EDITORIAL: Palloni Ediciones, Rio Cuarto, Córdoba.
AÑO: Tercera Edición, septiembre de 2008
FORMATO: 16 x 20 cm.
PÁGINAS: 137
IDIOMA: Castellano
FOTOS, CROQUIS Y DIBUJOS: Christian Vitry
EDICIONES ANTERIORES:Primera Edición, 1997, Segunda Edición, 2000
OBSERVACIÓN: La primera y segunda edición fueron realizadas por el autor
"Dedicado a mis hijos y a todos los soñadores que no pueden resistirse al encanto de la belleza material y conceptual de la Montaña"
La lectura del libro "El Nevado de Cachi" del Licenciado Christian Vitry, en su tercera edición, me trae a la mente aquello de... "dime que escribes y te diré quien eres..."
El autor es un hombre profundamente enamorado de la naturaleza, en particular de las montanas, específicamente las de su patria chica, esto es, las de la Puna Argentina, que a la imponencia de sus desmesurados volúmenes, suman la inagotable riqueza de su hostil geografía, y la indeleble impronta tallada en ellas por sus pobladores originarios. Ellos las vincularon estrechamente con la deidad que en oportunidades los protegía o castigaba y en sus verdes valles erigieron las aldeas en las que discurrió su existencia y cultura, fuente de historias y leyendas que si bien han llegado en buena cantidad hasta nuestros días, aun queda, sobre ellas, mucho que investigar...
Esta es precisamente la apasionante especialidad de Vitry: La exploración, estudio y la conquista de sus montañas; el riguroso conocimiento científico de sus pueblos nativos, medio ambiente, vida, creencias y cultura. La obra que nos ocupa pone en relieve el conocimiento profundo que el autor posee sobre el macizo montañoso calchaquí, que constituye su objeto y que, prácticamente analiza en todos sus aspectos a través de sus diversos capítulos. Esta vocación, manifestada en los albores de su adolescencia, le condujo necesariamente a obtener el Profesorado de Geografía y Ciencias Biológicas y la Licenciatura en Antropología, herramientas científicas indispensables para el desarrollo de su pasión y que le han llevado a ser, entre otras cosas, un destacado montañista y respetado arqueólogo.
Desfilan así desde sus recuerdos infantiles de la zona, cuando en compañía de sus padres hace sus "Primeros Contactos con el nevado del Cachi", sus visitas posteriores para recorrerlo, estudiarlo y escalar sus varias cúspides. No olvida Vitry referirse a la prehistoria de la región para incluir luego, en forma muy particular, el recuerdo de los primeros andinistas que recorrieron las faldas de la montaña en busca de rutas que tornaran viable el acceso a sus cumbres y las primeras conquistas de ellas. Es con la minuciosa descripción de esos caminos, con lo que este libro se transforma en una obra de consulta obligada para quienes deseen repetir esos itinerarios.
Incursiona asimismo, en un apasionante estudio toponímico del nevado, tópico sobre el que afirma: "para poder comprender el significado de los topónimos, además de la lingüística es necesario conocer y aprehender el espacio geográfico que lo contiene. Como también a la gente del lugar. Sus costumbres y tradiciones". Conocemos con ello las diversas y a veces opuestas significaciones del topónimo "Cachi", según la etimología que se le adjudique. Entre ellas cabe citar la que considera equivalente a la de "Sal" y la circunstancia de que desde la cumbre del sistema es claramente visible el Salar de Pastos Grandes. Minucioso es su relevamiento de sitios de interés arqueológico localizados en las montañas y valles que integran esa cadena orográfica. La filosofía del Licenciado Vitry, según se desprende de su obra puede ser condensada, a mi juicio, en sus propias palabras, cuando expresa:
"La montaña ha ejercido siempre un gran atractivo para el hombre, un misterio sin respuestas y todos los que transitamos por ellas lo sabemos, tenemos conciencia de la magnificencia de la montaña en todo su esplendor, como de la pequeñez y fragilidad del hombre, cuando los elementos naturales se desatan con fiereza".
