La periodista norteamericana, Martha Louise Root, nació el 10 de agosto de 1872 en Marysville, Ohio. Después de su nacimiento, la familia se traslada a Cambridge Springs, en Pensilvania. Martha Louise Root estudió en el Oberlin College, Ohio, por cinco años. Sirvió como profesora y directora de escuela secundaria en Pensilvania; publicó algunos ensayos literarios y obtuvo su diploma de bachillerato por la Universidad de Chicago en 1895.
Alrededor de 1900, reemplazó al editor del diario Pittsburgh Chronicle Telegraph. Ese mismo año trabajó para el Pittsburgh Dispatch, iniciando su carrera como periodista. Posteriormente se trasladó al Pittsburgh Press y más tarde al Index of Pittsburgh Life, escribiendo allí artículos sobre automovilismo. Fascinada por el mundo automovilístico, viajó a Francia, donde escribió artículos sobre los nuevos desarrollos en este campo.
Regresó a Pittsburgh en mayo de 1902, donde continuó escribiendo sobre automóviles para el Index y más tarde para el Pittsburgh Gazette, adquiriendo así experiencias que la prepararían para la formidable tarea que tenía por delante.
En 1909 se unió a la comunidad bahá'í americana -una comunidad religiosa de carácter mundial, con principios e ideas que promueven la unificación de la humanidad entorno a una Causa universal.
En 1915, en una época en que raramente las mujeres eran vistas solas, emprendió su primer viaje alrededor del mundo, partiendo de Nueva York a Europa, Egipto, India, Birmania (actual Myanmar), Japón y luego a Hawai. Tenía planes de visitar lugares sagrados de su Fe en las ciudades de Haifa y Akká, pero Palestina estaba en estado de guerra, ocupada por tropas alemanas y turcas, hecho que le impidió cumplir con su objetivo.
Viajó a Egipto, donde permaneció durante seis meses, trabajando como periodista, cubriendo algunos importantes sucesos de la guerra. Desde allí conoció de cerca la situación de cuatro a seis mil judíos refugiados, expulsados de Palestina por el Imperio Otomano de Turquía, teniendo la oportunidad de entrevistar a muchos de ellos.
Testificó los preparativos militares para la Primera Guerra Mundial, con el movimiento de soldados y piezas de equipamiento militar en Egipto, siendo embarcados para el estrecho de Dardanelos a la noroeste de Turquía, donde el mar Egeo se une al mar de Mármara separando a Europa de Asia – un tiempo en que ninguna mención de esa actividad bélica fue registrada por la prensa de la época.
Luego, Martha viaja a Bombay (India) y luego a Yangon (Myanmar), regresando a través de Hawai, después de siete meses de viaje, y regresando a Estados Unidos el 29 de agosto de 1915. Esta sería sólo uno de sus muchos viajes a través del mundo.
Aunque muchos libros han sido escritos sobre esta destacada mujer, cabe destacar dos hechos importantes de sus múltiples viajes: el primero su contacto en 1926 con la reina María de Rumania, uno de los más nobles miembros de la realeza europea, que devino a ser la primera cabeza coronada en aceptar de forma incondicional la Causa de Bahá'u'lláh. Un largo artículo en el diario "Toronto Daily Star", del 4 de mayo y 28 de septiembre de 1926, en Canadá, testimonia con declaraciones muy elogiosas la nueva causa.
El segundo hecho destacable a través de sus viajes, es la estrecha amistad que estableció con Lydia Zamenhof, hija del creador del Esperanto. Martha se había convertido en una consumada esperantista, mientras que Lidia, más tarde, traduciría importantes obras de los escritos bahá'ísal Esperanto.
A principios de 1919, sintiendo el deseo de viajar a América del Sur para difundir las ideas bahá'ís, promover el idioma esperanto y estrechar las relaciones entre los países, Martha Root inicia los preparativos de su viaje.
Se dirige primero a Nueva York, donde inicia una serie de charlas divulgando sus ideas y buscando medios para autofinanciar su largo viaje. Se reúne con el dirigente de un sindicato de periódicos y éste le pide que le venda sus artículos sobre de América del Sur. Este dirigente enviaría a su vez sus historias a un centenar de periódicos dentro de los Estados Unidos.
