Los Brigadistas son trabajadores de los Parques Nacionales abocados a la prevención y respuesta frente a las emergencias dentro de los Parques y sus zonas de influencia. Se trata de un grupo de personas capacitadas en emergencias que son parte de una estructura institucional que trabaja en coordinación con el cuerpo de Guardaparques y eventualmente, según la zona, con Gendarmería y con las Comisiones de Auxilio locales.
Entre los tipos de emergencias en las que actúan pueden nombrarse los incendios forestales, accidentes en zonas agrestes o extravío de turistas y vecinos de las áreas protegidas. En este sentido, destacamos la importancia del rol de quienes se desempeñan como brigadistas y la necesidad de que se les dé estabilidad laboral, remuneración y equipo apropiado para el mejor desarrollo de sus tareas.
Los Parques Nacionales de Argentina reciben visitantes de todo el mundo por la belleza de la Cordillera de los Andes y de otras regiones del país. En cuanto a la actividad turística, es responsabilidad de los Parques garantizar no sólo una visita de calidad a la naturaleza sino también brindar las condiciones de seguridad de dicha visita y una respuesta eficiente ante las eventualidades que puedan surgir en áreas que muchas veces son agrestes, con condiciones climáticas desfavorables y carecen de señal para teléfonos móviles.
Parques Nacionales tiene más de 400 brigadistas, distribuidos en todo el país que dependen de la Dirección Nacional de Lucha contra Incendios Forestales y Emergencias. Este es el organismo nacional responsable de que se los capacite y equipe de acuerdo a la importancia de las tareas que realizan, no solo para la promoción del deporte de montaña y turismo argentinos sino también en defensa del ambiente del país.
A su vez, dentro de cada Parque Nacional el Departamento de Incendios Comunicaciones y Emergencias es el área que los agrupa y organiza, responsable tanto de la atención de las emergencias como de la planificación, gestión y ejecución de las capacitaciones y entrenamientos del personal, la elaboración de los protocolos de actuación a nivel local, el mantenimiento de los equipos y material de trabajo, y la adquisición de la indumentaria y equipamiento necesario, entre otras cosas. Este departamento depende directamente de la Intendencia del Parque.
Hasta acá la historia color de rosas o el *deber ser* que plantea la institución. La realidad es bastante diferente.
Recién este año con la firma del nuevo Convenio Colectivo de Trabajo Sectorial para el Personal del Sistema Federal de Manejo del Fuego los brigadistas pasaron a tener la posibilidad real de hacer carrera y tener estabilidad laboral. Previamente, durante más de 20 años brigadistas de todo el país trabajaron firmando contratos anuales, sin seguridad de renovación. Una situación por demás irregular y precaria, cosa que el estado no le permite al sector privado. Por esto mismo, siendo la forma más fácil, barata y precaria de contratación, estos contratos se usaron históricamente para llenar los baches de la institución. En lugar de tener un cuerpo de agentes entrenados, capacitados y con los materiales correspondientes, se multiplicaron los brigadistas que hacían trabajo de mantenimiento, administración, atención al público, etc. La figura de le brigadista tenía una connotación peyorativa y se les consideraba el escalón más bajo, respondiendo a otras áreas como subordinado. Sin contar lo que la renovación anual de contratos horada la capacidad de decisión propia y de proyección a futuro.
Las realidades de los Parques son muchas y diferentes, y han ido cambiando con el correr de los años, en especial ahora que con el nuevo Convenio de Trabajo pasan a convertirse en una sectorial más dentro de la Administración de Parques Nacionales, con la misma jerarquía que Guardaparques o SINEP.
En el Parque Nacional Los Glaciares la lucha por el reconocimiento de la labor específica de los brigadistas lleva ya 10 años. Una lucha para que se garantice el tiempo y los recursos para capacitarse y entrenarse; para la obtención del equipamiento general y personal para la atención de las emergencias; para que se reconozcan en la categoría de contratación las tareas que se realizan; y para que se aprueben los protocolos de actuación en situaciones de emergencia locales que ya están escritos y tienen más de 5 años de utilización en el campo sin un aval institucional.
Algunas cosas se han logrado, como tener días y horarios destinados específicamente a la realización de prácticas y entrenamientos y se han dejado de hacer tareas que no eran de incumbencia para la labor de los brigadistas pero que históricamente les eran delegadas, cosa que permitió justamente que puedan dedicar ese tiempo para la prevención y preparación frente a las emergencias. Pero mucho camino queda por andar sobre todo en lo que respecta a que tengan el equipamiento e indumentaria que exige la actividad que realizan. En cuanto a la respuesta frente a incendios forestales están cubiertos pero en cuanto a la atención de accidentes de montaña y búsqueda de personas, al día de hoy, si los brigadistas no aportan su propia ropa y equipo (que sabemos es muy costoso) no se podría actuar. Es decir, el Parque Nacional no les está garantizando los recursos necesarios para poder hacer su trabajo y todo queda librado a la buena voluntad de los trabajadores que por las ganas de salir a ayudar no dudan en poner sus botas, camperas, cascos, mochilas, etc.
