzado y medias especialmente portadas para la ocasión pues cruzarlo descalzos se hace imposible. El frío del agua y el dolor de las piedras filosas sería demasiado. El río venía muy crecido y María Inés mide 1,53m y en aquel entonces pesaba sólo 45 kilos, el agua la arrastró y uno de nuestros compañeros se volvió a meter a la corriente para rescatarla, hermoso equipo. Hermoso susto.
Recibimos el consejo de compañeros del grupo con más experiencia que la nuestra en el alpinismo en general y en esa zona en particular.
Lo que nos recomendaban era que fuéramos al Filo del Hombre Sentado, al oeste del Cerro Fitz Roy porque allí había una punta que nadie había subido aún, sería una experiencia interesante para la cordada femenina.
[Nota de Redacción]: la cresta entre la cara oeste del cerro Fitz Roy y el Boquete del Pier Giorgio se llama Filo del Hombre Sentado (Lliboutry). El nombre hace referencia a su cumbre, una torrecita al oeste que parece un hombre sentado. A fines de los años 40 Hans Zechner la bautizó Cerro Muñeco, pero su nombre fue ignorado por Lliboutry. Cesare Maestri dice haber escalado esta torre en 1958 y la rebautizó con el nombre de Punta Anna, en memoria de su hermana. También dice haber escalado otra torre apenas al este que llamó Punta Lelia. {Patagonia Vertical. Rolando Garibotti y Döerte Pietron.Sidarta. 2013.}
La idea nos resultó más que interesante y apenas el clima lo permitió salimos para arriba acompañadas por Eduardo Tarditti y Alejandro Randis. Ellos intentarían subir la Supercanaleta del Fitz y nosotras la punta que todavía no tenía nombre. La aproximación era la misma.
Salimos de madrugada sorteamos bosque, pampa y una subida de 600 metros de desnivel para llegar al glaciar Fitz Roy, que ese año estaba muy roto y eso complicaba muchísimo atravesarlo.
Llegamos a un lugar en el glaciar donde podríamos pasar la noche.
El clima desmejoró, nos permitiría a nosotras la escalada, al ser un cerro más bajo pero los integrantes de la Supercanaleta decidieron volver al campo base.
Armamos una especie de cueva donde dejamos las bolsas de dormir para llevar menos peso en nuestras mochilas. Luego comprobamos que no era una buena idea.
Ascendimos por el glaciar, una larga travesía y llegamos al pié de la Punta. Fueron 4 ó 5 largos de soga en dificultades de 3º, 4º y 5º grado.
Nos íbamos turnando para ir de primeras y abrir la nueva ruta.
¡Y llegamos a la cumbre!
Nos cercioramos de buscar algún testimonio de algún otro grupo que, sin saberlo nosotras, hubiese estado allí. No lo había.
Eso significaba que éramos las primeras en subir esta punta y la bautizamos, con gran emoción PUNTA MUJER en homenaje a todas las mujeres que practicamos este deporte. Abrazos interminables.
Descendimos del cerro utilizando la técnica del rappel. Llegamos nuevamente a la cueva de hielo que habíamos tallado en el glaciar. La desagradable sorpresa fue que nuestras bolsas de dormir se habían mojado estaban inutilizables. Obviamente no habían quedado lo suficientemente protegidas con nylon para evitar este desastre. No había sido una buena idea o no fuimos lo suficientemente precavidas, errores que suelen cometerse. Error que muchísimas veces nos ha apenado.
La idea de pasar la noche en una cueva de hielo dentro de bolsas de dormir mojadas no nos entusiasmó en absoluto porque realmente es una situación peligrosa, podríamos haber sufrido congelaciones. Al final la idea de partir era la recomendada pese a la dificultad del descenso.
Vaya a saber el porqué, no teníamos ningún aparato que nos indicase la hora y el cielo estaba plomizo, no nos servía de referencia.
Nos miramos seriamente y sin dudarlo decidimos bajar al campo base, no pasar la noche allí pero no sabíamos cuántas horas nos quedaban de luz.
Vaya decisión, vaya desafío.
Atravesamos el glaciar agrietado, el mismo que durante la mañana habíamos recorrido en compañía de Eduardo y Alejandro.
Resultó complicadísimo cruzarlo, se le sumaba al estado roto del hielo el cansancio de una jornada completa de actividad.