Martha Root debía iniciar su viaje el 21 de junio de 1919, pero finalmente el 22 de julio el barco parte, cuando marineros chinos fueron traídos a bordo para sustituir a los marineros estadounidenses que estaban en huelga. Durante varios días el barco permaneció varado junto a la Estatua de la Libertad.
Del 22 de julio al 7 de noviembre de 1919 fue su viaje a través de América del Sur. Partió de Nueva York en el vapor Alban, con parada inicial en Belém, en el norte de Brasil, de allí siguiendo para las ciudades de Fortaleza, Recife, Maceió, Salvador de Bahía, Río de Janeiro, San Pablo y Santos, antes de seguir hacia Montevideo, Buenos Aires, Mendoza, Valparaíso y desde allí con breves paradas en ciudades de la costa del Pacifico, hasta la ciudad de Panamá. De allí se dirigió a Cuba completando su travesía alrededor de América del Sur.
Si un largo viaje es difícil ahora, se puede uno imaginar el viaje de una mujer sola, en un tiempo en que había muchos prejuicios contra la mujer; además de los desafíos encontrados a lo largo del camino - brote de fiebre amarilla y viruela, revoluciones locales, entre otros. Con una resolución férrea, esta intrépida periodista seguiría su viaje con plena confianza, segura de que las puertas se abrirían en todas las oportunidades. Sus relatos detallados de este viaje indican que durante cada tramo, fuera el buque grande o pequeño, ella conversaría con el comandante de la embarcación, solicitando una oportunidad para reunir a los pasajeros y compartir con todos ellos sus ideas, manteniendo conversaciones significativas e intensas sobre temas de la actualidad. Además, en cada ciudad le fue posible entrevistar a autoridades locales de todos los niveles, realizar conferencias, dejar libros en bibliotecas, ¡establecer amistades e iniciar interacciones cuyos desdoblamientos perduran un siglo!
Aunque la lista de sus múltiples contactos es amplia, vamos a destacar unos pocos, como la Sra. Lillyan Vegas, de la ciudad de Recife, una de las fundadoras del Banco de Leche para madres y personas carentes en Brasil, un proyecto que más tarde fue ampliado por el Gobierno brasileño; el Dr. Samuel Taylor Darling - fundador de la Escuela de Higiene y Salud Pública de la Universidad de São Paulo; los Sres. Angelo Guido Gnocchi, también periodista y artista plástico, más tarde director de la Escuela de Bellas Artes de Rio Grande do Sul; el Sr. Everardo Backheuser, ingeniero, geólogo, escritor y pedagogo brasileño y personalidad de la llamada Nueva Escuela; el Dr. Alberto Couto Fernandes, que junto con el Dr. Backheuser fundaron el Club Brasileño de Esperanto - BrazilaKlubo Esperanto. Estos tres últimos de la ciudad de Santos.
Los periódicos en todas las ciudades a lo largo de su viaje publicaron sistemáticamente artículos destacando sus ideas, conferencias y actividades que promovía.
La propia Srta. Root destacó los desafíos del embarque en el Itassucê, un navío brasileño que llegó inesperadamente en la ciudad de Salvador, Bahía y en el cual viajó para Río de Janeiro: “Tras descargar en los muelles, el navío paró en el puerto, sometió los pasajeros a la más rigurosa desinfección, mientras iban embarcando, y antes que la desinfección terminara, sus equipajes también fueron sometidos la desinfección.-Fue un acto heroico – azufre más que suficiente para este mundo y el venidero. Los médicos examinaron los pasajeros y un médico a bordo verificaba su temperatura todos los días...”
Las condiciones sanitarias en la ciudad de Salvador, Bahía, en aquellos años, eran terribles. Los periódicos relatan que "El bienio de 1918-1919 fue particularmente desastroso para la salud de los soteropolitanos [moradores de Salvador]. No por casualidad, el número de habitantes de Salvador pasó de los 348.130, computados en 1912, a los 283.422 registrados por el censo de 1920. El impacto demográfico producido por el alto índice de mortalidad por enfermedades transmisibles en Salvador parece haber sido significativo. La epidemia de gripe española irrumpió en Salvador entre septiembre y diciembre de 1918. Al año siguiente, la población fue afectada por una epidemia de viruela. En paralelo, los periódicos también registraron brotes de fiebre amarilla.