Otro tema a solucionar, más ahora con la posibilidad que abre el nuevo Convenio, es el de las categorías de contratación ¿Esto qué significa? Hasta la firma del Convenio, en este Parque, legalmente los brigadistas eran sólo combatientes de incendios forestales, la categoría más baja, que no tiene capacidad de tomar decisiones, planificar, gestionar, simplemente responde a órdenes de un superior. Pero de esta manera en la realidad sería imposible actuar de manera eficiente. Es así que los trabajadores fueron tomando responsabilidades y tareas específicas que no les corresponden, pero lo hacen para que todo pueda funcionar y contar con un equipo profesional. Mucho se ha pedido que las autoridades gestionen los contratos necesarios para que esas tareas como son la de Jefe de cuadrilla, radio operador o chofer sean reconocidas y remuneradas apropiadamente.
or otro lado y no menos importante, es responsabilidad de cada Intendencia elaborar protocolos de actuación locales para responder a las emergencias dentro del Parque y sus zonas de influencia. En la Zona Norte del Parque en los últimos 5 años se han ido elaborando y poniendo en práctica protocolos que son el reflejo de la capacitación, experiencia y voluntarismo de sus trabajadores pero que al día de hoy siguen sin el reconocimiento de la institución, que no solo no aprueba estos sino que no elabora alternativas, dejando a sus trabajadores desprotegidos y sin una línea clara de acción. Otra vez, si no es por la profesionalidad y voluntad que ponen sus empleados el Parque queda sin capacidad de respuesta.
Por estos temas se han enviado notas a las autoridades responsables, se han gestionado donaciones, presentado proyectos.
Habiendo agotado todos los medios administrativos para sus reclamos, estas personas decidieron comenzar a tomar medidas de fuerza y hacer visible sus demandas. Comenzaron realizando asambleas y actas y finalmente decidieron empezar a trabajar a reglamento (es decir, hacer solo las tareas que les han sido designadas por contrato, visibilizando todas las tareas extras que se venían cumpliendo sin ningún reconocimiento) y no usar más el equipo propio, para que las autoridades entiendan la importancia de contar con dichos materiales y gestionen la compra correspondiente como se hace solicitado desde hace muchos años.
También se realizó una caminata de 220 km desde la Zona Norte hasta la Intendencia del Parque llevando los reclamos locales y nacionales.
En cuanto a los reclamos nacionales estos trabajadores se suman al pedido de todo el Personal del Sistema Federal de Manejo del Fuego. A meses de estar en vigencia el Convenio Colectivo Sectorial que nombramos más arriba y que tantas expectativas en cuanto a la estabilidad laboral traía, aún no se ha reglamentado el procedimiento para el pase a planta y no hay novedades de avances ni plazos al respecto. Esto sumado a que la gran mayoría de los brigadistas cobra sueldos por debajo de la línea de la pobreza y que no existe un régimen de jubilación especial para un trabajo de riesgo como el que realizan, está generando tensión y acciones a lo largo de todo el país.
Elaborado con base en informes del Brigadista Jorge Franco
El breve relato pretende aportar datos sobre las emergencias registradas durante las temporadas referidas en las que tuvo actuación personal de la Seccional Lago Viedma, zona norte del Parque Nacional los Glaciares (ya sea dentro o fuera de la jurisdicción).
Desarrollamos todas las situaciones de emergencias que se registraron, ya sean avisos en los que se intervino con personal en campo como los que fueron falsas alarmas o no requirieron intervención porque se auto evacuaron. El objetivo de hacerlo de esta manera es porque en todas las situaciones hay que actuar, aunque sea averiguando que la emergencia no existe, por lo que la Brigada de emergencia se activa desde el aviso y esto implica utilización de recursos tanto humanos como materiales. Las emergencias se clasifican en: accidentes de montaña, personas extraviadas, personas fatigadas e incendios.
Esta información debe ser tomada en cuenta en función de la planificación, organización y preparación de las tareas a realizar por el personal contratado para la atención de emergencias, como así también para el resto del personal que participa en dichas situaciones.
Estos informes fueron clasificados en: avisos de incendios, avisos de accidentes en montaña, avisos de personas extraviadas y avisos de persona fatigadas.
Como se puede apreciar en el gráfico la mayoría de los avisos de emergencias son por accidentes de montaña y personas extraviadas (86 % entre los dos), pero como se verá más adelante la gran mayoría de los extraviados no requieren despacho de personal a campo. En menor porcentaje hay avisos de personas fatigadas (6.5 %), que a pesar de no estar accidentadas requieren asistencia para descender (evacuación activa). Por último están los incendios, tanto de vegetación como vehiculares y de estructura.
Con respecto a la estacionalidad de los avisos de emergencia a lo largo del año, se puede apreciar que los meses con más registros son de noviembre a marzo que coincide con la denominada “temporada alta” por la cantidad de visitas. Esto es de esperarse debido a que una mayor cantidad de personas recorriendo el parque aumenta las probabilidades de que suceda una emergencia, es decir, aumenta el riesgo. En el siguiente gráfico se esquematizan los avisos de emergencia mes a mes teniendo en cuenta todos los ítems mencionados anteriormente: accidentes en montaña, personas extraviadas, fatigados/descompensados y avisos de incendios.
Claramente puede observarse en el gráfico que los meses noviembre-marzo del 2018 es en donde se registra el mayor número de avisos, correspondiendo al 74 % del total. Al igual que en temporadas anteriores, se puede apreciar que en esta temporada (2019) ya se empezaron a registrar situaciones de emergencias desde agosto y se produjeron a lo largo de todos los meses del año. Esto es un indicador de que situaciones por pedido de auxilio se pueden llegar a presentar en cualquier época del año. Si bien siempre va existir una época o período estacional de mayor ocurrencia de eventos no deseados, también y en directa relación con lo anterior, se confirma que año tras año va en aumento la cantidad de personas que visitan los senderos fuera de la temporada de verano, como así también más personas realizan prácticas invernales, especialmente esquí.
