Una de las partes más trabajosas e invisibles y al mismo tiempo valiosa de una expedición es el porteo y traslado de las cargas del material y equipo. Saber cómo organizarnos es fundamental para que la tarea sea disfrutable y segura.
Generalmente, los montañistas tenemos tres mochilas en uso: una chica (de 20 a 30 litros de volumen) para llevar el equipo que necesitemos en una escalada corta, una mediana (de 35 a 50 litros de volumen) para una salida de uno o dos días y la otra de gran capacidad para realizar un viaje largo o una expedición (de 80 a 100 litros de volumen).
Es normal que el que comienza la actividad se cargue innecesariamente con cosas que nunca se van a usar. Es positivo tener conciencia de que es primordial llevar todo lo necesario para la actividad y al mismo tiempo ir lo más ligeros posible, pues menor peso es mayor movilidad y seguridad, tanto en una ascensión como en la escalada.
Se aconseja que una persona con un entrenamiento físico estándar cargue una mochila que nunca supere el 25 % de su peso para que no se lesione. Esto es real pero, según mi experiencia en el montañismo de expedición, en realidad se lleva el 40% de nuestro peso aproximadamente y para ello hay que realizar un entrenamiento específicamente con sobrepeso.
¿Cómo calcular el peso a llevar?: el porcentaje x tu peso / por 100. Por ejemplo, en mi caso, peso 78 kilos, el 40 % de mi peso es 31 kg. Ese es el peso que debería aproximadamente tener mi mochila.
Si calculara el 25% de mi peso, llevaría una carga de 19,5 kg.
Hay que conseguir que el centro de gravedad de la carga se encuentre lo más cerca posible de la espalda y con el mismo peso en ambos lados, para no provocar inercias al caminar. El peso de la mochila debe recaer un 70% en las caderas y el 30%, en los hombros.
En la base poner objetos livianos: bolsa de dormir y ropa secundaria.
Poner en esta zona, los objetos más pesados: calentador, comida, equipo de escalada, etc., recordando que en este punto está el centro de gravedad de la mochila y el secreto de lograr el equilibrio cuando llevemos la carga, para evitar dolores en la zona lumbar.
Poner objetos semi livianos: ropa, comida liofilizada, soga, etc.
Poner objetos delicados y que necesitemos a mano: camelbak (bolsa de agua), kit de reparaciones, cámara de fotos, campera y pantalón impermeable, buzo, guantes y gorro de abrigo, etc.)
Se guardan allí los artículos pequeños y aquellos objetos que se tengan que usar con más frecuencia o en caso de emergencia: botiquín de primeros auxilios, linterna frontal, navaja multiuso, anteojos de sol celular, mapas, brújula, GPS, etc.. Es importante asegurarse de cerrar bien el cierre y guardar el contenido en bolsas impermeables.
El equipo duro es conveniente que se lleve asegurado en el exterior de la mochila con las correas de compresión, también se pueden usar correas suplementarias, según el modelo: carpa, aislante, bastones, piquetas, raquetas de nieve, grampones, estacas de nieve, esquíes, soga de escalada, etc.. Es importante que sea lo último que carguemos y ajustemos bien todas las correas de compresión para compactar bien la carga
Es importante ajustar la mochila firmemente a nuestro cuerpo. Por eso, cuando la tengas puesta, primero inclínate ligeramente hacia delante y ajusta el cinturón abdominal, luego aprieta las correas que presionan los hombros y, por último, abrocha y ajusta la correa pectoral y listo, a caminar!!
1. Para llevar una mochila pesada, aflojar las correas de los hombros al ascender por una pendiente pronunciada y ajustarlas al descender.
2. Guardar siempre las cosas en un mismo lugar, hasta poderlas ubicar de memoria y al tacto.
3. Si sentimos las correas de la mochila se nos clavan en los hombros, probar de aflojarlas y apretarlas, si esto no funciona, es que el peso de la mochila no está bien distribuido.
4. No colgar objetos en el exterior de la mochila, dificultan la marcha en pasos estrechos y se pueden perder con facilidad.
5. Guardar la ropa y la bolsa de dormir en bolsas impermeables para asegurarse que estén secas.
6. Cuando lleves la mochila en un terreno más vertical, es conveniente poner los objetos pesados más abajo de lo normal.
7. Cuando levantes la mochila del suelo usa siempre las piernas, nunca la espalda.
8. Es de suma ayuda usar una faja lumbar cuando tengamos que llevar mucho peso en la mochila.
9. Si usamos adecuadamente los bastones de marcha, ahorraremos energía y lograremos un mejor equilibrio.
10. Para saber si la mochila está bien armada, cuando la apoyes en el suelo tiene que quedar parada en equilibrio.
Montañista desde 1985, ha desempeñado tareas en las áreas de cultura, educación, entrenamiento, dirección, organización, administración. Fundó en 1996 la Escuela de Entrenamientos de Montaña, en el año 2000 el Centro Cultural Argentino de Montaña, en el 2008 la revista digital Noticias de Montaña y en el 2010 la Red Cultural del CCAM, todos emprendimientos que hoy siguen creciendo y madurando. Además es documentalista, fotógrafo, periodista y editor; e impulsor de proyectos vinculados a la cultura de montaña en la Argentina.
Terapeuta desde el año 1992, Impulsor y desarrollador de la medicina natural y el trabajo del autoconocimiento personal, Auxiliar de Kinesiología, Consejero emocional, Terapeuta en Medicina Tradicional China, Técnico en Tui Na (masaje Chino), Técnico en Acupuntura, Técnico en hipnoterapia, Masoterapeuta, Técnico en Digitopuntura, Técnico en Reflexología, Técnico en Moxibustion, Técnico en Auricupuntura, Instructor en Chi Kung, Instructor de Kung Fu, Practicante de Iaido, Meditación Zen.
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