El diario A Tarde, edición del día 23.08.1919, registró el paso de Martha Root por Bahía con un titular en la primera página, indicando: "Miss Root propaga religión, comercio y esperanto", el contenido del artículo destaca la conferencia por ella pronunciada, que indica el objetivo de su viaje: "unir a los dos pueblos..." - Brasil y Estados Unidos. El artículo destaca que ella "además de periodista", es también propagandista de la lengua Esperanto y de la Causa Bahá'í, que es una nueva religión, de quien son fundadores el Báb, Bahá'u'lláh y 'Abdu'l-Bahá. "..., teniendo como objetivo reunir a los pueblos de religión y lenguas diferentes, en un solo idioma y en una sola religión...”
La breve parada en la ciudad de Río de Janeiro, entonces, capital de Brasil, fue suficiente para entrevistarse, el primer día, con el cónsul general americano, el Sr. Arminius T. Haeberle. Le fue presentado también el editor del Periódico del Commercio que estaba haciendo una visita al consulado, resultando de ello la publicación de un largo artículo en este periódico.
También se presentó a destacados esperantistas, además de visitar igualmente el Jornal do Brasil, con nuevo artículo publicado en la edición del domingo.
Luego se dirige a la ciudad de São Paulo, entonces considerada como la "Chicago" de Brasil, debido a la concentración de industrias. Allí, además del ya citado Dr. Samuel Taylor Darling, ella se entrevistará con otras personalidades, tales como el abogado sirio, el Dr. Assad Bechara, "apasionado defensor de la liberación de su país". Literatura bahá'í en inglés y francés fue dejada en las principales bibliotecas.
Tomando el tren de San Pablo al puerto de Santos, el 10 de septiembre de 1919, destacaba aquella vía férrea diciendo: "El tren flota como un pájaro entre las montañas y se queda impresionado y admirado por la grandeza de millones de árboles silvestres por todos los lados. Once túneles fueron excavados en la roca y hay montañas de granito. "
Dejando a Brasil a través del puerto de Santos, la periodista estadounidense, Martha Root, tomó el barco francés "Samara", que acababa de llegar de Burdeos, Francia.
Barco francés “Samara”, que llevó a Martha Root con destino a Montevideo y Buenos Aires. El barco llegó a Santos el 14.09.1919, viniendo de Bordeaux, Francia, con parada en Rio de Janeiro.
Profundamente enfocada en sus objetivos de proclamar los ideales de la Causa bahá'í, el idioma Esperanto, que pretende facilitar la comunicación entre los diferentes pueblos y el estrechamiento de las relaciones comerciales entre los diferentes países, la Srta. Root, sugirió la realización de una "conferencia" en el salón de cena del barco, lo que se concretó días después. Como la mayoría de los pasajeros hablaban francés y español, ella encontró a un joven que hablaba inglés, que pudo ayudarla en la traducción de la "conferencia", la cual fue anunciada por el comandante del barco. Tal fue el entusiasmo generado entre los pasajeros presentes, que muchos realizaron innumerables preguntas.
Entre los pasajeros había un grupo de veinte aviadores argentinos que regresaban de una misión en Francia. Ella relata que cuando "esos aviadores desembarcaron, Buenos Aires los recibió en el muelle con flores y una bella recepción. El comandante, que es de Argentina, salió cargado del barco, en los hombros de sus compatriotas y marchando a través de las principales avenidas. "
De acuerdo con los periódicos de la época, tal comandante era nada menos que Vicente Almandos Almonacid. El ingeniero y aviador argentino que participó en la Primera Guerra Mundial como piloto de la Fuerza Aérea Francesa. Fue cofundador de la aerolínea Aeroposta Argentina, la primera persona en cruzar los Andes por aire por la noche y el artífice de la mayor parte de las rutas aéreas de Aeroposta. Años más tarde, como diplomático, presidió el consulado argentino en Boulogne-sur-Mer, desde 1938 a 1945. El reconocimiento de sus hechos en Francia fue otorgado en múltiples ocasiones, a ravés de la Legión de Honor y la Medalla Militar, y su nombre se encuentra esculpido en el Arco del Triunfo junto a una corta lista de héroes franceses; mientras que en Argentina el aeropuerto de La Rioja fue bautizado en su honor.
Largos materiales periodísticos se publicaron en Buenos Aires Herald, de 21.09.1919 y de Revista Caras y Caretas, abril de 1920.
