- 16/02/2015 -
Un grupo de montañeros chileno hizo historia al encontrar en la montaña los restos de un avión que transportaba parte de un equipo de fútbol y que se estrelló hace más de 53 años.
El 3 de abril de 1961, el aparato Douglas DC-3 de la aerolínea LAN procedente de Osorno, en el sur, y con destino a Santiago, desapareció en lo alto de la montaña y sus restos nunca fueron encontrados, convirtiéndose en uno de los mayores misterios de la época. En el avión viajaban 24 personas, entre ellas 8 miembros del equipo de fútbol Green Cross, así como el entrenador y el masajista.
El equipo volvía de jugar un partido de la Copa de Chile y se dividió en dos vuelos. Uno nunca llegó a destino, en una de las peores tragedias del fútbol chileno, que en su momento causó conmoción en todo el mundo.
La búsqueda de los restos del avión se alargó durante más de una semana y resultó infructuosa. Los funerales del equipo fueron multitudinarios y simbólicos porque no se hallaron los cuerpos. Incluso circularon leyendas de que los ataúdes fueron llenados con piedras.
Esta semana un grupo de montañistas, a cargo de Leonardo Albornoz y Lower López, dos alpinistas que realizaban su tercera expedición en esa zona, encontró a 3.200 metros de altura, en la cordillera de Linares, 360 kilómetros al sur de Santiago, los restos completo del avión, lo que solucionó uno de los misterios más antiguos entre los lugareños. Varias expediciones habían tratado infructuosamente de encontrar el avión.
“Fue un momento muy sobrecogedor y se sentían sensaciones de todo tipo. Se podía sentir la energía del lugar, se podía respirar el dolor'', relató Leonardo Albornoz, un miembro de la expedición que realizó el hallazgo.
El grupo descubrió sin necesidad de desenterrar buena parte del fuselaje, mucho material esparcido e incluso restos óseos.
“Descubrimos la hélice que estaba semienterrada, pero seguramente que tiene que haber muchas historias debajo de esas piedras'', afirmó Albornoz.
El hallazgo servirá además para reescribir la historia, puesto que los restos del avión fueron hallados en un lugar diferente al indicado por las publicaciones oficiales. Aunque la expedición no ha revelado el lugar exacto del hallazgo, por respeto a los familiares y para evitar que el lugar se convierta en un punto turístico.
“Sabemos que estos lugares son muchas veces tomados como trofeos, para que la gente extraiga cosas, se lleve recuerdos'', explicó Albornoz.
El Green Cross jugó en la primera división de Chile hasta su disolución en 1965.
Fuente: www.losandes.com.ar
El accidente, en el que murieron los 24 ocupantes del vuelo comercial, entre ellos futbolistas del extinto equipo de fútbol chileno Green Cross, alimentó durante 53 años todo tipo de historias y especulaciones sobre lo que realmente había pasado con el avión.
Sobre el avión chileno, ha sido la persistencia y la tenacidad de esta pareja de andinistas, movida por las historias sobre el avión perdido que escucharon desde niños, lo que logró resolver el misterio.
"Volvimos a la misma zona y encontramos el avión, tras cuatro días a caballo y dos de escalada", dijo a la AFP Lower López, empresario turístico y uno de los líderes de la expedición.
"Yo pensé que el avión iba a estar completamente desintegrado, pero encontramos gran parte del fuselaje. Fue conmovedor y emotivo", señaló por su parte Albornoz al periódico La Tercera.
Según la versión oficial, el avión se estrelló el 3 de abril de 1961 en el cerro Lástimas, cerca de la ciudad de Linares, donde fueron encontrados algunos restos de una aeronave y de ocupantes.
El accidente ocurrió 11 años antes de otra famosa tragedia aérea ocurrida en los Andes, cuando un avión de la Fuerza Aérea de Uruguay con 45 personas a bordo, entre ellos un equipo de rugby, se accidentó sobre la Cordillera. El incidente fue llevado más tarde al cine, con la película Viven.
El reciente descubrimiento causó revuelo en Chile. Canales de televisión y diarios digitales difundieron fotografías de los montañistas en medio de lo que serían restos del avión, dejando un manto de dudas sobre la verdadera ubicación del desastre.
"Para mí fue una sorpresa el hallazgo, porque creía que eso lo habían encontrado hace 53 años. Imagínate, yo debí haber ido en ese avión, debí haber muerto en esa nave", dijo Héctor Toledo, ex jugador de Green Cross, que en 1961 retornó a Santiago en otro avión.