Muchas veces las grietas se partían y quedamos a horcajadas de grandes pilares de hielo. Eso significaba una caída y una recuperación. Algunas veces las mochilas nos jugaban una mala pasada y nos quedábamos prendidas de alguna punta de hielo y todos estos accidentes que no eran graves hacían que la travesía por el glaciar se hiciera demasiado extensa, extenuante.
En el momento en que tuvimos que rodear la base de una cresta de roca rodeada por glaciar, muy expuesta. Nuestras piquetas nos servían de apoyo sobre el hielo y nuestras manos protegidas por guantes y mitones eran el contacto con la pared de roca que teníamos que sortear.
Consideré que debíamos encordarnos pues necesitaba proteger a Inés que sentía que sus fuerzas la habían abandonado.
Eran nuestras dificultades y fortalezas, María Inés pequeña y muy livianita podía escalar con más habilidad que yo. Y mi particularidad era la de ser más fuerte a la hora de cargar peso y de mantener el ritmo en una larga jornada. ¡Realmente éramos una cordada perfecta!
Con grandes dificultades realizamos la caminata por la cresta expuesta, con las últimas luces del día. En muchas oportunidades tuvimos miedo a perder la ruta o a perder pie, por suerte nada de eso sucedió.
Se hizo noche cerrada cuando llegamos al desnivel de 600 metros donde ya teníamos bajo nuestros pies un acogedor manto de pastos y arbustos irregulares ya no era el resbaloso hielo del glaciar que tanto peligro nos ofrecía.
Bajando por este espacio de bosque ralo y bajo también tropezamos en el terreno algunas veces pero de todas maneras estábamos a salvo por lo tanto más tranquilas. El tramo anterior requería de nuestra total atención y eso nos llevaba a estar muy tensas.
Desde el campamento base nuestros compañeros estaban relativamente tranquilos porque lo acordado era que pasaríamos la noche en el glaciar.
Cuando comenzaron a divisar las luces de nuestras linternas frontales la sorpresa fue grande y Alberto y Eduardo se encaminaron hacia la dirección de las luces.
Qué encuentro tan emotivo, las felicitaciones por la tarea realizada, el orgullo que sentían todos por nosotras fue algo maravilloso. Éramos el centro de la atención. Una hermosa sensación.
Y allí estaba la Cordada Femenina, de regreso, con una cumbre nueva en nuestro haber y la felicidad de la tarea realizada y de estar ya algo así como EN CASA.
Después de la jornada larga y agotadora pues salimos alrededor de las 4 de la madrugada (que en ese momento del año en la Patagonia ya hay luz) y regresamos a las 24 horas, aproximadamente, en la noche más oscura; realmente encontrar una carpa armada, una bebida caliente y algo para comer se transforma en el menú más exquisito.
Todo esto sucedió el 20 de enero de 1984
Muchos años después Silvia Metzeltin y Gino Buscaini, reconocidos escaladores europeos y amigos nuestros, nos contaron que Cesare Maestri (1929/2021) había ascendido por primera vez esta punta en el año1958, sin dejar ningún testimonio en la cumbre y la había bautizado Lelia, en homenaje a su esposa.
Con la intención de incentivar la actividad femenina y reconociendo nuestro desempeño como escaladoras consideró dejar que la Punta se llame Mujer, como nosotras la habíamos nombrado.
Siempre muy agradecidas a este gesto de C. Maestri que ha sido uno de los más grandes alpinistas de nuestros tiempos.
MARIA INES BUSTOS
Maria Ines Bustos inició su actividad de escalada y montañismo en septiembre de 1978, junto a Cristina Agued. Invitada al Macizo de Los Gigantes (Córdoba), por el reconocido Dr. Ricardo Lutti. Biólogo y Ecologista y a su vez Co.Fundador del Club Andino Córdoba en 1954, Acompañadas por otra incipiente montañera amateur de ese momento del C.A.C. Silvina Albricchi.
Principales Escaladas y Ascensiones
Enero 1981
Cerro Plata y Cerro Rincón (Vías Normales) en Vallecitos, con Alberto Tarditti y Raul Martinez Roulet
Enero/Feb.1982
Pared Sur Pico Argentino Cerro Tronador. con Cristina Agued
Primera Mujer Argentina en Escalar el Campanile Esloveno. con Alberto Tarditti y Jorge Abeledo
Cara Sur Aguja Principal, vía Fonrouge-Clenk con Aberto Tarditti.