Para los meses denominados de “baja temporada”, meses de abril a octubre y entre los años 2008 al 2016, se ha visto incrementada las visitas en más de un quinientos por ciento (500%). En números de visitantes, pasó de 2699 visitas en el año 2008 a 13.165 en el año 2016. Esto sumado a un auge de la práctica de esquí de montaña, tanto de gente local como de turistas, genera la aparición de situaciones de emergencias en estos meses de baja temporada.
De los 20 avisos de emergencia que se registraron en la “baja temporada”, 3 fueron por incendios, 9 por personas extraviadas y 8 por accidentes en montaña. Lo que hay que tener en cuenta en las emergencias en estos meses es que los días son muy cortos y las condiciones meteorológicas muy rigurosas (por el frio y la nieve o hielo en los senderos), especialmente para las evacuaciones. De los 8 accidentes, 3 fueron por esquiadores, lo que requiere entrenamiento y equipamiento específico para la atención de dichas situaciones.
Con respecto a la intervención de los avisos de emergencias distinguimos aquellos avisos que necesitaron intervención efectiva en campo por parte del personal de la Seccional Lago Viedma para volver a la situación normal y aquellos que no. Si bien en todos los avisos de emergencia se actúa recaudando información, recopilando datos y poniendo en apresto al personal, no siempre es necesario despachar personal al campo. De los 77 (en 2017) avisos de emergencias se actuó en 48, lo que equivale al 62 %.
Cabe resaltar que la mayoría de los avisos de accidentes en montaña requirieron la presencia de personal de la Seccional en campo, a diferencia de los avisos de personas extraviadas que la mayoría de los casos son falsas alarmas, como se verá más adelante.
Aunque ya es sabido hace mucho que la mayoría de las emergencias en montaña en todo el mundo se producen cuando las personas están volviendo debido al cansancio, la desatención o la acumulación de errores (cadena de errores), es de gran ayuda saber en qué momento se realizan los pedidos de auxilio en esta zona del parque. En función del horario de los avisos de emergencia se puede realizar una mejor planificación de las tareas a realizar y de la jornada laboral del grupo de emergencias.
Entre todos los avisos de emergencias en las que había personas involucradas se registraron un total de setenta y un (71 en 2017) avisos, los seis avisos restantes corresponden a incendios.
En el siguiente gráfico se indican las nacionalidades de las personas involucradas en alguna situación de emergencia, teniendo en cuenta todos los ítems excepto los incendios. En el gráfico se resalta-como es lógico- un 37% corresponde a argentinos.
Sin embargo la diversidad de países con accidentados se destaca la gran popularidad del Parque en el turismo internacional de países desarrollados del Norte y Latinoamericanos.
Los avisos de emergencias que se reciben en la radio estación es por alguno de los siguientes medios: aviso personalmente en el Centro de Visitantes, vía telefónica o por VHF. Como se ve en el gráfico, el 40 % de los avisos se dio vía VHF y quiénes activaron el servicio de emergencias fueron en muchos casos guías del PN, prestadores de servicio, sección de Gendarmería Nacional y personal de APN durante las recorridas y trabajos habituales en los senderos del área.
La implementación de una radio estación durante la temporada, con una cobertura horaria de 8:00 a 22:00 hs. con personal del ICE, dio excelentes resultados. En temporadas anteriores no había una persona asignada a las comunicaciones y la radio era atendida por quien la escuchaba (cuando era atendida) y no se quedaba nadie de guardia ni siquiera durante el desarrollo de la emergencia. Con la cobertura de la radio estación con personal instruido en los protocolos de comunicación de la seccional, se obtienen datos de mayor calidad de lo que está aconteciendo y se consigue un registro más detallado de la emergencia.
La recopilación de la información en un primer momento de la emergencia es crucial para determinar las acciones a realizar y nos permite anticiparnos a lo que nos vamos a encontrar en el terreno, es por esto que la cobertura de la radio estación debe estar a cargo del ICE. Esta cobertura radial también ayudó a que sea más rápida y organizada la convocatoria del personal y los avisos protocolares a las autoridades de APN.
En la siguiente tabla, se discrimina la clasificación de los avisos de emergencias y el medio de comunicación, por el cual fueron informados a la Seccional. Así también, siguiendo la clasificación de éstos avisos, se expresa la cantidad y porcentaje, de aquellas situaciones que requirieron presencia de personal y las que no.
Del total de avisos recibidos, treinta y cinco corresponden a accidentes en montaña. Se destaca en primer lugar la participación de la brigada ICE de la Seccional Lago Viedma en todos ellos. El siguiente gráfico nos indica el lugar en dónde ocurrieron, discriminando en: red troncal de senderos y área remota.
Determinando los senderos de Laguna Torre, Fitz Roy, ingreso norte por hostería “El Pilar”, Madre e Hija, Piedras Blancas, Loma del Pliegue Tumbado, Miradores Cóndores y Águilas cómo integrantes de la red troncal.