El paso de esta periodista estadounidense por Argentina será el más extraordinario. Permaneció entre los días 20 de septiembre y 4 de octubre de 1919. Buenos Aires, entonces, con una población de más de medio millón de habitantes, era la mayor ciudad de habla hispana del mundo y la mayor ciudad de América del Sur, la cuarta más grande de todo el hemisferio occidental.
Su estadía en Buenos Aires fue coronada por diversas y animadas conferencias públicas, atendidas por un público ampliamente diversificado, entre ellos editores de periódicos y periodistas, artistas, educadores, líderes de pensamiento y teósofos, entre otros.
Los diarios de Buenos Aires cada día anunciaban tales conferencias, así como publicaba interesantes artículos sobre las ideas presentadas por la Srta. Root.
Algunas de estas personalidades merecen una breve mención, el Dr. Federico de Valles Vargas, un médico cirujano peruano que había emigrado a Argentina alrededor de 1911, junto a su familia. Él era entonces el secretario general de la Sociedad Teosófica de Argentina y fue el facilitador de muchos contactos para la Srta. Root. Otra personalidad destacada es la Sra. Clara Gillies de Bischoff, una profesora estadounidense y directora de colegio normal en la ciudad de Rosario. Ella, en los Estados Unidos, ya había conocido la Causa bahá'í durante una reunión en Nueva York. Había llegado a Argentina en 1883, por invitación del gobierno del presidente Domingo F. Sarmiento, con un grupo de otras 66 educadoras norteamericanas destinadas a transformar a Argentina en uno de los países con menor índice de analfabetismo. Sus esfuerzos en la creación de un sistema de instrucción pública ayudaron a construir uno de los más avanzados y eficientes de América del Sur. La Sra. Clara Bischoff es hoy considerada una de las heroínas de la educación en Argentina.
Ella organizó un discurso ante el Club de Mujeres Escritoras en el Phoenix Hotel. El propio dueño del hotel, muy interesado en tales ideas, ofreció un salón para la conferencia del sábado por la noche sobre el tema "La solución económica de los problemas del mundo a través de la Revelación Bahá'í". La única divulgación de esta reunión fue a través de los periódicos. Concurrió un público de lo más cosmopolita, representado por personas de varios países y antecedentes. Tres editores de revistas se hicieron presentes, tres periodistas, varios ejecutivos de empresas mundiales y profesores de escuelas normales. Casi todos entre el público tenían un recorte de diario con principios bahá'ís en el bolsillo.
Estos mismos principios fueron presentados al presidente de la Liga Argentina por el Impuesto Único, por cortesía del dueño del Phoenix Hotel. En aquella época había tres partidos sufragistas en Buenos Aires. La Srta. Root se reunió con sus representantes cuatro veces y habló por algunos minutos en tres eventos. Sus temas fueron: "Igualdad entre hombres y mujeres", "Problemas económicos" y "Educación universal". En la primera reunión informal en la que habló, todos se levantaron durante la conferencia bahá'í en señal de respeto. La Sra. De Bischoff hizo la traducción. Hombres, así como mujeres, tenían amplia participación en las reuniones sufragistas en Argentina. La Dra. Elvira Rawson de Dellepiane, presidenta de una de las sociedades sufragistas, llamada "Asociación Pro-Derechos de la Mujer", promovió un té para la Srta. Root; la organización como un todo ofreció un té para ella más tarde, en uno de los clubes de moda. En el segundo té, ella conoció a varias periodistas mujeres y escritoras.
La Revelación bahá'í fue presentada en cada encuentro. Periodistas y fotógrafos estuvieron presentes en ambas reuniones. La Dra. De Dellepiane - hija del renombrado rector Gregorio Funes, considerado el padre de la historia de Argentina - fue educada en Buenos Aires, convirtiéndose en la segunda mujer argentina en formarse en medicina (1892). En su compromiso de promover los derechos de las mujeres en Argentina, fundó el Centro Feminista en 1905. En 1910, fue pionera en el movimiento para establecer un código civil para las mujeres. Ayudó en la creación del Consejo Nacional de la Mujer; participó en el Primer Congreso Internacional de Mujeres en 1910, realizado en Buenos Aires, promoviendo temas de Sociología, Derecho y Educación. En 1919 fundó la Asociación Pro Derechos de la Mujer, uniéndose a las fuerzas por el sufragio universal. Estableció el Centro Materno, conocido como "Juana Gorriti" (maternidad para madres solteras) en 1910. Ayudó a hacer obligatoria la práctica de un "vaso de leche" en las escuelas y escribió muchos informes sobre el estado y condición de las mujeres, y las residencias escolares.
