En horas de la tarde del día viernes (30/9) falleció el conocido "Negro" Asenjo a los 92 años de edad. El ilustre instructor de esquí se encontraba residiendo en un geriátrico, lugar donde ayer por la tarde falleció.
El "Negro" fue una personalidad muy reconocida en Bariloche por su activa participación ciudadana en distintas actividades locales. Se destacó, sobre todo, en aquellas actividades relativas al deporte, como lo son la Carrera Histórica que se realiza todos los años en Catedral y la recaudación de instructores de esquí y Adides en colaboración de algunas escuelas.
Mucha gente se acercó por la mañana al velatorio de “El Negro”, numerosos colegas y compañeros de cerro Catedral, así como personas ligadas al Tango, estilo musical que Asenjo tanto disfrutaba. Uno de los presentes es su amigo, el maestro Rubén Hidalgo, quien recordó en la sala velatoria los años de encontrarse en los bailes del casino junto a Asenjo y “Juancito” Taglialegna.
También se pudo saber que la intención de la familia es cremar el cuerpo de Roberto Asenjo y esparcir sus cenizas, parte en la base del cerro Catedral y otro poco en refugio Lynch, los dos lugares que tanto amó.
El emblemático Roberto Negro Asenjo anuncia su paso con un grito característico. Ya todos los conocen en el cerro. Su historial es extenso, fue uno de los operarios que instalaron el cablecarril, el primer medio de elevación de Catedral en 1939.
"Tuvimos que hacer la picada para instalar todo, llevábamos los materiales a lomo de caballo porque no había máquinas en ese entonces. Un año estuvimos trabajando", recuerda esta institución del cerro que con 89 años aún sigue dictando clases de esquí, con la piel curtida por el viento patagónico que pega en la silla y el reflejo de la nieve.
"Cuando aprendí me di cada golpe... Me largué solo y una persona me vio y me enseñó a dar algunas vueltas. Esto fue en 1944 y a los dos años ya corría en el Campeonato Argentino de Esquí." Asenjo tiene miles de anécdotas y una memoria increíble. Recuerda fechas, nombres y situaciones como si hubiesen ocurrido ayer. "El cerro es parte de mi vida", dice al hacer su primer ascenso del año en la telesilla Séxtuple, que también vio instalar como al resto de los 40 medios de elevación de Catedral.
- Por Tonchek Arko -
Una multitud de vecinos y amigos despidieron ayer a Roberto “El Negro” Asenjo, uno de los personajes muy queridos y populares que tuvo la ciudad. Tenía 92 años y se caracterizó por una vitalidad, simpatía y carisma únicos.
Estuvo vinculado con numerosas instituciones y actividades y en particular se destacó en el esquí del cerro Catedral, en su paso por Parques Nacionales, como delegado en la Cooperativa de Electricidad Bariloche y como activo vecino de la ciudad. Sus restos fueron cremados en el Cementerio del Valle del Descanso.
Dictó clases de esquí con más de 80 años y participó con entusiasmo en los principales eventos institucionales, como los aniversarios de Bariloche, el Desfile del Montañés, los actos de 9 de Julio o 25 de Mayo. Su vivienda, en la calle Elflein al fondo, que compartió con su esposa Inés y su hija Dorita, recibió a centenares de amigos y también se festejaron muchos cumpleaños con empañadas y vino tinto. Roberto, también se destacó como parrillero, y siempre son recordados sus asados en la nieve, en la Carrera de la Historia y con los ex patrulleros de Parques.
Nació el 18 de agosto de 1924, en la estancia de Rincón Grande, lo cual le permitió decir con orgullo que fue un “hombre de campo”. Pero vivió en la montaña, ya que se radicó de joven en Bariloche. Conoció el Catedral con 16 años, cuando comenzó a trabajar como “cadete” en la empresa constructora Christiani&Nielsen, encargada de las obras del Cable Carril. “La parte baja del cerro, donde actualmente está la plaza Catalina Reynal, estaba cubierta de lenga rastrera y ñires, los cuales fueron retirados con hacha y machete”, recordó. Allí se emplazaron las cabañas para el acopio de materiales, la cocina, el comedor y algunos alojamientos para el personal.