Para áreas remotas se han contemplado los siguientes circuitos; vuelta al campo de hielo patagónico sur, laguna Sucia, vuelta al C° Fitz Roy, laguna Toro, Paso del Viento, vuelta al C° Huemul, campamentos de escaladores, tanto del cordón del Fitz Roy como del C° Torre (Niponino, Noruegos, Polacos, Paso Superior, etc.), C° Solo y todos aquellos recorridos que no se encuentran habilitados como senderos, pero que son transitados por quienes practican el andinismo, tanto dentro como fuera del parque.
Entre estos accidentes se registró un hecho fatal por infarto masivo de miocardio en la red troncal. Es importante remarcar que todos los años hay situaciones con fallecimiento, ya sea por trauma o por patologías previas. Estos siempre son momentos estresantes para los rescatistas, ya sea tratando con los familiares del fallecido o manejando situaciones emocionales con la muerte. Es importante el apoyo psicológico en estos eventos para evitar el síndrome de estrés post-traumático de los rescatistas como también el saber complementarse con los familiares del fallecido.
De los ocho accidentes que se produjeron en área remota sólo uno no requirió evacuación de nuestra parte, las personas llegaron por su cuenta a piedra del Fraile y se solicitó la ayuda de la Administración de Parques Nacionales para intermediar de comunicador y solicitar al encargado de la Estancia Los Huemules el despacho de un cuadriciclo para dicho fin. Dos estuvieron relacionados a actividades de escalada, dos más fueron realizando tracking en el circuito Vuelta al Huemul, otro realizando un porteo de material de escalada sobre un glaciar y los últimos dos accidentes se produjeron fuera de la jurisdicción de la APN en eventos relacionados al esquí de montaña.
De todas estas expediciones, sólo una no estaba registrada y esta corresponde a una persona que fue a escalar a la Aguja de la “S”, a la cual se le labró la infracción correspondiente.
Según la opinión de la jefatura de brigadistas es de esperarse para las futuras temporadas que los accidentes en estos circuitos se repitan o incluso aumenten, especialmente en la Vuelta al Huemul, debido al mayor uso del lugar. En una de las intervenciones efectuadas en la zona de Laguna Toro se realizó, como en temporadas anteriores, la evacuación con la ayuda de un caballo. Esta estrategia se puede utilizar siempre y cuando la lesión de la persona lo permita y no siempre va a ser la primera ni la mejor opción. En esta temporada la decisión de realizar la evacuación en caballo se tomó porque el rio estaba desbordado y se dificultaba la evacuación con camilla. El problema que se presenta, al igual que la temporada anterior, es que ante una evacuación con caballo hay que pedir uno prestado y eso demora el despacho de recursos y en definitiva la evacuación. Es necesario realizar las gestiones necesarias para que este tipo de intervenciones se sitúe dentro de un protocolo en el que se establezcan las acciones a llevar a cabo, las tareas y las responsabilidades de cada uno de los que participen.
En la siguiente tabla se expresan, la cantidad de personas, cantidad de horas de trabajo, promedios y datos operativos de éstas intervenciones.
Con respecto al dato de la cantidad de personal que es necesario para estos rescates y el tiempo de intervención, como se aprecia en la tabla de arriba, es variable. Pero el promedio de rescatistas es de 17 y el promedio de tiempo es de 10 hs, por lo que se puede afirmar que los rescates en áreas remotas siempre son complejos, ya sea por la dificultad técnica, la cantidad de horas de intervención o la coordinación de tantos recursos al mismo tiempo.
Actualmente son nueve las personas que trabajan en la brigada con contrato anual y un refuerzo de seis Brigadistas más para el período octubre - marzo. En muchas emergencias reciben el apoyo del personal de Guardaparques y Gendarmería Nacional y en algunas (muy pocas) del personal de la Brigada de sendas, esto siempre y cuando el momento de la temporada y la complejidad técnica del terreno lo permita. Es por eso que en emergencias donde se requieren muchos rescatistas, equipo técnico específico o personal técnico se convoca a la Comisión de Auxilio de El Chaltén.
Temporada tras temporada las posibilidades de tener accidentes complejos en simultáneo van en aumento. Por lo que para resolver estas situaciones siempre vamos a necesitar del aporte, colaboración y soporte técnico-logístico de la Comisión de Auxilio del Centro Andino El Chaltén. Es esta institución, la que tiene profesionales de la montaña que pueden llegar a los lugares más técnicos y complejos de nuestra zona. Además, cuentan con un excelente respaldo logístico de equipamiento técnico y específico para rescates.
Sería recomendable que se inicien las gestiones que fueran necesarias para la elaboración de un convenio de ayuda entre ambas instituciones.
PN y Club Andino Chaltén) Contar con un documento de la índole mencionada nos permitirá cubrir el vacío legal existente cada vez que como institución del estado nacional convocamos a la Comisión de Auxilio para que forme parte en la resolución de una situación de emergencias teniendo en cuenta que todos ellos son voluntarios.
Ante potenciales emergencias de envergadura, como por ejemplo, un accidente de tránsito, lacustre, avalanchas, etc., con varias víctimas y con varias horas de resolución, el número de respondientes, de la APN zona norte puede llegar a 25 (ICE, sendas y Guardaparques.), aclarando que todas las otras acciones de servicio como atención de visitantes, recorridas en sendas, control y fiscalización de empresas, guías, etc., quedarán desatendidas. En el caso de ser necesario más personal se deberá convocar a Brigadistas y Guardaparques de la intendencia.