Los mayores periódicos - La Prensa, La Nación y Buenos Aires Herald - publicaron artículos cada día de su estancia en Buenos Aires, mientras que largos artículos aparecieron en las revistas Caras y Caretas, La Nota, Argentina Esperantisto y también en la revista TheTheosophical Magazine.
Cabe aquí destacar al editor de la revista La Nota, Sr. Emir Emin Arslán, de origen libanés, el cual actuó como cónsul del Imperio Otomano en la Argentina y más tarde adquirió la ciudadanía argentina. Un largo artículo enfocado únicamente sobre la historia del Movimiento bahá'í, con la aclaración de su origen y principios fue publicado por él.
El plan de Martha Root era atravesar los Andes, subir por la costa oeste hasta Panamá y de allí ir a Estados Unidos. El viaje parecía ser extremadamente peligroso y algunos amigos intentaron disuadirla de intentar hacerlo. Ella había hablado personalmente con algunas personas que la semana anterior habían emprendido tal travesía y muchos dijeron haber quedado con las mejillas y los pies congelados; algunos todavía estaban enfermos debido a la travesía y los periódicos noticiaban que una nueva tormenta había paralizado todos los viajes entre Argentina y Chile a través de los Andes.
Un estadounidense, en un artículo publicado justamente el día anterior a la partida de la Srta. Root, indicaba que las condiciones de tal viaje eran bastante arriesgadas. Él había escrito: "Si usted considera un pasatiempo seguro, recorrer la marquesina del Edificio Woolworth (un rascacielos de 57 pisos y 241 metros de altura en la ciudad de Nueva York), cuando está cubierta con hielo y nieve, sobre una mula dócil, entonces, nada tiene que temer en cuanto a las inconveniencias de atravesar los Andes en el invierno ". Él hizo un relato de su propio viaje al recorrer los acantilados, a menos de una pulgada de un precipicio de más de cien metros de altura. Relató haber utilizado tres conjuntos de ropa interior hechos de lana, un suéter, un bata de baño, una chaqueta, ponchos, con los pies envueltos en pedazos de bolsas y, sin embargo, casi muere congelado.
El diario El Mercurio, de Santiago, Chile, el 11 de octubre de 1919, reprodujo el contenido del diario O Diario, de Buenos Aires, relatando los desafíos enfrentados por un viajero en este mismo recorrido, el cual expresó las dificultades del viaje. El artículo dice: "con los títulos de 'A través de los Andes', 'Un accidentado viaje en tren, en mula ya pie', 'Aflojándose en la nieve', 'Entre paredes de hielo', 'A las oscuras en las tinieblas y en el túnel ',' Variedad de infortunios 'y' Los que mueren '. El Diario, de Buenos Aires, publicó un artículo describiendo las dificultades de este viajero, el cual tuvo que enfrentar, frente a una emergencia, los horrores de un viaje a través de la cordillera a través del ferrocarril obstruido por nevadas. Inesperadamente atrapado en el tren en el Puente del Inca, tuvo que viajar en el lomo de una mula al día siguiente. En esta jornada, llena de peripecias, llegó hasta la boca del túnel que transpone los puntos más altos, cuando inicia la narración de la parte más accidentada, hasta llegar a Chile, y la parte menos accidentada de su regreso. "
Pero la Srta. Root estaba decidida a emprender tal travesía y para ello recibió el aliento de algunos amigos, tal como el Dr. Vargas, asegurándole que ella cumpliría el trayecto. Así, ella compró el billete de tren entre Buenos Aires y Mendoza. En Mendoza adquirió un nuevo billete en el Ferrocarril Transandino yendo hasta donde fuera posible, para luego seguir el resto del viaje a pie, junto con unos pocos compañeros.
Inició el viaje entre regalos: libros, flores, frutas, dulces y comidas. La señora de Bischoff trajo su propia chaqueta, muy pesada, y una ropa interior de lana, diciéndole a la Srta. Root que las use y luego las entregara más tarde a una hermana en Nueva York. Muchos de los nuevos amigos vinieron a despedirse de ella, con deseos de un buen viaje.