Asenjo ponderó la visión de Hans Nöbl al elegir la montaña para emplazar el centro invernal. “El gringo recorrió una parte importante de la cordillera, desde El Bolsón a Caviahue y se quedó con Catedral”, afirmó. También destacó que Nöbl sugirió emplazar la base en Plataforma 1.200, pues era frecuente que el último tramo “no tenga nieve”.
Recuerda a Nöbl como alguien muy vivo. “Tenía muchísima clientela de Buenos Aires, la cual se alojaba en el hotel Llao Llao y concurría a esquiar al Catedral”, afirmó. Señaló que “en los veranos, con nieve en Punta Princesa, no dudó en subir a caballo y mostrar a los huéspedes del hotel lo que es el esquí. Así los entusiasmaba y luego volvían en invierno, contratando una semana de esquí en su escuela”. “Hans se metía en todo tipo de negocios. Traía equipos de esquí de Europa, promovía el turismo y hasta se vinculó con negocios inmobiliarios para vender tierras en la zona aledaña al Llao Llao”, explicó.
Los primeros trabajos de Asenjo en la montaña consistieron en subir los almuerzos y las meriendas para los ingenieros y obreros. Subía la montaña a caballo, hasta tres veces por día.
“En mayo de 1939 nos dieron licencia a todos, hasta después del invierno. Pero la nieve nunca llegó y faltó poco para que nos vuelvan a contratar. En la práctica, podríamos haber trabajado todo el invierno ya que sólo nevó un poco en la parte alta de la montaña”, recordó.
Asenjo también trabajó en la construcción del refugio Lynch. Los materiales se subían en el montacargas del Cable Carril y a partir de allí en un carro tirado por bueyes. Luego Parques aportó con un tractor. El tractor continuó prestando servicios con el refugio ya construido, pues durante el verano había que aprovisionarlo con unos 800 metros cúbicos de leña. Recuerda que durante la construcción el viento llegaba a arrancar las maderas de los encofrados.
Luego fue trasladado a la Isla Victoria, ya que la empresa tenía a su cargo la construcción de la hostería Nacional. No obstante allí estuvo apenas unos meses. “Dejé de trabajar un 17 de abril y luego me contrataron en Parques Nacionales”, explicó. Volvió al Catedral y trabajó en la limpieza de pistas. En 1944 comenzó a esquiar todos los días y a participar en algunas competencias. Se alojó en el refugio aledaño al Cable Carril y solía subir y bajar hasta tres veces por día.
Según Asenjo “las primeras carreras eran totalmente libres, casi sin puertas”. Todos seguían el mismo trayecto, el único posible. Si te desviabas, terminabas contra un árbol. Recordó que era frecuente que en la llegada toque la banda de música del Ejército. “Al superar el bosque de Plataforma 1.200 podían oírse los primeros acordes y verse la gente agolpada en la meta. Los corredores nos tirábamos derecho, con el último aliento. Por cuanto las piernas no daban más, protagonizábamos piñas fenomenales, lo cual divertía mucho a la gente, que concurría especialmente para ver las caídas del último schus”.
En 1946 integró el equipo argentino que concurrió a competir en Chile y en 1947 estuvo entre los candidatos a viajar a los Juegos Olímpicos. No obstante no fue incluido, según él “por las componendas de último momento”.
Asenjo recordaba muy bien la creación del primer cuerpo de patrulleros, promovido en el invierno de 1946 por Parques Nacionales. Fue pionero, lo mismo que Víctor Funes, Emilio Méndez, Frank Williams y también a Aristeo Benavides, Carlitos Schmidt y Osvaldo Ancinas, entre muchos otros. Trabajó en la patrulla y en Movilidad de Parques hasta 1970 y luego ser volcó al turismo y a la enseñanza del esquí.