Por otra parte, al día de hoy es la brigada ICE la que tiene la experiencia y los conocimientos suficientes para la aplicación de las técnicas específicas de rescate para la atención de accidentes en áreas remotas.
En total se registraron veintisiete (27) accidentes en la red troncal, todos dentro de la jurisdicción del Parque. Vale recordar que cuando se trata de intervenciones en red troncal con jurisdicción de Parque, en la mayoría de los casos la atención de la emergencia se realiza con equipamiento y personal de esta Seccional con colaboración de Gendarmería Nacional, salvo algunas excepciones puntuales.
En el siguiente gráfico se representan todas las intervenciones ocurridas en los senderos de la red troncal de la zona norte del Parque Nacional, esquematizando la cantidad de accidentes por sendero. Se evidencia que la mayor cantidad de situaciones ocurren, como es de esperarse, en uno de los senderos más transitados del parque y de mayor dificultad, Sendero Fitz Roy.
A diferencia de temporadas anteriores, el segundo sendero que registró más intervenciones es el de los Miradores Cóndores y Águilas que, a pesar de no tener gran dificultad técnica, lo que más influye en la cifra es la vulnerabilidad del público que lo visita. Por lo general es gente mayor, familias o personas que por su poca experiencia o capacidad física no pueden realizar senderos de mayor dificultad. Este perfil de visitantes influye en que el riesgo de accidentes aumente.
El equipo mínimo de respuesta para la red troncal cuando se realiza evacuación con camilla, debe estar constituido entre seis y ocho rescatistas o brigadistas. Ni bien recibido el aviso y confirmado él mismo, se debe poner en conocimiento y apresto al personal de Gendarmería Nacional y al puesto sanitario. Esto nos permite contar con refuerzos de forma segura e inmediata y a la vez mantener un equipo de respuesta de ocho personas, en caso de que surja otra situación de emergencias. Esta modalidad de trabajo se debería llevar a cabo especialmente en el periodo diciembre – marzo que es cuando se registran la mayor cantidad de intervenciones y la posibilidad de situaciones de emergencias en simultáneo.
Tanto la presencia permanente en los dos senderos principales de la red troncal, como la permanencia por los meses de enero y febrero en el campamento de R° Blanco, permitió que el personal de la Seccional llegara primero al lugar del accidente o a los pocos minutos de ocurrido el pedido de auxilio, permitiendo de esta manera conseguir información clave para determinar qué cantidad y tipo de recursos se deben despachar. Este arribo temprano al lugar de la emergencia nos permite confirmar si realmente estamos en presencia de una situación de emergencia o si se trata de una falsa alarma o incluso se puede dar solución a la misma sin más despacho de recursos. Para temporadas futuras es muy importante mantener este esquema laboral para el mejor desempeño de la atención de emergencias.
El campamento de R° Blanco está en un lugar estratégico geográficamente hablando, porque desde allí se pueden controlar y fiscalizar el acceso a la subida a laguna de los Tres, senda al glaciar Piedras Blancas, senda al Pilar, el acceso a laguna Sucia y los campamentos de Poincenot y prestadores. Igualmente esta zona, en temporada alta, debe ser reforzada con la presencia de un recorredor diario.
Este tipo de situaciones por lo general son de baja complejidad y la intervención pretende evitar que la situación empeore. La mayoría de las veces no requiere más que la participación de uno o dos rescatista y el radio operador, que es clave en estos casos. Sin embargo, son situaciones que año a año van aumentando en frecuencia y vale la pena realizar un pequeño análisis.
En la mayoría de los casos se trató de cuadros leves de deshidratación, calambres, agotamiento por calor, mala alimentación o simplemente cansancio. En una sola oportunidad se debió a una descompensación por enfermedad preexistente, diabetes que le produjo una hipoglucemia. Lo más difícil con estos cuadros es realizar el diagnóstico correcto para poder aplicar un tratamiento, es por eso que la función del radio operador es muy importante en estos casos ya que puede colaborar en el diagnóstico o realizarle la consulta a un médico del Puesto Sanitario.
En estos casos lo mejor es prevenir con cartelería y recomendaciones, pero llegado el caso de tener que intervenir, y siendo que la mayoría de las veces son cuadros de deshidratación y/o mala alimentación, los corredores deberían salir con los elementos para poder resolver estas situaciones, botella con agua, jugos y raciones de marcha energéticas (frutos secos, chocolate, golosinas). Esto debería estar como kit obligatorio del recorredor.
Del total de los avisos de emergencia, treinta y uno corresponden a personas extraviadas. Cabe destacar en este punto que las situaciones de personas extraviadas corresponden más a la categoría de desencuentros o personas demoradas en el sendero. Generalmente el aviso lo realiza un compañero o familiar que lo está esperando y se preocupa o desde algún alojamiento o transporte que los está esperando y no aparecen. De todas maneras se deben activar los protocolos de búsqueda de persona, completar la planilla de aviso, cotejar la tabla de valoración de urgencia relativa y en función de esto determinar si se requieren más recursos o esperar para comenzar con alguna acción.
En el presente gráfico se representan todos los avisos de persona extraviada y a que senderos corresponde el aviso. Al igual que con los accidentes, es el sendero Fitz Roy donde está el mayor registro de personas extraviadas.
De los treinta y un avisos de personas extraviadas, ocho de ellos requirieron intervención efectiva con despacho a campo de personal de la Seccional, lo que corresponde al 26 %. Sin embargo, todos los avisos requieren la atención de la emergencia, ya sea del radio operador para completar las planilla o el traslado de algún brigadista para entrevistarse con quien realiza la denuncia.