Ella relata que "Un diplomático comercial de Nueva York, socio de una de las mayores casas de exportación también estaba atravesando los Andes y dijo que haría lo que pudiera por la Srta. Root. Su compañera de cabina en la camorra, cabina-cama del tren, era una joven italiana encantadora, bien instruida y fluida en francés. El americano cuidó de las dos con la misma eficiencia y los modos irresistibles que tanto éxito le dieron a su negocio. "
Breve noticia de un diario chileno, El Mercúrio de Valparaíso, con data del 30.10.1919, p. 7, indica que “La nevasca es fuerte y viene acompañada de viento. Han caído muchos aludes en diferentes partes de la línea y un gran rodado de piedra en el kilómetro 132, frente a Zanjón Amarillo, el que tiene una extensión de 300 metros por 10 de ancho.”
Entre peligros inminentes y alabanzas al Creador del Universo, la periodista, Martha Root, relata esta desafiante parte de su viaje.
"El viaje a lomo de una mula sobre la"cumbre del mundo", pues los Andes están entre las más altas cordilleras, el Aconcagua llegando a una altura de 7.100 metros, fue lo suficientemente emocionante para los mayores amantes de lo sensacional”. Frente a una situación de muchos nuevos desafíos, ella recitó el "Más Gran Nombre" - una invocación de su Fe, de alabanza y gratitud, por estar "entre esos minaretes de Dios" y "tener un vislumbre de la gloria del Eterno, del Incognoscible". Es parte de su relato:"La antigua pista llevaba a 3.170 metros sobre el nivel del mar. Las personas sobre los lomos de mulas eran puntos infinitesimales aferrándose a grandiosos niveles, tal como "hormigas en un bosque infinito e ilimitado"; se amontonaban al borde de picos dentados, fosos congelados, y torrentes endurecidos sobre las montañas. Todos se sentían muy pequeños y nació un sentimiento maravilloso de camaradería. Afortunadamente, el sol brillaba fuerte y el frío agudo no fue tan terrible como todos habían esperado. La joven italiana, que era excelente amazona, generosamente cedió a la Srta. Root el hombre que había contratado, por telegrama, para andar al lado de su mula. Ella había hecho ese viaje antes y sabía muy bien qué hacer".
Los guías contratados iban adelante indicando el camino. "Un desvío a través de un túnel oscuro tomó más de una hora, tropezando y resbalando a través de la oscuridad en la que las mulas asustadas vacilaron y cayeron. La Srta. Root, mientras que su mula se hundió en la boca del túnel, sostenida firmemente el pomo, manteniendo el cuerpo hacia atrás, cerró los ojos y exclamó: "Ya-Alláhu'l-Mustagháth" - una invocación en árabe, usada en tiempos de dificultades, y que puede ser traducida como "Aquel que es invocado por ayuda". Todos repitieron tal invocación. Repetidamente, en aquella oscuridad, la voz clara, vibrante, de la joven italiana resonaba a través de la fila de mulas: "Mademoiselle, ¿estás bien?" Lágrimas de la más profunda ternura nacen en los ojos al pensar en tal amiga. La mula del neoyorquino no era buena y él estaba tan para tras que la Srta. Root no lo vio antes de entrar en el túnel. Todos comenzaron juntos, pero no fue posible permanecer juntos; no se conduce a la mula, pero se deja la pequeña cargadora del destino, con sus patas certeras, escoger su propio camino.”
Ella relata que "más tarde, ya fuera del túnel, cuando la procesión llegó a empinadas pendientes hacia Chile, la Srta. Root no conseguía ver ni el margen de un centímetro prometido por el hombre en su relato en el periódico.” De acuerdo con la Srta. Root, "esa fue, con mucho, la parte más peligrosa del viaje. Y, por lo tanto, fue con gran alegría que ella vio a los hombres desmontando de sus mulas y caminando más cerca a la ladera de la montaña, mientras bajaban. Ella hizo lo mismo, pues las mulas, a veces, resbalaban a lo largo de un metro en ese camino perpendicular y ellas también estaban asustadas. Sujetando la mano de la guía, ellos descendieron juntos, y cuando no podían caminar, corrían. El sol caliente había derretido el hielo cristalino era apenas suficiente para poder firmarse de pie. Se detenían cada pocos minutos para respirar, ya que la respiración es muy corta en esta altitud. Algunos se desmayaron, algunos tuvieron "puna", que es el sangrado de la nariz y los oídos." Todos los alimentos que fueron dados a la Srta. Root antes del viaje los dio a los que necesitaban. El pequeño grupo de aventureros, más tarde, ya en Los Andes, en el lado de Chile, dijeron, como descrito por la Srta. Root que se acordaría de ese viaje como uno de los más felices incidentes.