"No entiendo por qué dieron otra ubicación de donde realmente ocurrió el accidente. El avión está a unos 3.200 metros de altitud en la Cordillera, a 70 km al norte de donde supuestamente lo encontraron", aseguró López.
Tras el accidente no se encontraron restos de los jugadores, por lo que el funeral "fue simbólico y en los ataúdes se colocaron cenizas que supuestamente se encontraron", según Carlos Al-Knor, otro ex jugador del equipo.
Los montañistas encontraron restos óseos, material de un avión, fuselaje con algunos números de serie de la nave y ropa.
La zona donde se encuentra el avión es de difícil acceso y Albornoz y López se negaron a revelar la ubicación para evitar profanaciones o que se convierta en una atracción turística.
Ahora, el grupo de montañistas pretende retornar a la zona del desastre con algunos familiares de las víctimas del avión.
"Ellos quieren cerrar un capítulo de sus vidas. Algunos de ellos eran niños y no alcanzaron a conocer a sus familias", explicó el empresario chileno.
Hasta el momento, los familiares de las víctimas han guardado silencio con relación al hallazgo.
Entre las 24 víctimas, se encontraban ocho futbolistas del club Green Cross, su entrenador Arnaldo Vásquez, parte de su equipo técnico, árbitros y dirigentes que volaban desde la ciudad de Osorno a Santiago luego de un partido de fútbol.
El accidente conmocionó el país, en un momento en el que Green Cross era uno de los más importantes equipos del fútbol chileno. Una de las más célebres víctimas fue el delantero argentino Eliseo Mouriño, seleccionado de su país.
"Jamás nos imaginamos que se iban a encontrar restos de este desgraciado accidente. Esto nos trae muchos recuerdos de nuestra querida institución", dijo Gerardo Contreras, último presidente de Green Cross.
El equipo siguió jugando pese a perder a gran parte de su plantel. En 1965, Green Cross se trasladó al sur de Chile para fusionarse con Deportes Temuco. Hoy el equipo sólo lleva el segundo nombre.
Fuente: Agencia AFP, www.infobae.com
- 10/02/2015 -
Señor Director:
En relación con el hallazgo del avión DC 3-210 de LAN, accidentado en 1961, quisiera precisar lo siguiente:
La máquina volaba el 3 de abril de 1961 desde Castro, con escalas en Osorno y Temuco, con 21 pasajeros y tres tripulantes. Además de los jugadores de Green Cross, venían los tres árbitros del encuentro y 6 pasajeros. Dos eran damas: las hermanas María y Gabriela Andrade. Los pilotos al mando de la nave fueron Silvio Parodi, de gran experiencia, y Carlos Jorquera.
El último contacto fue a la altura de Los Ángeles, donde el comandante informó de hielo en las alas, solicitando permiso para cambiar de rumbo, lo cual no se le concedió por cuanto otra nave viajaba desde el norte hacia el sur en esa ruta.
En esas circunstancias, el director de la Escuela de Artillería de Linares, coronel Juan Bancalari Zappettini, experto en alta montaña, analizó toda la información disponible y determinó que el accidente solo pudo tener como escenario la cordillera frente a Linares.
La FACh apoyó su teoría y envió cuatro aviones B-26, al mando del comandante Hans Bastelman, quienes sobrevolaron y fotografiaron el macizo andino.
Así, uno de los pilotos, el teniente Sergio Riesle, junto al copiloto René Sugg, en la tarde del 10 de abril de 1961, divisaron restos del fuselaje en un arriesgado vuelo casi rozando las cumbres. El coronel Bancalari, con estos antecedentes, comisionó al capitán Washington García Escobar (más tarde, intendente de Linares) para dirigirse a la zona demarcada e intentar el rescate de los restos. A cargo de las todavía primitivas comunicaciones quedó el teniente Claudio López Silva, que alcanzaría el rango de general de Ejército. Veinte andinistas del SAR formaron parte de la expedición. La patrulla llegó al lugar tras ingentes esfuerzos y la tarea del capitán García Escobar fue una de las más notables en esa área.
Los restos de los tripulantes y pasajeros fueron depositados en bolsas, con rigurosa separación para una adecuada ubicación y nominación, y llevados, en helicóptero, hasta el gimnasio de la Escuela de Artillería de Linares, donde se determinaron las identidades de los fallecidos. Todos los cadáveres pudieron ser reconocidos y recibieron cristiana sepultura. No hay referencias sobre cuerpos extraviados.