Frente de la Aguja El Abuelo(vía el Techo de Alan Rouse) con Alberto Tarditti
Aguja Frey vía Sifuentes y Fisura de Jim con Alberto Tarditti
Julio 1982
Cordillera Real de Bolivia
Cerro Alpamayo Chico
Pico Austria
Cerro Condoriri - Filo NO
(todas con Alberto Tarditti, Marcelo Badra Y Maximo Schneider)
Enero 1983
Cerro Rincón filo Sur este con Cristina Agued
Julio 1983
Cordillera Real de Bolivia
Zona Negruni y Chachacomani
Escaladas y ascensiones en picos de más de 5000 mts.
Pico Negruni, Nevado Jancolakalla, Punta Aymara, C° Jankocota y C° JanKouyo, con Cristina Agued y otros.
Expedición Argentina Bolivia 83 - Alberto Tarditti, Marcos Aprile, Pancho Marocchi, Julio Gudiño, Maximo Schneider, Marcelo Badra (Cordoba), Guillermo Rainie (San Juan) y Alfredo Vargas(Mendoza). Nota, entre tantas escaladas y ascensiones se lograron 12 (doce) cumbres de más de 5000 mts,. incluida la Primera Absoluta a un 5600 mts., bautizado "Apachita Cuno", y a la Pared Sur.este del Cerro Chachacomani, 6100 mts. (sin cumbre).
Enero/Febrero 1984
Primera absoluta "Punta Mujer", en el Filo del Hombre Sentado - Macizo del Fitz Roy con Cristina Agued.
Enero 1985
Cerro Aconcagua, ruta Normal con Alberto Tarditti
Julio 1985
Expedición a los Nevados del Aconquija, con Marcelo Badra, Maria Esther Pereyra y Aldo Espinosa.
Maratonista y Corredora de Fondo.
1984, Campeona Provincial de Media Maratón 21 km.,
set. 1984 > 3er. Puesto en la Maratón Córdoba Alta Gracia de 42.195 mts.
CRISTINA AGUED - CURRICULUM DEPORTIVO DESDE 1979 A LA FECHA
Escaladas de dificultad en los siguientes macizos montañosos de Europa:
Dolomitas (Italia)
Arco (Italia)
Prealpes (Italia)
Pedriza, Patones, Gredos (España)
Alpes suizos
Alpes franceses
Alpes italianos
Ascensiones y escaladas de dificultad en los siguientes macizos de la Argentina:
Macizo Los Gigantes (Córdoba)
Macizo Cacheuta (Mendoza)
Macizo Cerro Catedral (Río Negro)
Aconcagua (Mendoza)
Cordón del Plata (Mendoza)
San Lorenzo (Santa Cruz)
Fitz Roy (Santa Cruz)
Ascensiones y escaladas de dificultad en otros países:
Co. Illimani 6400 mts cumbre sur (Bolivia)
Co. Ancohuma 6300 mts pared sur (Bolivia) Intento
Co. Hancopiti II 5800 mts (Bolivia)
Punta Mujer – Filo del Hombre Sentado
Cordon Fitz Roy – Patagonia - Argentina
1984
C Agued – M I Bustos
Aconcagua - Glaciar de los Polacos
Mendoza – Argentina
1986
C Agued – J Tarditti – R Storino
San Lorenzo - Cumbre central -
Santa Cruz – Patagonia Argentina
1986
C Agued – G Buscaini – S Metzeltin
Co Tronador – cumbre Principal – Pared sur
Rio Negro – Argentina
1982
C Agued/ M I Bustos
Co Rincon 5400 mts – Filo Sur Este
Cordon del Plata – Mendoza
1983
C Agued/ M I Bustos
Aguille du L´M
Chamonix – Francia – via normal
1984
E Tarditti – C Agued
Torres del Vajolet – Espolon Del Ago
Dolomitas – Italia
1984
C Agued / E Tarditti
Catinaccio – Pared Este
Dolomitas – Italia
1984
C Agued / E Tarditti
Ortles – Ruta normal
Alpes Tiroleses
1984
C Agued / E Tarditti
Co Illimani 6400 mts - Cumbre central
Cordillera Real – Bolivia
1985
C Agued / E Tarditti
Co Ancopiti II 5600 mts
Cordillera Real – Bolivia
1986
C Agued / E Tarditti
Co Tolosa 5700 mts – Glaciar del Hombre Cojo
Mendoza – Argentina
1988
C Agued / E Tarditti
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