Desde los Andes el grupo tomó un tren a Valparaíso, allí llegando el 8 de octubre de 1919. Aunque la estancia en Valparaíso fue extremadamente corta, apenas cuatro horas, se le dispensó gran hospitalidad - en especial de los representantes de la empresa del señor neoyorquino que con ella hizo la travesía de los Andes.
Embarcó en el vapor Huasco - y de acuerdo con la lista de pasajeros - algunos de los compañeros de la travesía de los Andes embarcaron igualmente con destino a Colon, en Panamá. Como el vapor tenía cortas paradas en diferentes puertos - Coquimbo, Antofagasta, Iquique, Arica y Lima (Perú), antes de llegar a Panamá, ella aprovecharía para visitar las redacciones de los periódicos locales, explicar los motivos de su viaje, dejar literatura y trabar nuevas amistades.
Como en los viajes anteriores en barco, ella aprovechó para hablar con los pasajeros. Como el viaje era largo y los pasajeros eran pocos, todos tuvieron la oportunidad de conocerse mejor. De acuerdo con los registros de su viaje, "El último día del viaje los pasajeros pidieron a la Srta. Root que diera una conferencia sobre la Causa bahá'í en la sala de música. Se anunció que sería proferida en inglés, pero cuando los amigos vinieron, algunos pidieron que fuera en español, de modo que un señor mexicano tradujo y fue hecha tanto en inglés como en español. El interés del público fue muy caluroso y todos parecían felices. Algunos de los presentes estaban en camino a Japón, España, Francia, Alemania, Panamá, Venezuela, Iona, California, Oklahoma y Nueva York. Se les dio un clipping algo que explicara un poco sobre la Causa.
La estancia de una semana -del 25 al 30 de octubre de 1919- en Panamá fue suficiente tiempo para entrevistarse con las autoridades de ese importante puerto, incluyendo desde los médicos que trabajan en la Zona del Canal (en un tiempo de brote de malaria y otras enfermedades) al Ministro Británico ya varias autoridades del Gobierno estadounidense. Como periodista, la Srta. Root conoció a los jefes de todas las obras del gobierno. Dio una conferencia para un público de cuatrocientas personas en el elegante salón del Club Ancón. De igual manera habló en la Iglesia de la Unión en Balboa, una congregación para personas de diferentes religiones, y se le ofreció un artículo en la revista de la congregación.
Los periódicos locales registraron su paso por Panamá, destacando los motivos de su viaje a América del Sur.
De Colón partió el 30 de noviembre de 1919 para La Habana, Cuba, para regresar a Estados Unidos. Como periodista, y como fuente de financiamiento de su viaje, como se ha indicado al inicio de este relato, muchos fueron los artículos escritos por ella durante su viaje, relatando las entrevistas que mantuvo con autoridades en las ciudades por donde pasó, destacando el enorme potencial de los países sur-americanos, para fortalecer el intercambio y el avance común. Es posible encontrar largos artículos publicados en importantes diarios estadounidenses de aquel tiempo, con especial atención en los aspectos económicos y sociales.
En los años siguientes ella emprendería otros innumerables viajes a través del mundo y moriría en Honolulu, en Hawai, en 1939.
Gabriel Marques es escritor, bachiller en Derecho, especialista en desarrollo social y económico, miembro de la comunidad bahá’í de Brasil.
El bahaismo o baha’i es una religión monoteísta originada en Irán. Su símbolo es la estrella de Nueve Puntas y posee 7.5 millones de seguidores en el mundo y está establecida en 247 países y territorios.
Esperanto es la lengua internacional más difundida y hablada en el mundo que no busca reemplazar los idiomas nacionales sino ser una alternativa de lengua común para todos. Está presente en servicios como el Traductor de Google y muchas plataformas de Internet, incluida Facebook
La Sociedad Teosófica es una organización fundada en 1875 relacionada con la Teosofía con el propósito de buscar “la sabiduría divina, sabiduría oculta o espiritual “. La Teosofía propone que todas las religiones tienen un tronco común que ha quedado oculto bajo el velo de las doctrinas creadas a través del tiempo.
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