Jaime González Colville
Correspondiente de la Academia Chilena de la Historia.
- 12/02/2015 -
Señor Director:
En respuesta al Sr. Jaime González Colville, quisiera precisar con total certeza que existe un error gigantesco en uno de los datos emitidos por él en relación al hallazgo de los restos del avión desaparecido donde viajaban los jugadores de Green Cross. Entre sus tripulantes venía el Sr. Pedro Valenzuela Bello, funcionario de la Asociación Central de Fútbol, y su esposa y tres hijos jamás recibieron algún resto, ya sea de cuerpo, vestuario o cualquier objeto afín a él.
En su misiva, el Sr. González da a entender que aquí no ha pasado nada y que todo estuvo en regla, situación que no fue así. Además, mi familia nunca recibió un peso por concepto de indemnización o reparo de ningún tipo del Estado o particular.
Luego de detallar tantos antecedentes en su carta de los hechos acontecidos en el momento de la tragedia, se me vienen a mi mente dos consultas: cuál es su pretensión al omitir el tema de indemnización a familiares. Y además, lo peor de todo, cometer un error histórico gigantesco al informar que los restos fueron enviados a todos sus familiares.
Al menos los míos no recibieron ninguna de las anteriores.
Solicito, por respeto a los familiares de las víctimas, no seguir ensuciando el nombre de ellos con datos que no son certeros, o que buscan el acomodo antojadizo de la historia por una conveniencia de la cual ignoro su origen.
Mi abuelo, luego de 50 años, hizo historia y murió por su pasión que era el fútbol. Eso es lo importante
Pedro Valenzuela Silva
Fuente: www.elmercurio.com
- 13/02/2015 -
- Por Álvaro Romero -
Fotos: Juzgado de Aviación de Santiago
El reciente “redescubrimiento” de los restos de un Douglas DC-3 de la Línea Aérea Nacional LAN-Chile accidentado en 1961, nos motivó a realizar esta nota, que entregará -condensadamente- los antecedentes contenidos en el sumario realizado tras el accidente.
El lunes 3 de abril de 1961, el bimotor DC-3 de LAN-Chile matrícula CC-CLDP, número de certificado de aeronavegabilidad 210, realizaba el vuelo LAN621 entre Castro y Santiago de Chile (Los Cerrillos), con escalas en Puerto Montt, Osorno y Temuco, desde donde despegó a las 18:30 siendo posteriormente reportado como desaparecido en ruta, ya que su última información de posición fue a las 19:10 (hora local chilena), a la cuadra de Los Ángeles. La última comunicación con la aeronave fue a las 19:35 horas, mensaje que fue recibido por la radioestación de la aerolínea en Concepción.
No hubo comunicación con Los Cerrillos -aeropuerto de destino-, por lo que se iniciaron las consultas con Concepción; la hora estimada para que el LAN621 debiese pasar -por la ruta más larga- sobre el radiofaro Marruecos aproximando a Los Cerrillos era a las 21:17. Treinta minutos más tarde, se informó al SAR y LAN que la aeronave estaba en emergencia.
Los tripulantes del avión eran: Silvio Parodi Viterbo, piloto; José Jorquera Leal, copiloto; Evaristo Casanova Balcázar, radioperador; y Hernán Etchebarne Verdugo, sobrecargo. Todos ellos, funcionarios de la -entonces- aerolínea estatal. El Douglas, c/n 9716 transportaba a 20 pasajeros -entre ellos, miembros del equipo de fútbol Green Cross-, y al 1° de abril de 1961 poseía 18.299;15 horas totales desde su fabricación. Estaba autorizado para 32 personas (pax + personal), y despegó de Temuco con un peso de 25.040 lb, estando autorizado para 26.200 lb como peso de despegue. El plan de vuelo establecía que el viaje de Temuco a Santiago por aerovías 45 y 40, a 8.500 pies; con posterioridad se le autorizó subir a 9.500 ft por haber otra aeronave en la altitud asignada. Es importante mencionar que a las 19:10 horas solicitó descender a 9.000 ft por formación de hielo en las alas, estimando pasar por Curicó a las 20:00. La investigación determinó que la notificación a la altura de Los Ángeles la realizó tardíamente, a la cuadra de Concepción.