Los avisos que requirieron el despacho de recursos se debieron a que al llenar la tabla de valoración de urgencia relativa, ésta indicó valores en los que se recomendaba realizar alguna acción. En cuatro situaciones se tuvo que salir de manera inmediata ya que se trataba de menores o porque los eventos relacionados al momento del extravío hacían suponer que la persona estaba realmente perdida. Sin embargo de las 8 situaciones en las que se despacharon recursos para su búsqueda, 4 aparecieron solos y 4 fueron encontrados en el terreno.
Todos los demás avisos no necesitaron de nuestra presencia en los senderos. Al completar la tabla de valoración de urgencia relativa, ésta indicaba que debíamos esperar más tiempo para el despacho del personal y en esa espera fuimos informados por quienes realizaron la denuncia que los demorados ya se encontraban en su lugar de residencia sin inconvenientes.
Esta temporada tuvimos un gran incremento de avisos de personas extraviadas con respecto a temporadas anteriores. Esta situación posiblemente se deba a que se puso en práctica la cobertura de la radio estación hasta las 22:00 hs. Más de la mitad de los avisos de persona extraviada (17 para ser exactos) se recibieron después de las 17 hs, ya sea por teléfono o personalmente en la seccional. En otras temporadas no nos hubiéramos enterado de estos avisos debido a que no había nadie que los reciba después de esa hora.
En total se registraron seis avisos durante el 2017 por incendio, de los cuales 3 fueron incendios forestales en los que se despachó personal y equipo. Otro fue por un vehículo incendiado dentro de la jurisdicción del parque en el que se asistió por si el fuego se propagaba a la vegetación. Los últimos dos fueron falsas alarmas, uno dentro de la localidad de El Chaltén donde se estaba quemando basura en un camping y otro fue un fogón mal apagado en el Paso Huemul, donde no se despacharon recursos.
Un dato importante a tener en cuenta en esta temporada es que dos de los tres incendios forestales que se registraron fueron en septiembre, fuera de la temporada de incendios para la zona. Esto sumado al trabajo que se viene realizando sobre contenido de humedad del pastizal nos indica que puede haber presencia de fuego incluso en temporada invernal. Siendo que la seccional no cuenta con un galpón para guardar el camión específico, el mismo debe estar sin agua durante el período de heladas y esto conlleva a una demora significativa al momento de realizar el despacho de recursos.
Desde la Jefatura de la Seccional Lago Viedma y en conjunto con la Jefatura de Incendio comunicaciones y emergencia (ICE) del Parque Nacional, se deben realizar las gestiones necesarias para la concreción de capacitaciones y prácticas específicas relacionadas a las acciones de emergencias, especialmente las de carácter técnico como tránsito en glaciar y manejo de cuerdas, como así también la participación en talleres, cursos y prácticas dictados por el Club Andino Chaltén.
El objetivo es mejorar la calidad de respuesta del grupo de emergencia.
Desde la Intendencia del Parque Nacional se deben realizar las gestiones que permitan contar con un medio aéreo (helicóptero) acorde a nuestra geografía, para la atención de las emergencias, que ocurren en áreas remotas. Reiterando que este medio, además de permitir la pronta evacuación del accidentado, permitirá que un menor número de rescatistas se expongan a condiciones peligrosas, persiguiendo ante todo, el de no tener rescatistas accidentados. Como medida adicional se propone hacer un relevamiento de compañías aseguradoras, tanto nacionales como extranjeras, que cuenten con cobertura de helicóptero y establecer cuáles son las acciones a llevar a cabo para que el recurso esté disponible en tiempo y forma.
Se debería adquirir equipamiento técnico específico (mosquetones, cuerdas, elementos de seguridad, etc.) para los accidentes en montaña (gran cantidad del equipo personal lo aportan los Brigadistas y Guardaparques que participan de los rescates). Además, de proveer a los 11 rescatistas de la seccional de indumentaria técnica para las actividades. Hoy contamos con cinco equipos (interior de windstopper e impermeable).
Todos los brigadistas utilizan indumentaria personal para asistir a los accidentes, perdiendo de esta manera, la identidad de la Institución.
Es indudable que se deberían prever contratos para las próximas temporadas para realizar tareas generales y específicas que requiere el territorio, como ser control y vigilancia, uso público, atención al visitante, administración/prensa y mantenimiento.
Muchas de estas tareas las realizan actualmente Brigadistas, quedando reducida, en muchas ocasiones, la cantidad de personal dedicado a Incendios, comunicaciones y emergencias, ya sea para la intervención en una situación de emergencia como para las tareas de prevención, preparación y evaluación de dichas situaciones.
Todo indica que los avisos e intervenciones por emergencias van en aumento a medida que transcurren los años y en directa relación al aumento de visitantes, así como también situaciones de emergencia en simultáneo o en días consecutivos.
• Se debe trabajar en forma conjunta con la zona sur del Parque Nacional la confección del Plan de Contingencias para Emergencias del Parque Nacional con sus respectivos protocolos y planes de acción.
• Es necesaria la elaboración de convenios de cooperación para la atención de los accidentes en montaña y búsqueda de personas extraviadas, incendios forestales y de estructura entre el Parque Nacional Los Glaciares y la Comisión de Auxilio del Centro Andino El Chaltén, como así también, con el Consejo Agrario Provincial y Bomberos de la Provincia para las emergencias que ocurren en su jurisdicción.