"Montana... que sublime palabra que nos llena de vida interior cuando recordamos los momentos vividos en ella, cuantas enseñanzas, lecciones de vida y reflexiones que en la ciudad son impensables".
"La montana. .. toda una fuerza natural y simbólica atesorada en sus entrañas. Esto que hoy nos ocurre a muchos montañistas, sin duda aconteció a los habitantes prehispánicos de América. Quienes veneraban a los cerros dotándolos de poderes y propio existir. Era parte vital de su realidad y devenir, fue la vida misma pues en ella se generaban las arterias que nutrían la sedienta tierra, de la cual dependían y a la cual se debían. La montaña era presente, pasado y futuro, religión, sociedad, política, tradición y poder. Fue, es y será sinónimo de excelsidad".
Las fotografías, perfiles y croquis topográficos insertos en el libro permiten la debida interpretación de su texto, al que acompañan durante todo su desarrollo y que contiene, además, una detallada bibliografía que la enriquecen. Focalizada en el impactante macizo puneño del Cachi, esta erudita obra, que desborda de espíritu de aventura y rigor científico, me permite afirmar que no puede estar ausente en la biblioteca de todos los amantes de la naturaleza. También quisiera expresar mi deseo de disfrutar de nuevas obras en las que Vitry nos hable de esos cerros que son la pasión de su vida.
DR. ALFREDO E. MAGNANI
Mendoza - Octubre - 2007
El Dr. Alfredo Magnani (1930-2011) fue un montañista de vasta trayectoria. Participo en la Primera Expedición Argentina al Himalaya, habiendo llegado a la cota de 8.050 m en el Monte Dhaulagiri (8.167 m) en el año 1954, record argentino que se mantuvo hasta 1990. Fue uno de los mentores de los Parques Provinciales Aconcagua, Tupungato y Cordón del Plata. Publico tres libros, escribió numerosos artículos y el más completo compendio del andinismo argentino, falleció en Mendoza, a los 81 años, en marzo de 2011.
Ya ni las cumbres escaladas ni sus crónicas nos pertenecen. Quedan esas jornadas de fatiga superando las interminables laderas nevadas y extensos valles. Alguna noche bajo el cielo poblado de estrellas. Esa sensación de lo infinito y la prueba vital de la naturaleza. Y es en un espíritu amplio donde esto trasciende. Donde cobra dimensión humana. Detrás de tan gratos recuerdos esta mi amigo acodado sobre una luz tardía con su testimonio, su expresión, su vivencia. Todo se conjuga en este trabajo de Christian Vitry. Los senderos andados y un sentimiento. Las altas cumbres y el maravilloso hallazgo de sus tonos, su comportamiento, sus ancestros. Es un acto de entrega y motivo a las generaciones futuras. Cuanto valor adquieren las horas dedicadas. Deseo entonces que el Nevado de Cachi (Blanco Peñón de la Soledad) se convierta en la referencia de nuevas búsquedas y en el vehículo de comunicación con Christian Vitry, un montanista integro. Alguien que ha entendido que lo más importante radica en el camino. Se necesita constancia, humildad, convencimiento para haber llegado a la ultima pagina de este trabajo. Quedara entre otros lomos de biblioteca. Latirá como resumen de un esfuerzo. Se convertirá en un hilo invisible de unión con el gran macizo y hará que uno levante los ojos a sus cumbres. Y en tanto el Cachi observa desde lo alto, Christian Vitry será el impulso a una nueva conquista.