Se le indicó “invertir curso en la aerovía 45 y luego descender a 6.500 pies hacia el sur cruzar Curicó a 6.500 pies proseguir por aerovía 40 sur hacia Santo Domingo informar pasando 8.500 pies”, no acusando recibo de esa comunicación.Tras varios días de búsqueda por tierra y aire -en la que participó Carabineros de Chile, el Ejército de Chile, y aeronaves de la FACh, LAN-Chile y particulares, el 10 de abril se informó que el LAN210 fue hallado, completamente destruido en el cráter del cerro La Gotera, sector denominado Sierra de las Ánimas, ventisquero ubicado al ENE del cerro conocido como Lástimas del Pejerrey, 71°10 W y 35°5 S, 44 km al SE de la ciudad de Linares. Los restos estaban a 1.000m de la Laguna del Toro, a 3.500 m de altitud.
De acuerdo a lo establecido en el sumario, el Douglas se estrelló en dirección sur-oeste, el lugar del impacto fue 50m bajo la cumbre del cerro, arrastrándose 14m hacia abajo. Sólo logró mantenerse en relativo buen estado la sección de cola, el ala izquierda estaba desprendida a 30m del fuselaje, y de éste sólo quedó una masa de fierros quemados. Se ordenó al Ejército y Carabineros, la ubicación de los cadáveres para su traslado a Linares, siendo transportados a la Escuela de Artillería de Linares en helicópteros de la FACh.
Se estimó que la gran desviación en la ruta del avión (deriva del eje de la aerovía 45 de 12° al E, o 19 millas náuticas), producto del fuerte viento predominante del W, fue un factor para causar la tragedia; ambos motores estaban con potencia al momento del impacto. Uno de los objetos recuperados entre los restos era un reloj American Waltham que se detuvo a las 19:45,25 horas, estimándose por peritos de la Policía de Investigaciones de Chile, que su detención se produjo por un gran impacto, estimándose que esa era la hora del accidente. Por otro lado, LAN-Chile indicó que los DC-3 no poseían sistemas de deshielo en las alas: el punto 40 del Manual de Operaciones establecía la prohibición de despacho de los Douglas bimotores en condiciones favorables a la formación de hielo, pero se recomendó la instalación de equipos que no variasen la forma aerodinámica de las alas, luego de la tragedia.
El 24 de abril se terminaron las autopsias de 18 occisos, sin embargo seis cadáveres no lograron ser ubicados (Con posterioridad, se otorgó el certificado de defunción por muerte presunta, a las seis personas cuyos restos no pudieron ser identificados); es penoso mencionarlo pero solamente eran restos quemados, reconocidos por los familiares por los jirones de ropa que portaban. Respecto al vuelo, en una declaración posterior (12 de julio) se mencionó el poco conocimiento en el uso de la aerovía 45, a pesar de su aprobación por la Dirección de Aeronáutica a mediados de 1959; además, el informe meteorológico señaló la presencia de una masa compacta nubosa de estratocúmulos, cúmulos, cúmulos potentes, altos cúmulos y altos estratos, más vientos de los 280° de 25 nudos; la temperatura era de -2°C.
Se indicó además, la escasa potencia de los radiofaros de Victoria y Curicó, cuya eficiencia disminuía en condiciones de mal tiempo y por la orografía, impidiendo realizar correcciones de rumbo con seguridad. En una encuesta realizada a los pilotos de la empresa, se conoció que muchos de ellos volaban entre 15 a 20 millas al W de la misma, por considerarla insegura, guiándose por la radiodifusión de las ciudades en la ruta. Lo anterior, se sumaba a la escasa potencia de los equipos radiales abordo (usados mayormente para tareas administrativas), así como a la falta de aeródromos de alternativa; incluso Hualpencillo en Concepción era apenas un aeródromo “de emergencia”. Un punto relevante, fue la interferencia en la última comunicación al avión desde la TWR FACh de Concepción, por tráfico administrativo entre LAN Puerto Montt y la base de Los Cerrillos.
No existía atención radial para frecuencia de ruta, solo frecuencias de torre y punto a punto para mensajes administrativos. De acuerdo a la declaración del teniente Bonacic de la FACh (quien realizó varios vuelos para llegar a esta hipótesis), se estimó que el LAN210 volaba con rumbo aproximado de 350° a 9.500 ft, en condición IFR sólida, turbulencia ligera moderada y formación de hielo leve; estaría intentando realizar un descenso de 500 ft por minuto hacia su izquierda para efectuar un “hipódromo”, estrellándose en un rumbo de 210° aprox., a 8.200 ft, impactando en la montaña con el ala y motor derecho, y en condición de vuelo nivelado. La pendiente del murallón de 60° hizo que los restos se desperdigaran en unos 15 a 20 m del sitio del impacto, mientras que los motores lo hicieron entre 80 y 110 m.