• Se debería realizar un esquema de pasantías para las temporadas futuras, con la brigada ICE de El Calafate. El objetivo de estas pasantías es el de aprovechar los conocimientos y experiencias de los integrantes del ICE de la Seccional Lago Viedma para preparar y entrenar a los compañeros de la zona sur para la atención de accidentes en su área de actuación y conozcan los protocolos y procedimientos ante una emergencia en la Zona Norte en el caso que tengan que asistir. A su vez es importantes que los Brigadistas destinados a la Seccional Lago Viedma conozcan las zonas Centro y Sur para una eventual situación que se produzca en dichas área
• La Intendencia debería realizar un tratamiento al Plan de Contingencia de Emergencias en Montaña y sus respectivos protocolos de actuación que fueron elaborados en la Sub Central ICE Lago Viedma. Estos Protocolos ya se están poniendo en práctica desde hace varios años y se requiere que tengan un marco institucional y que estén aprobados por la intendencia.
• Se deben poner en práctica simulacros de los protocolos para la atención de emergencia que fueron confeccionados en esta Seccional. Esta es la única manera de evaluar si el protocolo funciona o hay que modificarlo.
Debido a que en esta y en otras temporadas se registraron situaciones de emergencia en época invernal relacionadas a actividades de esquí y/o snowboard, se debería adquirir equipamiento técnico específico para la intervención en situaciones de avalancha como ARVAs, palas y sondas, ya que el protocolo de búsqueda de víctimas de avalancha así lo requiere. También es de suma importancia realizar capacitaciones y prácticas para desenvolverse de manera efectiva y segura en terreno invernal. En otros años se organizó desde el ICE en conjunto con la jefatura de la seccional, un taller para aprender las técnicas básicas del esquí de travesía, hay que reevaluar la posibilidad de realizarlo nuevamente. Desde el CACH también se organizan cursos y talleres con esta temática, no se deberían desaprovechar estas oportunidades para capacitar el personal. Por otro lado y como medida preventiva, se debería realizar un plan de gestión de riesgo de avalanchas con el fin de poder anticiparnos a este tipo de situaciones.
La implementación de una radio estación durante la temporada, con una cobertura horaria de 8:00 a 22:00 hs. con personal del ICE, dio excelentes resultados. Con la cobertura de la radio estación con personal instruido en los protocolos de comunicación de la seccional, se obtienen datos de mayor calidad de lo que está aconteciendo y se consigue un registro más detallado de la emergencia.
La recopilación de la información desde un primer momento de la emergencia es crucial para determinar las acciones a realizar y nos permite anticiparnos a lo que nos vamos a encontrar en el terreno. Esta cobertura radial también ayudó a que sea más rápida y organizada la convocatoria del personal y los avisos protocolares a las autoridades de APN. Es de suma importancia mantener la radio estación en futuras temporadas e incluso mejorar su funcionamiento. Tres cosas que se deberían mejorar en la radio estación son: 1) reducir el tránsito de personas realizando un acceso alternativo al Centro de visitantes, 2) mejorar la comunicación telefónica y de ser posible implementar el número de emergencias 105 y 3) mejorar el radioenlace con la zona sur.
La caminata 220 kilómetros se realizó desde el Centro de Visitantes Ceferino Fonzo hasta la Intendencia del Parque Nacional en la Avenida San Martín en El Calafate, lo que supuso caminar por doce horas al día sobre las Rutas 41, 40 y 11.
De la travesía participaron cinco brigadistas, quienes invitaron a la comunidad y al resto del personal de los Parques Nacionales de la región a sumarse a la caminata total o parcialmente. La gente reaccionó muy favorablemente acercándose a los caminantes a sacarse fotos en la ruta y llevándose comida y bebida, así como los mejores deseos para su reclamo. En la portada de El Calafate se sumaron a la caminata Guardaparques y Brigadistas de la Zona Sur del Parque y personas de la comunidad en general.
Cabe recordar que el equipo de trabajo realizó varias Actas y Asambleas reclamando los encasillamientos del personal correspondientes a lograr una mejor estructura para hacer operativo al Departamento Incendios Comunicaciones y Emergencias; vestimenta adecuada a la tarea que realizan y la aprobación de los protocolos de emergencias. A nivel nacional se suman también los reclamos de mejora salarial tanto para Brigadistas como Guardaparques y planta SINEP, el pase a planta permanente y un régimen de jubilación especial para brigadistas, dado el riesgo y el esfuerzo físico que implica su trabajo.
En la zona de la Comarca Andina brigadistas de Parques Nacionales y los Sistemas Provinciales y Nacionales de Manejo del Fuego realizaron también una movilización sobre la ruta 40 visibilizando el reclamo nacional con las consignas de recomposición salarial, estabilidad laboral y jubilación acorde. Estas medidas fueron acompañadas por diversas acciones similares en los Parques de todo el país.
Aunque todavía es necesario sumar categorías para llegar al mínimo, luego de la demanda por parte de los brigadistas, se atendieron parte de los reclamos sin embargo, según ellos nos han manifestado, todavía resta gestionar los recursos para la seguridad en el trabajo, la aprobación de los protocolos de emergencia y que se gestionen las categorías faltantes.
