Ruta Quebrada de las Pailas
DIA 1. 27-julio. Nos dirigimos a Cachi desde Salta. En la misma, realizamos breve estudio del tiempo, especialmente de los vientos. Aproximamos con vehículo por la quebrada de Las Pailas hasta el Puesto de la familia de los primeros porteadores a lomo de mula. Punto estratégico para aclimatar ya que cuenta con agua, leña, senderos y un sitio arqueológico como para caminar y admirar el hermoso lugar.
Mientras observábamos la ruta de aproximación, nos encontramos con un descendiente de Doña Jacinta, quien nos contó que al partir su madre y hermana, él se mudó al pueblo viniendo fines de semana al hogar que lo vio crecer. Luego de contar sus vivencias como la de muchas tantas familias que han tenido que abandonar sus hogares por diferentes circunstancias, intercambié las mías, ya que soy hijo de arriero, de Don Marcelo Gutiérrez, quien ha transitado por estos lugares desde Antofagasta de las Sierras (Catamarca) hasta Quijano (Salta). Mientras tanto, Stella, que proviene de Buenos Aires, escuchaba atentamente a ambos deleitándose con esta charla y sus historias de vida.
Salimos a las 15hs luego de hacer un chequeo de equipo y provisiones avanzando por el lecho del río Pailas caminamos durante 3hs, hasta los 3.700 mts. donde decidimos hacer campamento al lado de una vega. Noche estrellada, noche de ensueño…sin viento. Hasta que sopló y comenzaron los codazos de Stella, por un puma inexistente en la bolsa de comida, provocados por la historia que conté por la tarde sobre una pareja y un puma en las cercanías de este lugar. Retomamos luego el dulce sueño.
DIA 2. 28-julio. Nos despertamos y con tranquilidad desayunamos alrededor de las 10, partiendo a las 11.15hs.
En el trayecto nos sorprendió la gran cantidad de vizcachas y chinchillones, además de los guanacos y cóndores que se asomaban en ese hermoso cielo…y gracias a Dios, para Stella, ningún puma!!
Pasamos por el campamento de Piedra Grande donde disfrutamos el último bocado de escabeche de charqui de llama, hecho con mis propias manos (que por cierto es exquisito!!!, según lo dice Stella) junto con las tortillas en horno de barro hechas por mi madre, quien en cada expedición, con amor, acompaña mi pasión.
Después de ese break, vimos la hora y decidimos caminar un poco más hasta los 4292msnm. (S24°58´42,4” W 66°17´51,1”)
La noche no fue silenciosa como la anterior, fuertes vientos azotaron la carpa sin cesar.
DIA 3. 29-julio. Mañana muy ventosa hasta aproximadamente las 11, desarmamos la carpa luego de un rico café, galletitas con queso y membrillo, y frutas (infaltable para Stella), salimos al mediodía y avanzamos unas 3hs de marcha hasta el campamento Isla de piedra, 4.770 msnm.
DIA 4. 30-julio. Mañana tranquila y de relax, se hizo nueva evaluación de equipo y suministros, saliendo a las 12hs camino hacia el anfiteatro. Luego de maravillarnos por las vegas y lagunas congeladas como también por las formaciones geológicas de una la volcánica de diferentes edades (primaria, secundaria, ordovícica, etc.), unos guanacos determinaron nuestro próximo campamento a los 5.260 msnm (S 24°57´10,1” W 66°20´46,1”), buscando que el lugar sea seguro por la cantidad de deslizamiento que hay en el lugar. Nos anticipamos porteando agua de la última laguna (150 m de desnivel más abajo).
DIA 5. 31-julio. La calma duró poco, el viento y el frío se hicieron sentir, típico de esta época, a pesar de ello, con semejante belleza del entorno, los ánimos estaban al 100% permitiéndonos sumar altura trepando una pared vertical de más de 200 metros de desnivel en 1h 45 min llegando a los 5560 msnm. A las 14.45hs decidimos armar campamento de altura en la cara NO del glaciar Hoygaard a los 5720 msnm (S 24°56´58,1” W 66°21´20,7”), buscando reparo y manchones de nieve cerca para obtener agua. Para ello, previamente debimos armar la plataforma a piqueta para poder montar la carpa (casi 2hs nos consumió).