JORGE GONZALEZ
Historiador e Instructor de Alta Montaña
"No hay hombres que piensen tan seriamente como cuando se escala una montaña ni que escriban ese mismo orgullo intimo"
H.G. Wells
La Frase del famoso novelista inglés resume maravillosamente lo que yo hubiera querido escribir como prólogo a este primer libro de Christian Vitry. Es como haber terminado un relato antes de empezarlo. Además es un orgullo intimo que Christian me haya invitado a prologar su obra. Basta de rodeos y vamos al grano, que no se hace cumbre con palabras. Quiero decir, que a pesar que me inicie como montanista allí por 1973 cuando Roberto G. Vitry, su padre, presidia el Club Amigos de la Montaña, nunca supere. un "cinco mil". Por ello envidio sanamente a los andinistas que luego del tremendo esfuerzo de trepar a riesgo de su vida tienen el premio de tocar el cielo con las manos. Hay cosas de la montaña que solo el los entienden. Para los que estamos en el llano, vemos al majestuoso cóndor volar allí arriba, mientras que ellos, los andinistas, ven al mismo cóndor volar allí abajo. Y, claro la perspectiva es otra. Christian escribe sus vivencias en la montana, con perspectiva, con la blanca tinta de las nieves eternas. Su texto es geografía. es arqueología, es historia. es turismo, es en definitiva, todo lo que la montaña ofrece a los elegidos que la poseen. Uso a propósito la palabra poseer con toda la carga filosófica singular que para el caso tiene.
No quisiera terminar sin referirme brevemente a la cadena montañosa del Nevado de Cachi y sus aspectos geológicos. El cordón de Cachi - Palermo, comprende un gigantesco bloque tectónico elevado durante los movimientos que formaron los Andes. Está compuesto de pizarras marinas atravesadas por platones graníticos, siendo el conjunto de edad tardía. esto es con una antigüedad del orden de los 600 millones de anos. Durante el periodo Cuaternario, las cumbres se glaciaron bajando el límite de las nieves permanentes unos 1.000 metros por debajo de la cota actual. Al retirarse los hielos dejaron circos, morrenas y otros rasgos propios de la dinámica glaciar. muchos de ellos las vías que usan los montanistas como rutas de ataque a las altas cumbres. En síntesis, el trabajo constituye un interesante aporte a la geografía de Salta que se enriquece con las descripciones genuinas de un experimentado montañista.
RICARDO N. ALONSO
Doctor en Ciencias Geológicas
DATOS GENERALES
El Nevado de Cachi es una cadena montañosa ubicada en la provincia de Salta, compuesta por 9 cumbres, 4 de las cuales superan los 6.000 metros, mientras que las 5 restantes sobrepasan los 5.000 metros. La altura máxima corresponde a la cima "El Libertador", de 6.380 metros.
Se trata de una de las montañas de referencia del Norte argentino, tanto su ubicación geográfica y altura, como por su paisaje e historia. Esta concatenada al Cordón de Palermo, el cual, a su vez, esta coronado por cuatro cúspides de más de 6.000 metros. La distancia aproximada de todo el macizo es de 50 km., en sentido Norte-Sur. Desde principios del siglo XX llamo la atención de montañistas y viajeros, pero debieron transcurrir cincuenta años para que finalmente se logre ascender su cumbre. La primera ascensión al Cachi se realizo en el verano de 1950, cuando tres pioneros conquistaron la cumbre más alta. Antes de esta expedición, hubo cuatro intentos por diferentes rutas. Cada uno de ellos dejo su historia, que será brevemente relatada en el presente capitulo.