Se firmaron los contratos del Departamento ICE (Incendios, Comunicaciones y Emergencias) del Parque Nacional Los Glaciares con menos del mínimo de las categorizaciones demandadas por lxs brigadistas y con las que se optimizaría la respuesta del área protegida ante una emergencia. Sin embargo, aún se espera la solución para la obtención de la indumentaria y material de seguridad para realizar los trabajos bajo las condiciones ambientales de la zona.
Con la presente estructura organizativa resultó que hay 3 personas con categoría B4 es decir Jefes de Cuadrilla, 5 brigadistas con B2 que se dividen en 2 Operadores de Radio y 3 choferes. Esto es lo que se logró para todo el Parque, siendo necesario aun sumar más cargos y capacitaciones para llegar al ideal.
Además, cabe destacar que la indumentaria que provee la institución sólo cubre a un mínimo de personas que pueden dar respuesta todavía limitada. Por ello, se sigue trabajando a reglamento y se solicitan habilitaciones de chofer y una disposición para una Estructura operativa real para el Departamento ICE junto a la aprobación de los protocolos de emergencia.
A inicios del año 2021 se anunció el esperado pase a Planta Permanente para los más de 400 Brigadistas de Incendios Forestales de los Parques Nacionales. Al día de hoy les brigadistas siguen realizando el trabajo firmando contratos laborales anuales, esta situación es así desde hace más de 20 años.
La buena nueva es que por primera vez el trabajo de lxs brigadistas queda enmarcado en un Convenio Colectivo de Trabajo. Anteriormente era sólo un acto administrativo precario lleno de irregularidades. Pero los nuevos contratos que se firmaron siguen siendo contratos transitorios, por lo que por ahora el pase a planta permanente sigue siendo sólo una promesa.
A meses de estar en vigencia el Convenio aún no se ha reglamentado el procedimiento para el pase a planta y no hay novedades de avances ni plazos al respecto. Esto sumado a que la gran mayoría de lxs brigadistas cobra sueldos por debajo de la línea de la pobreza y que no existe un régimen de jubilación especial para un trabajo de riesgo como el que realizan, está generando tensión y acciones a lo largo de todo el país.
Cabe destacar que a las cuestiones generales a nivel nacional se suman las locales de cada Parque. Por eso a principios de mayo lxs brigadistas del Parque Nacional Los Glaciares concretaron una caminata de 220 km para poder tener una reunión con la Intendenta del Parque y de la que se acordó un Acta Compromiso en la que se planteaba la necesidad de trabajar en la mejora de la estructura del ICE, la revisión y firma de protocolos, así como también la falta de indumentaria básica para emergencias.
También se planteó que era necesario entablar un diálogo fluido con la zona Norte respecto a temas que hacen al trabajo de todas las áreas que se desarrollan en torno a conservación, administración, senderos y emergencias.
En el Parque Nacional Los Glaciares el Martes 18 de mayo de 2021
Se concretaron las reuniones con la Intendenta y el Jefe del ICE
Luego de la caminata de 220 km de reclamo por demandas de los brigadistas y el primer encuentro con autoridades del Parque Nacional Los Glaciares, se realizaron encuentros virtuales para avanzar en la estructura del ICE y en temas de trabajo importantes para la Zona Norte del área protegida.
Este martes por la mañana se concretó la primera reunión virtual entre el personal de la Zona Norte del Parque Nacional Los Glaciares compuesto por Brigadistas del ICE, Guardaparques, SINEP, Brigadistas de senderos y la Intendenta del Parque Nacional, Nora Martin; el Jefe del ICE, Roberto Seguel y quienes coordinan Uso Público, Fabiana Rodríguez y Administración, Legales y RRHH, Emiliano Molinari.
Se abordaron diferentes temas, siendo importante destacar que desde la Intendencia se comenzaron las gestiones con la Dirección Nacional de Operaciones para impulsar las licitaciones para la adquisición de vestimenta de seguridad para los rescates, lo que implica una ampliación del presupuesto y que también incluiría ropa institucional para el total del personal del Parque.
En cuanto a temas de interés para la Zona Norte del Parque, se conversó sobre los pasos necesarios para que se concrete el Centro Operativo Lago Viedma, que necesita de un coordinador y que está establecido en el último Plan de Gestión aprobado por el Directorio de la Administración de Parques Nacionales.
Si bien el artículo incluye la importancia de los Rescatistas /Brigadistas en sus diversos roles y también visibiliza sus reclamos cabe reflexionar también sobre la responsabilidad en la conducta y en la preparación de los montañistas y turistas.
Consideramos que, en muchos casos, es necesaria una mayor toma de conciencia por parte de las personas que acceden a los Parques que están aislados y que tienen difícil acceso, ya que esas circunstancias generan de por sí peligros indudables sobre los que los turistas y montañistas deberían tomar conciencia.
Las personas que deseen ingresar al Parque Los Glaciares deberían conocer los peligros que corre su vida también en razón de las temperaturas extremas del lugar, y saber cuál es el equipo necesario y cuáles los riesgos de tomar rutas para las que es imprescindible estar preparado técnica y mentalmente.
Como estrategia permanente sugerimos que Parque Nacionales realice charlas obligatorias en los Parques, a la mañana y a la tarde, sobre las rutas y sus riesgos como así también se verifiquen los equipos y las condiciones físicas de los montañistas que acceden.
Agradecemos especialmente a la Brigadista Mariana Neme por su colaboración en el aporte de información e imágenes para el armado de esta nota.
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