Muchas veces, a fin de temporada, los veteranos patrulleros se reunían para compartir un asado, donde el parrillero generalmente era El Negro. También fue un activo colaborador de las “Carreras de la Historia”, que durante 14 años organizó el grupo liderado por Alejandro Delgado.
Roberto siempre fue solidario y dispuesto a ayudar a quien lo necesite. Nunca tuvo la avidez por el lucro que suele caracterizar a numerosos instructores de esquí. Así, durante muchos años organizó una colecta de fin de temporada en Catedral, y lo recaudado lo donaba a alguna escuela de los barrios barilochenses.
Alegre y jovial siempre mantuvo el buen humor y optimismo. Inclusive al verse involucrado en alguna mala experiencia, en el accidente de la aerosilla Cuádruple en el 2006. “Son cosas que pueden pasar”, sostenía.
A Roberto Asenjo se lo extrañará en numerosos ámbitos. En particular en la montaña y en el centro invernal. Tal vez, si algún día se concreta el largamente anhelado museo del esquí, pueda ser recordado con el nombre de Asenjo. Mientras tanto, perdurara su recuerdo, caminando alegre con su sombrero o chaqueta llena de escudos, sus cantos, jodeln e “iolaraiiitis” en la nieve, pues los personajes como el Negro nunca se van, solamente se alejan un poquito.
Asenjo será velado hoy sábado (1/10), desde las 10 de la mañana, en la sala 2 de la cochería Franzé (25 de mayo 1041). Luego, a las 16.30, comenzará el sepelio en el Cementerio Parque Valle del Descanso.
CONDOLENCIAS
EAMCEC
El Ente Autárquico Municipal Fiscalizador de la Consesión del Cerro Catedral adhiere a las condolencias por el fallecimiento del hombre de montaña Roberto Asenjo y acompaña a la familia en tan irreparable pérdida. Sin dudas sus anécdotas y su generosidad quedarán atesoradas en nuestra comunidad y en el Cerro Catedral en particular.
CEB
El Consejo de Administración, la Comisión Fiscalizadora y el Cuerpo de Delegados en nombre propio y de la Cooperativa Electricidad Bariloche, toda desean expresar sus profundas condolencias por la partida de Roberto "El Negro" Asenjo.
Un vecino de nuestra ciudad que participó activamente en nuestra institución desempeñando el rol de delegado por más de quince años y motivo por el cual fue reconocido en la última asamblea de delegados.
Hacemos extensivas las mismas a su hija y esposa, familiares y amigos en este doloroso momento.
Silvina García Larraburu
La Senadora Silvina García Larraburu, lamenta el fallecimiento de Roberto "El Negro" Asenjo y envía un afectuoso saludo a familiares y amigos en tan doloroso momento.
Con profunda tristeza despedimos a un antiguo poblador, ejemplo y emblema del Ski en Bariloche. Su carrera como instructor se trazó paso a paso tras llegar al Cerro Catedral por un trabajo en Parques Nacionales. Con pasión se lanzó a la montaña y allí transcurrieron sus días compitiendo y luego enseñando a las siguientes generaciones.
Legisladora Arabela Carreras
La legisladora Arabela Carrera, lamenta el fallecimiento de Roberto "El Negro" Asenjo y hace llegar un afectuoso saludo a familiares y amigos en tan doloroso momento.
Lamento la partida de Roberto "El Negro" Asenjo, un gran hombre referente de la montaña y el esquí en nuestra ciudad.
Acompaño a sus familiares y amigos en este triste momento.
Concejo Bariloche
El presidente del Concejo Deliberante municipal, Diego Benítez, en representación de los miembros de la institución, expresa su profundo pesar por el fallecimiento de Roberto “El Negro” Asenjo, entrañable antiguo poblador que realizó grandes aportes en los cimientos de nuestra comunidad. Y acompaña a familiares y amigos ante la irreparable pérdida.
Ski Club Bariloche
El Ski Club Bariloche lamenta el fallecimiento del querido vecino y acompaña a la familia en este dificil momento.
Fuente: www.elcordillerano.com.ar
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