Los vientos no calmaron, no permitiendo conciliar el sueño, además, para Stella, era su primera vez durmiendo a estas alturas.
DIA 6. 1-agosto. El despertador sonó a las 7:00, hora de prepararse. Stella salió de la carpa y cuando volvió, comentó que no estaba físicamente bien y menos para afrontar ese fuerte viento. Mientras se desayunó, se charló y se decidió que intentara la cumbre.
Luego de chequear las radios, partí a las 9.45hs hacia la cumbre principal pasando por la cumbre Hoygaard, 1h 45min más tarde y coronando a las 13.50hs la cumbre principal del coloso salteño, la Libertador San Martin, una cumbre soñada desde muy temprana edad, ya que la miraba desde el Salar de Pocitos,, pueblo donde cursé mi primaria.Me quedé en la cumbre admirando el paisaje por 30 minutos, no pudiendo quedarme más por la baja temperatura y lo ventoso que estaba.
Mientras tanto, en el campamento de altura, Stella se recostó logrando dormir una siestita placentera entre comunicación y comunicación, la que la cargó de energía, derritió nieve y arregló unos vientos rotos.
A las 16.05hs llegué a la carpa, en donde me esperaba un rico café y galletitas de chocolate que son mi debilidad.
Emocionado contaba cómo logré alcanzar la cumbre, especialmente los últimos 200metros pasando por el cuello de botella, una formación de hielo en el cual me detuve a colocar los crampones para poder avanzar con mayor seguridad. Pero a la vez, acongojado por no haber llegado los dos a la cumbre, por lo que propuse, viendo los días que tenía Stella para volver a Buenos Aires y que ella se sentía bien, intentar subir al día siguiente, si daban las condiciones físicas y climáticas.
Antes de la cena, se chequeó la carpa y los anclajes, reforzando con cordines los vientos.
2da noche a los 5.720 msnm y de fuertes vientos, no dejándonos nuevamente descansar por los golpeteos y sacudones en la carpa.
DIA 7. 2-agosto. El despertador suena nuevamente a las 7hs. Parecía que el viento había cesado. Pero nos encontramos con dos frentes, uno del oeste y el otro del sur que parecía que este último avanzaba más rápidamente en dirección a nuestro campamento.
Mientras desayunábamos, decidimos desarmar el campamento y armar las mochilas y ver si las condiciones cambiaban. Ante la mejoría del clima a las 11.45hs partimos hacia la cumbre del Hoygaard, subiendo con crampones por el glaciar, 200metros aproximadamente de desnivel, camino que no hice la primera vez, haciendo cumbre a las 13.45hs, a una altura de 6.217 mts según el gps. Para Stella, su primer invernal de más de 6.000 metros de altura.
Luego de los festejos la vi mirando la cumbre del Libertador, tan cerca se ve, me decía…pero viendo la hora y el frente de nubes que venía de ahí se abortó la posibilidad de ir, por lo que decidimos bajar y antes dejar en la cumbre del Hoygaard un mensaje, el primero: “Por más niñ@s con familia”(les cuento brevemente, surgió luego de las vueltas de la vida, tener que hacer un informe en un hogar de niñ@s para la carrera de seguridad e higiene que estoy cursando, y tener allegados míos que estuvieron mucho tiempo esperando poder adoptar, algo que todavía no se entiende por qué tanta burocracia con eso…)
Bajamos donde estaban nuestras cosas, comimos una picada y seguimos camino. A la altura de los 5000m, el frente que nos amenazaba tempranito, hizo de las suyas dejando más congeladas las lagunas, vegas y rocas, (y obviamente mucho más frio, eso nos hizo desviar parte del recorrido de subida, llegando a las 21.30hs a Isla de Piedra donde se armó el campamento. Una rica comida recuperadora, un pedazo de chocolate y a dormir.
DIA 7. 3-agosto. Ya descansados, desarmamos el campamento muy relajados disfrutando del día. Partimos hacia el auto alrededor del mediodía, disfrutando de la bajada. Una vez llegados, no podía faltar el festejo y el agradecimiento con nuestra madre tierra como lo hicimos el primer día.
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