Realizada la investigación, el dictamen de LAN-Chile (de fecha 31 de julio de 1961) indicó que la causa del accidente, fue la deriva respecto a la aerovía 45, y la falta de radioayudas para corregir su posición. La aerovía antes mencionada era en extremo peligrosa por su cercanía a la cordillera; también se habló del exceso de distancia entre radiofaros y escasa potencia de los mismos, así como la falta de instrucción IFR en copilotos, lo que redundaba en sobrecarga de trabajo para los pilotos. La Fiscalía recomendó suspender indefinidamente la operación en la aerovía 45, además de la suspensión de la operación nocturna en DC-3 en vuelos al sur, hasta que no se habilitara correctamente la alternativa Concepción.
También, recomendó el estudio previo a cada aerovía a ser empleada por LAN-Chile (¡!); instrucción IFR a todos los copilotos de la aerolínea; un servicio de radiocomunicaciones exclusivo para atención de aeronaves en vuelo, evitando envío de otros mensajes; y la solicitud a las autoridades competentes de mejorar y ampliar la red de VOR. Todo ello, junto a la creación de centros de control en el sur, así como la presencia de observadores meteorológicos calificados. Como detalle, esta investigación de la aerolínea, menciona que el lugar del accidente fue 71°08’W y 36°02’S.
Finalmente, el Dictamen Fiscal de la Fiscalía de Aviación (de fecha 4 de octubre de 1961) confirmó lo anteriormente mencionado, sobreseyendo a los involucrados al no considerar que hubo hechos punibles y no haber responsabilidades delictuosas. Un último punto aclaratorio: ciertos medios mencionan que el accidente del LAN 210 fue a las “23:45 hora local”, cuando esa corresponde a la hora GMT.
Como comentario, mucha agua ha pasado bajo el puente, y afortunadamente en el Chile actual, las aerolíneas comerciales, sus aeronaves y las ayudas a la navegación están entre las más seguras del planeta. Nuevamente, estamos en presencia de una sumatoria de situaciones, que daban cuenta de la precariedad en la aviación de aquellos años, y que lamentablemente, terminaron con una tragedia en que la precordillera andina segó las vidas de 24 personas.
Fuente: Juzgado de Aviación de Santiago, Causa N°24-61. www.modocharlie.com
Señorita
Carola D'Agostini Ibáñez
Fiscalía Linares
Soy Rodolfo Sáez Muñoz del Cuerpo de Socorro Andino, he leído una nota de prensa que se ha dado a conocer públicamente.
En este operativo de rescate en los Cerros El Toro y Las Lástimas, participo gente nuestra en aquella época, cuando la cordillera andina de la VII región frente a la ciudad de Linares, era de difícil acceso, hoy en día con el avance de la civilización y la expansión de la población y la aparición de nuevas modalidades de turismo aventura, es de muy fácil acceso para la gente común.
Al leer esta nota, vemos y entendemos que fiscalía local requerirá los servicios de socorristas como lo somos nosotros que durante 65 años nos hemos dedicado a la búsqueda, salvamento y rescate de personas, aviones y otros en las zonas montañosas del país. La nota de prensa aún cuando desinforma algunas cosas, es cierta en el hecho que el accidente afecto a un equipo de football de la época y el operativo de recuperación de cuerpos fue muy complejo y difícil en ese entonces ( estamos hablando de los años 50' 60').
De ahí que hemos querido entrar en contacto con Uds. a fin de apoyarles en la ubicación y extracción de los cuerpos de estas personas en caso de que los haya aún en el sector.
Para ello contamos con gente preparada y capacitada en montaña y en socorrismo y rescate en zonas montañosas.
A su vez yo soy perito en montañismo y magister en criminalística remito mi breve curriculum.
En espera de una favorable acogida a la presente
Saluda atte. a Ud.
Rodolfo Sáez Muñoz
Secretario General ( Vicepresidente)
Cuerpo Socorro Andino de Chile
Muchas gracias don Rodolfo por su correo y la información que me hace llegar, la copio al Fiscal Regional del Maule, don Mauricio Richards Hormazábal y a las y el Fiscales Adjuntos de Linares.
Atentamente, Carola D'Agostini Ibáñez
Fiscalía Linares
Mail: info@culturademontania.org.ar
WhatsApp: +54 11 3060-2226
Instagram: @ccam_arg
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