PRIMER INTENTO DE ASCENSIÓN
La historia deportiva del nevado de Cachi se inicia con una de las grandes figuras del montañismo, el Dr. Federico Reichert, quien había sido contratado por el gobierno argentino para relevar borateras en la Puna. Durante el invierno de 1904, este geólogo alemán partió desde la ciudad de Salta por la quebrada de Escoipe hacia la Puna, atravesó el valle Calchaquí, pasando por Molinos, desde donde partiría hacia el "despoblado", remontando la quebrada del rio Luracatao. Reichert no tenía planeado ascender al nevado de Cachi, pues iba a trabajar en los salares de la Puna, pero, atraído por su figura, no resistió la tentación, tal como lo cuenta en su relato del viaje:
"Para superar las alturas del borde oriental de la montaña en la Puna, fue necesaria una desviación hacia el norte donde, al oeste del nevado de Cachi y a una altura de 6.500 metros, se abre una brecha en las cercanías de una localidad llamada Vicuña Muerta. Quienes ya me conocen, pueden comprender fácilmente como me sentí al encontrarme frente a aquella montaña. Era el primer punto a 6.000 metros de altura que tenia, por así decirlo, al alcance de mi mano. Mi apuro por llegar a las salinas ya no era tan grande. En un abrir y cerrar de ojos decidí escalar aquel coloso, donde en realidad no tenía nada que buscar. Dispuse que en la vega de Colpayo -un harto pobre lugar de pastoreo permaneciera la mayor parte de las mulas, y partí con rumbo al este para penetrar en los pliegues cordilleranos. Manadas de guanacos y vicuñas se desparramaban por doquier. [...] Cuando ya habíamos llegado a casi 5.000 metros con las mulas, continúe la marcha sin compania en busca de la cumbre y trepe hasta más de 6.200 metros, aunque sin llegar a la cima que, dicho sea de paso, no brinda dificultades técnicas; no lo hice porque un viento tempestuoso y gélido aconsejaba el retorno. Sea como fuere, la verdad es que aquel primer ascenso a las alturas de los Andes argentinos me brindo una formidable impresión por la magnitud de las montañas y, al mismo tiempo, fue un acicate para nuevas hazañas y también para emprender en serio la gran misión que me había sido encomendada" (Reichert, 1967:57).
Este primer intento de ascensión al Cachi marco el inicio de la formidable trayectoria de Federico Reichert en los Andes del Sur y abrió una ruta que no fue repetida hasta ahora, habiendo transcurrido ya más de un siglo. La campaña del doctor Reichert continuo por Chile, donde permaneció hasta las Pascuas de 1905. El 1 de mayo de ese año dejo Cachinal (Chile), entrando a nuestro país por Socompa. Este volcán, de 6.080 metros de altitud, cautivo al científico, quien lo ascendió con el apoyo del lugareño Santiago Díaz. Reichert, "encuentra restos de leña cortada en trozos" en la cima, la que se utilizaba para "hacer fuego y efectuar señales a la distancia", según el testimonio de una india. Reichert conquisto la cumbre del Socompa el 6 de mayo a las 17 horas. En la primera parte de su expedición, fue acompañado por otro alemán, el ingeniero Roberto Helbling, otra figura de la historia del montanismo, que en ese entonces trabajaba en Mina Concordia, ubicada en la Puna de Salta.
Ambos compatriotas planificaron en Salta la conquista del Aconcagua, que sería la tercera de la historia, después del suizo Mathias Zurbriggen (14 de enero de 1897) y de Stuart Vines y Nicolas Lanti (13 de febrero de 1897). Helbling y Reichert integraron la triunfal empresa, que culmino el 31 de enero de 1906. Reichert abandono muy cerca de la cima, a los 6.800 metros, mientras que Helbling pudo alcanzar la cumbre, donde rescato la piqueta de Vines. El doctor Federico Reichert escribió los libros "La exploración de la alta cordillera de Mendoza" y "En la cima de las montanas y de la vida", donde dejo las impresiones de sus viajes. Además de estos y otros libros, publico numerosos artículos en revistas especializadas.
PROLOGO................................................................................................................ Capitulo I PRIMEROS CAPITULOS DE LA HISTORIA DEPORTIVA DEL NEVADO DE CACHI............... Capitulo II CONSIDERACIONES GEOGRAFICAS E HISTORICAS..................................................... Capitulo III NEVADO DE CACHI: GUIA DE RUTAS PARA MONTAÑISTAS.......................................... Capitulo IV LA MONTANA, EL PAISAJE Y SUS SIGNIFICACIONES. .................................................. BIBLIOGRAFÍA.......................................................................................................... | 5 9 45 61 111 133 |
- Primera travesía del cordón Cachi – Palermo, 2005.
Expedición entre el Nevado de Cachi (6.380 mts) y el Nevado de Palermo (6.150 mts)
Mail: info@culturademontania.org.ar
WhatsApp: +54 11 3060-2226
Instagram: @ccam_arg
www.facebook.com/ccamontania
Contáctate y comenzá
la aventura de integrarte
a la red cultural